En julio de 1994 el entonces presidente del Gobierno de Canarias, Manuel Hermoso, anunció la creación de una nueva figura que se acogería dentro del Régimen Económico y Fiscal (REF) del Archipiélago. Se trataba de la Zona Especial Canaria (ZEC), definitivamente aprobada en el año 2000 tras el visto bueno de la Comisión Europea, pasando a formar parte del Ministerio de Hacienda.
La Zona Especial Canaria es una zona de baja tributación que se crea con la finalidad de promover el desarrollo económico y social de la región y diversificar su estructura productiva a la par que compensar su situación ultraperiférica.
Entre sus ventajas fiscales se encuentra la aplicación de un tipo impositivo reducido del 4% en el impuesto de sociedades y la exención en el Impuesto sobre la Renta de No Residentes para los dividendos distribuidos por filiales en la ZEC a sus sociedades matrices residentes en otro país.
Las empresas en esta zona están exentas de tributación por el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados en el caso de adquirir bienes y derechos destinados al desarrollo de la actividad en el propio ámbito geográfico, para las operaciones societarias realizadas por las empresas o los actos jurídicos documentados vinculados a las operaciones realizadas por dichas entidades en el ámbito geográfico de la ZEC.
A punto de entrar en su vigésimo segundo año de existencia, la ZEC se encuentra en su mejor momento de actividad, con unas 360 empresas activas -si bien hay 711 registradas- que generan 8.800 puestos de trabajo en las Islas.
Atlántico Hoy ha entrevistado su presidente, Pablo Hernández González-Barreda, para hacer balance de su tiempo en el cargo -el próximo 21 de enero hará un año de su nombramiento- y perfilar las líneas básicas de su actuación en lo venidero.
Nichos más provechosos
Hernández relata como la ZEC durante los primeros 10 años “creció muy poco”, tendencia que fue corrigiéndose hasta que en 2014, en coincidencia con su segunda renovación -la primera en 2006 y la última en 2020-, experimentó una pronunciada subida, sobre todo en generación de empleo “que es lo más importante”.
Opina que al principio se pecó de “intentar disparar a todo, cuando en Canarias tenemos varios obstáculos para atraer según qué actividades”, pero con el tiempo "se han identificado los nichos de mercado más provechosos" para las características de las islas y así sacar más partido de las potencialidades de la ZEC como incentivo fiscal.
Sectores como el marítimo, el de energías renovables, el tecnológico, el audiovisual o el de la animación son los que con más fuerza se han implantado en el Archipiélago, por lo que “hay que aprovechar que ya sabemos dónde hay que buscar y, a partir de ahí, atraer a empresas con más músculo y capacidad de contratación, con mejores sinergias con el entorno”.
También las startups, las cuales afirma Hernández que “en principio se creía que no era un sector muy idóneo para la ZEC, pero sí lo es porque ayuda mucho a levantar capitales. Esa línea se ha trabajado muy poco, pero cuando un fondo de inversión ve que aquí los tipos impositivos son más bajos, o que la salida de la empresa no va a tener ningún tipo de imposición, verá que hay una ventaja competitiva entre una startup de la ZEC y otra en Alemania, por ejemplo”.
Sector audiovisual
El sector audiovisual es quizás uno de los más destacados dentro de la Zona Especial Canaria, que poco tiene que ver con las grandes producciones cinematográficas que "vienen por poco tiempo" y no se establecen en las islas. El presidente declara que “no es lo que más dinero deja, porque lo que aportamos es el service, la parte más baja de la cadena de valor añadido, por lo que la estrategia ha de ser ir añadiendo capas de valor añadido en forma de asistentes de producción, maquillaje, dirección de arte o fotografía para que cada vez haya más empleo local”.
Por ello resalta la animación, la cual asegura que vive un boom en Canarias, y que tiene la virtud de que "hay que hacerlo todo aquí y eso genera mucho tejido. Consumen redes, locales, productos y están hasta dos o tres años para hacer una película de animación".
