Cada año, y por esta época, los canarios se encuentran con una situación que siempre les sorprende: el alto precio del aguacate.
En las ultimas semanas, el precio del fruto ha ido subiendo llegando incluso a los 15 euros el kilo en pequeños supermercados de islas como Tenerife, y entre 11 y 12 euros en otras cadenas y grandes superficies de compras.
A ello se suma la duda que surge sobre por qué es las islas comprar aguacate es más caro que en otros territorios de España. Por ejemplo, mientras que en Mercamadrid está sobre los cuatro euros el kilo, en Mercatenerife o Mercalaspalmas oscila entre los 7 y 8 euros el kilo según datos de los últimos días.
¿Por qué es más caro en Canarias que en Madrid?
El precio del aguacate en las Islas puede doblar al que se paga en la Península. Esto se debe a que en el Archipiélago nos regimos por la orden de 12 de marzo de 1987, por la que se establecen para Canarias las normas fitosanitarias relativas a la importación, exportación y tránsito de vegetales y productos vegetales.
En este sentido, a Canarias no pueden entrar aguacates frescos de fuera debido a la barrera fitosanitaria que tiene como fin que no se introduzcan más plagas. En Madrid se puede encontrar tanto aguacate nacional como de fuera.
Sube el precio
¿Por qué sube de precio en esta época? Es un producto de temporada. El año pasado comprar una cantidad exacta, como por ejemplo dos, costaba más de cinco euros en los supermercados, con unos precios que variaron entre los 13 y los 15 euros el kilo. Este año no ha sido distinto, y actualmente los consumidores pueden encontrar el aguacate a 15 euros el kilo en algunos comercios.
En estos meses de verano, sobre todo en julio y principalmente en agosto, el aguacate hass –el rugoso—, que es el más cotizado, ya ha finalizado su cosecha y quedan muy pocas unidades. A partir de noviembre se empieza a notar la bajada de precios gracias a las nuevas cosechas de ambas variedades, según explicaban desde Asaga Canarias a Atlántico Hoy.
En 2023 se dio una situación inusual, sobre todo en restaurantes y bares donde dejaron de usarlo para hacer, entre otras cosas, la famosa salsa guasacaca de las arepas, zumos o ensaladas. En algunos locales, optaron por subir de precio los platos que específicamente vinieran con este ingrediente debido a su carestía.