“Sí, hay desabastecimiento de papas”. Varios trabajadores de tres mercados canarios coincidían en afirmar este martes a Atlántico Hoy que la falta de uno de los productos más usados en la gastronomía canaria es real. Una escasez que los ha obligados a subir el precio habitual después de haber tenido que invertir el doble para adquirirlo. La imagen más repetida era ver carteles con cifras que rozaban los cuatro euros.
José Hernández trabaja en el Mercado de Vegueta (Las Palmas de Gran Canaria), en el puesto de Lolita e Hijos. Asegura que el coste ha incrementado porque antes pagaba al por mayor 1,60 euros y que desde que comenzaron a faltar las papas el precio ha subido a los tres euros. Él tiene muy claro de dónde viene el problema y no duda en decirlo: “Inglaterra”.
Mucha expectación
No le falta razón. Durante el pasado mes de febrero se detectaron unas larvas de escarabajo en un campo de cultivo del condado de Kent. Una situación tras la que el Gobierno de España actuó para evitar que el insecto llegara al Archipiélago. “Lo estamos viviendo expectantes”, apunta Manolo Quintana, de Judi y Are.
Quintana relata que hacía unas horas había acudido como cada mañana a Mercalaspalmas para comprar el género que luego vendería a la clientela. Allí se encontró con que estaban limitando la cantidad que se podía llevar cada persona. El objetivo es asegurarse de que hubiera para todos. “Iba a comprar 40 cajas y me llevé cuatro”, cuenta.
La misma situación se da en la isla vecina. Según el responsable de la fruteria La Reina de Santa Cruz, “papa de aquí no hay y quien la tiene la tiene carísima”. Cuenta que los precios en Mercatenerife no han dejado de subir, y en el último pedido de este martes pagó la papa que tradicionalmentente estaba a 1,60 euros a 3,40. “Así no se puede, porque yo tengo que ganarle entre el 40 y el 50%. Hay que pagar alquiler, empleados, luz, … ¿A este precio a cuánto lo tengo que vender?”, se pregunta mientras hace números. “Casi cinco euros”, termina. "Imposible".
En un Spar cercano de la capital tinerfeña la situación es peor. Sin papas a granel solo les quedaban para vender cuatro mallas de tres kilos, cuyo precio subió el lunes y también el martes. Relatan desde la tienda que el primer día de la semana la malla estaba a 5,25. Solo un día después, a 8,95 euros (una subida cercana al 50%) con el agravante de que “hasta dentro de tres semanas no vendrán más”.
Un futuro incierto
Quintana tiene en su negocio los tres tipos de papas más comunes en las Islas: de arrugar, en punta y de ojo rosado. Aunque, advierte, “el problema aquí nos espera la semana que vienen puede ser que el mercado se vea desabastecido”. Al igual que a sus compañeros, la incertidumbre le impide saber hasta qué precio podría seguir subiendo este producto si la situación no mejora.
Unos puestos más allá tiene su negocio José Quintana, quien tenía este lunes las papas a 3,40 euros. “El futuro es incierto”, reconoce. Aprovecha para hacer un llamamiento a la población para que entienda lo que está ocurriendo y no piense que la subida de precios es decisión de ellos. “Es importante que la gente comprenda que no es culpa nuestra”, exclama.
Misma línea en la que se mueven las fruterías de Tenerife, que hablan de subidas constantes, con intermediarios haciendo su agosto. “Muchos compran pequeñas producciones locales, guardan y acaparan, subiendo el precio constantemente”, cuentan. "Si hubiera entrado la papa de fuera como normalmente no tendríamos este problema".
En la frutería Santa Rosalía también han tenido que subir cada día de esta semana y limitar la compra a cinco kilos por cliente. Su responsable señala la zona donde tiene expuesto el género y cuenta que “eso es todo lo que queda” pues están trabajando con lo comprado la semana pasada, pero para la que viene están “muy limitados”. “Mi jefe tiene varias fruterías y lo que más se vende es la papa, unos 3.000 kilos por semana, cuando de otras futas o verduras es muchísimo menos. Por eso hay que limitar para que podamos comer todos. Pero cuando se acabe se acabó”.
