Los productores canarios consideran que reducir los márgenes comerciales en la cadena de distribución sería una medida que ayudaría a bajar el precio de la cesta de los compra y que no afecte a su bolsillo.
La inflación ha tocado de lleno en las islas, que a pesar de tener un cero por ciento de IGIC en los productos básicos posee una de las cestas de la compra más caras de toda España con precios que han crecido más de un 15% en menos de un año. Eliminar el Arbitrio Insular de Entrada de Mercancías (AIEM) es una de las medidas que las empresas piden ultimamente para abaratar la cesta de la compra.
La producción local está sufriendo en gran medida esta alza de precios. El sector primario de las islas denuncia ser el más afectado y demanda la aplicación de la Ley de Cadena Agroalimentaria para que sea el productor quien pueda decidir o pactar su propio precio. Al contrario de las empresas, insisten en que dejar el AIEM beneficia al sector agrícola.
Ley de Cadena Agroalimentaria y el tope de precios
En cuanto a la producción local, Theo Hernando, secretario general de Asaga, considera que los precios continuarán afectando al sector hasta que no se empiece a ejecutar y trasladar la Ley de Cadena Agroalimentaria ''de verdad''. Hernando explica que el problema surge porque los precios se siguen poniendo ''de arriba hacia abajo’’, por lo que el mayor perjudicado siempre va a ser el productor, ya que los márgenes de beneficio de la distribución y del comercio van a ser los mismos.
‘’Ellos van a seguir ganando el mismo tanto por ciento, aunque ganen menos cuantía’’, asegura refiriéndose a la posibilidad de poner el tope de precios a los productos para abaratar la compra, un debate en auge en las últimas semanas.
Hernando pone de ejemplo cómo sería esa negociación en la cadena de precios en ese sentido. ''Imagina que de repente el plátano solo puede costar 1,50 o 2,00 euros. Yo como comercio le digo al distribuidor que, como ese es el precio tope, le voy a comprar los plátanos a un euro porque voy a venderlos a dos euros y le quiero ganar siempre el 100%. Después el distribuidor le dice al productor que se lo va a comprar a 50 céntimos porque también le quiere ganar el doble. De esta manera, se van trasladando los precios de arriba hacia abajo'', explica el secretario de Asaga, quien considera que lo ideal sería que el productor sea el que ponga su precio en función de los costes de producción o en función de acuerdos previos ''y no el de arriba''.
Conflicto con el AIEM
En cuanto al AIEM, asociaciones del sector como COAG Canarias aplauden su aplicación en algunos subsectores agrarios concretos como el de la papa, la cebolla o los huevos. Además, desde la organización han defendido que este instrumento ''es necesario para salvar la agricultura de las islas''.
En contraposición, para la Confederación Canaria De La Pequeña Y Mediana Empresa (Cecapyme) es un "impuesto indirecto insolidario que grava por igual a los consumidores, independientemente de su nivel de renta". De hecho, hace unos días instaron a Nueva Canarias a eliminarlo de la cesta de la compra para abaratar los precios.