El siguiente paso sería hacer que se instalaran en el Archipiélago, “porque si se gestionan desde aquí las ventas mundiales de esa propiedad intelectual van a tributar sólo un 4%. Esa es la siguiente fase que se tiene que desarrollar con respecto al sector audiovisual”.
Nuevos mercados
El ratio de acción de la ZEC se ha circunscrito, por norma general, a los mercados europeo y americano. Sin embargo, se está trabajando en experiencias piloto para países como Corea, Japón o China que se encuentran en la programación del organismo para los próximos años. “Son países que queremos tocar, pero con una cultura tan diferente tienes que pensar muy bien cómo vas a entrar. Debe ser una entrada muy concreta, con los interlocutores adecuados y adaptarte a los problemas que ellos tienen, y para ello hay que conocerles primero".
Las diferencias entre los sectores son acusadas, según Hernández, “unos trabajan con capitales internos y otra externos, y la ZEC se adapta a ellos de una forma u otra. Lo más importante es generar una sensación de marca y una confianza”, para lo cual cree de especial relevancia dirigirse, según el sector, a los despachos fiscales especializados en estos temas, para cuando las empresas les pregunten a sus asesores, ya conozcan de primera mano todas las ventajas que ofrece Canarias a nivel impositivo.
Piensa el directivo que “todo esto hay que hacerlo de manera muy personalizada. Por eso yo soy muy escéptico con las ferias, donde se ha hecho mucha promoción. Las veo más para hacer inteligencia de mercado: saber dónde están los productos, cuáles son las empresas,…”.
Poco conocida
El presidente lamenta que esta figura es muy poco conocida para el gran público, que desconoce que desde Canarias se hacen series de animación para Disney, que la informática de Volkswagen o Lufthansa para Europa se gestiona en las islas o que se la única sede que tiene Intel en España.
“No comunicamos dentro de Canarias -lamenta Hernández-. Antes la comunicación era muy genérica y no transmitía. Hay que visibilizar por nichos, que los niños, por ejemplo, sepan que si se dedican a determinadas actividades de la ZEC van a tener paro cero, como sucede ahora mismo con la animación, la programación o la reparación naval, donde no se encuentran trabajadores cualificados debido a la demanda”.
También considera que hay que acercarlo al empresariado canario, "que normalmente tira por otras figuras como la Reservas de Inversiones de Canarias (RIC) cuando la ZEC es mucho más flexible, pero lo ven como un incentivo para empresas extranjeras”.
Retos
Hernández establece como prioritario la profesionalización técnica y financiera y la especificación de la fórmula de promoción de la Zona Especial Canaria con fondeos de inversión o de capital riesgo, pues considera que “siempre se ha vendido mucho el 4% de Sociedades, pero no la exención por dividendos o por intereses, la de ganancias de capital o el IGIC. Hay otros beneficios que a las empresas le interesan mucho más que el 4%”.
También erigir Canarias como un importante hotspot. En el año en el que ha eclosionado el trabajo remoto debido a la pandemia de COVID-19, las empresas están tendiendo cada vez más al trabajo remoto aunque no en cualquier lugar, por lo que establecen puntos alrededor del mundo que ofrecen como posibilidades a los trabajadores para que trabajen allí en remoto. "La presencia gravable por tener trabajadores es una oportunidad, porque la empresa debe pagar impuestos, pero al inscribirse en la ZEC pagarán unos impuestos más bajos de los que pagan en su país de origen. Canarias debe aspirar a que todas las empresas nos tengan como hotspot para trabajadores remotos en la ZEC. Si logramos eso aprovecharemos una oportunidad de oro, y ahí esta la clave, a mi forma de ver, en relación al mundo actual”.
Todo esto cuando 2020 fue el año en el que más proyectos se inscribieron en la ZEC, “y 2021 va camino de mejorarlo”, finaliza.