La Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP), de la mano del Instituto Tecnológico de Canarias y de la empresa pública Megaturbinas de Arinaga, avanza en sus proyectos verdes para implementar las energías renovables en el Puerto de Las Palmas.
Más allá de la polémica generada con el proyecto de Totisa para montar una planta de gas natural licuado en la dársena de África, a la que se oponen el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, la Autoridad Portuaria tiene en marcha tres líneas de actuación para avanzar hacia la descarbonización de los muelles.
Frente común
Una de esas iniciativas es la electrificación de los muelles, que permitirá a los barcos apagar los motores auxiliares para conectarse a la red eléctrica. Luego está la producción de hidrógeno y el almacenamiento de nuevos combustibles para el sector naval, así como la instalación de plantas flotantes de energía solar y undimotriz, que es la generada por las olas, sin olvidar la eólica marina.
De estos proyectos, el que más avanzado está es la estación de hidrógeno, que ha superado el trámite de competencia y se encuentra en exposición pública.
Consiste en transformar un talud de tierra en una explanada de más de 5.000 metros cuadrados, justo en la trasera de los tanques de combustible de Oryx, al fondo del Puerto de La Luz, con la finalidad de montar en altura los paneles solares que harán funcionar la planta, además de un sistema de baterías asociado a un electrolizador de 250 Kv para producir y almacenar el hidrógeno.
Iniciativa pública
Megaturbinas Arinaga es una empresa constituida por el Consejo Insular de la Energía, que depende del Cabildo de Gran Canaria, la Fundación Puertos de Las Palmas, vinculada a la Autoridad Portuaria, y el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) SA, del Gobierno de Canarias.
En concreto solicitan 5.384 metros cuadrados de terreno y 72,50 de canalizaciones en el subsuelo para "producir hidrógeno verde vinculado al transporte colectivo por carretera en el Puerto de Las Palmas", así como desarrollar actividades de I+D+i para "testar nuevos combustibles para el sector naval", explica el proyecto.
El objetivo es tener la planta operativa en el último trimestre de 2026. A corto plazo funcionará al 30 % de su capacidad, suficiente para alimentar las dos guaguas de transporte público con pila de combustible de hidrógeno que estarán operativas en Gran Canaria: una de Global, para realizar trayectos entre municipios, y otra de Guaguas Municipales, para recorridos urbanos en la capital.
Potencia
La instalación fotovoltaica, de 500 Kw, más las baterías y el electrolizador, tienen una capacidad total para producir al año 40 toneladas de hidrógeno verde, siempre mediante la luz del sol y con las baterías por la noche, lo que permitiría alimentar cinco o seis guaguas cuando la planta esté a pleno rendimiento.
La instalación, por tanto, permite aumentar su rendimiento a medida que exista más demanda, pues este tipo de vehículos con pila de hidrógeno está aún en fase de desarrollo.
Más renovables
A esa planta pionera se suman otros dos proyectos de energías renovables, también promovidos por Megaturbinas: una plataforma flotante fotovoltaica en el muelle Reina Sofía, y otra para generar energía con la olas en el mismo muelle.
Ambas instalaciones estarán conectadas mediante cables submarinos al Reina Sofía. La fotovoltaica, de 500 Kw, ocupará 1.308 metros cuadrados en el tramo central del muelle, tendrá dos puntos de carga eléctrica y estará conectada a un sistema de boyas a través del cableado submarino, mientras que la instalación de energía undimotriz necesita unas instalaciones en tierra de 801 metros cuadrados, con capacidad también de 500 Kw y sistema de boyas.
Los dos proyectos no superan los 2.500 metros cuadrados de dominio público portuario. Por eso, al no ser necesario el trámite de competencia, Megaturbinas ha solicitado la concesión de manera directa, al contrario que la planta de gas, que sí se sometió a ese procedimiento.
Sector estratégico
Las tres iniciativas, en cualquier caso, son estratégicas para el Puerto de Las Palmas, que puede verse relegado en el suministro de hidrocarburos si no se adapta a la transformación en ciernes del sector naval, con buques cada vez más preparados para enchufarse a la corriente y funcionar con gas natural licuado, metanol o amoniaco, combustibles estos últimos con los que el ITC quiere ensayar en la futura planta de hidrógeno.
A esos proyectos hay que sumarle el concurso de la energía eólica marina, que quedó desierto en la anterior convocatoria y sigue estancado por falta de acuerdo entre las empresas interesadas.
Es, en definitiva, el 'frente verde' con el que la Autoridad Portuaria quiere avanzar hacia la descarbonización del sector que exige Europa, convirtiendo el Puerto de La Luz en un banco de pruebas para generar energía con el sol, el viento y las olas.
Alternativas
Estas experiencias piloto, incluida la electrificación de muelles como el Pesquero y su entorno, serán importantes para el futuro de La Luz, sobre todo si prospera la oposición a la planta de gas, que está pendiente de trámites medioambientales en el Gobierno de Canarias y, a medio plazo, está llamada a resolver el problema energético que podría tener el Puerto de Las Palmas con el cambio de modelo actual.
La presidenta de la APLP, ante esa tesitura, ha comenzado a reunirse con los operadores de combustible para analizar la posibilidad de crear depósitos que también permitan almacenar y suministrar gas a los buques, algo similar al mecanismo de tuberías y gabarras empleado ahora con el fuel, un sistema con el que La Luz compite todos los años con Algeciras por el primer puesto del ranking nacional.
El 80 % de los buques que pasan por Canarias lo hacen para repostar. De ahí la importancia de no perder competitividad en un sector considerado estratégico para el Puerto de Las Palmas.