"Es una barbaridad"
El consumidor notará la subida en su bolsillo y es posible que afecte a su decisión de adquirirlas. Ramona Guerra se encuentra comprando en el Mercado Central, también en la capital grancanaria, y es muy tajante: “Comeré menos papas y más arroz, no me puedo permitir ese precio”.
Lo mismo opina Rosa Martínez, que observa perpleja cómo un kilo de papas está a 3,98. “Es una barbaridad”, dice. “Las iba a llevar pero no lo haré, nunca las he visto a este precio, no sé qué vamos a comer”, apostilla enfadada.
Muchos comerciantes coinciden en que la papa congelada vivirá paralelamente un periodo en el que se consumirá mucho más y, por ende, subirá su precio de manera ostensible.
Diferencia por negocios
Una visita por grandes superficies demuestra las diferencias al respecto. Por un lado, varios Mercadona de Santa Cruz de Tenerife, como el de la céntrica calle Benavides, se encontraban este martes sin papa. “Estamos así desde ayer y no sabemos cuándo vendrán más”, cuenta una empleada junto al expositor completamente vacío.
En el Hiperdino del Parque Bulevar, también en la capital chicharrera, el precio seguía inalterable, a 1,69 euros, pero el género era escaso. Al preguntar a una empleada, se da cuenta de que es el desabastecimiento lo que ha hecho que haya tan poca papa. “Ya decía yo porque tanta gente se estaba llevando papas hoy. Tener tenemos, pero es verdad que mucha menos que habitualmente”. Mismas explicaciones que ofrecen en el Hiperdino de la calle El Saludo. “Lo único es que la gente está nerviosa y se está llevando muchas por si acaso, pero no creo que deje de haber papas”.
Al Opencor de la calle Méndez Núñez, el desabastecimiento no ha llegado, según una de sus empleadas. “Aquí tenemos lo mismo de siempre, y los precios son los mismos”. Lo mismo sucede con un Alteza muy próximo, donde desconocían que hubiese problemas con la llegada del tubérculo.
“Dentro tengo varias cajas llenas”, comenta su responsable. “Mañana me llegan más frutas y verduras, si no vienen papas pues habría que ver que hacemos”, pero no considera que durante el día se haya comprado más papas que habitualmente.
"Será un problema para la gente pobre"
De vuelta a Vegueta, Catalina Suárez –de frutas y verduras Caty– ironiza: “La gente se piensa que nos estamos volviendo ricos”. Cuenta que este lunes recibió la llamada de varios restaurantes preocupados por lo que estaba pasando para decirle que querían comprarle bastantes papas. “El problema es que yo no tengo bastantes papas”, resalta.
Para Víctor Suárez, del mismo mercado, el incremento del coste “va a ser un problema para la gente pobre”. “Como sigan sin entrar papas el precio puede llegar a los 10 euros”, comenta. Algo que, indica, “todo el mundo no se lo puede permitir”.
"¿Papas más baratas no tiene?"
Antonio Quintana habla sobre uno de los bienes más preciados para los canarios, la papa para arrugar. “Antes me costaba 0,60 euros y ahora 3,40, por lo que tengo que venderla a 4,50 el kilo”. Subraya que aun así quienes van con intención de llevarse algunas a su casa lo hacen porque “la gente está desesperada por comprarlas”.
Marcos y Margarita adquirieron su género por 3,40 euros y la venden a 3,80 a pesar de que el margen de beneficio sea poco. “Si no, la gente no la compra”, admiten. “Esto no se acabará hasta noviembre o diciembre, cuando en Canarias haya cosecha”, vaticina él. Hasta el momento, nadie sabe muy bien la fecha exacta en la que el desabastecimiento llegará a su fin. Mientras, todo apunta a que lo más escuchado será una pregunta que este martes se pudo escuchar en el Mercado Central: “¿Papas más baratas no tiene?”.