Pedro Ortega, presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), no escurre el bulto: tú disparas y él contesta, sin rodeos, sin palabrerío y sin excesos. Lo hace, además, con la tranquilidad de quien no tiene nada que aparentar ni nada que ocultar. El sector privado no tiene secretos para él y conoce bien la administración —fue consejero de Economía del Gobierno de Canarias en el anterior mandato—. Esa perspectiva, de la que no goza todo el mundo, le permite ver el contexto actual con cierta ventaja. Y en un escenario tan delicado para la economía, en la que habrá que convivir con inflación y tipos de interés al alza, tiene claro el plan para salir del atolladero lo menos magullado posible: con colaboración público privada.
Vamos a aprovechar la actualidad. La semana pasada, Bruselas corrigió al alza su previsión sobre la economía española y apuntó un crecimiento para 2023 del 1,4%. ¿Cree que ese optimismo, en un contexto con inflación y con el precio del dinero en aumento, se notará en las empresas, en el bolsillo de la gente? Lo digo porque los salarios cunden menos y parece esto va a dos velocidades: por un lado el concepto de economía del país y por otro la realidad de empresas y personas.
Bueno, yo creo que hay que tener en cuenta dos cuestiones. La inflación de costes que hemos sufrido en Europa es la que ocasiona la pérdida de poder adquisitivo de las familias y de las empresas. Y evidentemente eso ha tenido como consecuencia la situación de la economía. Tengamos en cuenta, por ejemplo, los datos de crecimiento económico del último trimestre del año pasado: cae el consumo privado, cae la inversión y cae la importación y exportación. Es un evidente síntoma claro de que vamos a un escenario de ralentización. Si nos ceñimos a Canarias, venimos de un ocho y pico por ciento de crecimiento del PIB en 2022. Y ahora, para 2023, estamos hablando que las previsiones que hace el Gobierno de Canarias, en su escenario medio, son de un 3,3 de crecimiento. Todo eso, evidentemente, apunta a que la expansión, si el balance es moderado, se va a mantener fuera de los términos actuales y por lo tanto las familias y las empresas tendrán que aguantar la situación.
¿Y la segunda cuestión?
La segunda cuestión que deviene es que, paralelo a esto, el Banco Central Europeo ha aplicado una medida para intentar frenar la inflación: subir los tipos de interés. Es verdad que toca combatir una inflación de costes, aquí no es de demanda como la de Estados Unidos. Y es cierto también que antes de poner en marcha esta medida, a lo mejor, primero había que haber ayudado a la economía de otra forma. Pero se ha optado por esta medida, que dificulta la capacidad de consumo de las familias, por lo cual se dan dos fenómenos: inflación y dinero caro. Y durante un tiempo convivirán las dos situaciones, hasta que todo vaya encajando y la capacidad adquisitiva y el precio de las cosas se ajusten para mantener el consumo.
No entra en ninguna previsión, pero, ¿hay peligro de entrar en recesión?
Los escenarios de recesión que se apuntaban para otoño de 2022 no se cumplieron y ahora mismo todo apunta a un crecimiento de la economía aunque sea a partir de una ralentización. Lo que ocurre es que no depende sólo de las familias canarias o las empresas canarias, sino también de lo que vaya a ocurrir en las familias y las empresas de Europa. Nuestra economía, nuestra realidad, depende en buena medida, a través del turismo, de lo que suceda en países europeos. En octubre y noviembre se apuntaba que Alemania iba a entrar en recesión. Al final no ocurrió así, incluso creció. Vamos a confiar en que las medidas que se han tomado sean para mejor. Nos pasamos todo el año 2022, de cara al segundo semestre, con unos vaticinios bastante pesimistas. Luego, según pasaban los días, se hacían correcciones a mejor. Hemos empezado 2023, todo el mundo lo pintaba mal y ahora las correcciones apuntan al alza. Va a ser duro, pero veremos cómo acaba. Es lo que estamos viviendo en el día a día. Vamos más lento que el año pasado, si hablamos de economía, pero la gente no se rinde. Se sigue trabajando, las empresas siguen trabajando y desde la Confederación seguimos trabajando.
¿Han detectado, desde la Confederación, señales de que muchas empresas no tengan capacidad para superar este momento de inflación alta y tipos de interés altos?
Sabemos que hay muchas empresas que no lo están pasando bien y que muchos autónomos han tirado la toalla. De hecho, una de las cuestiones que se vio en la última encuesta de la EPA es que el número de autónomos se había reducido. Si eres una empresa pequeña o un autónomo es difícil aguantar en este escenario. Pero bueno, desde aquí intentamos dar apoyo y demandamos y reivindicamos a la administración que busque medidas de apoyo porque no solamente se trata de invertir o reconvertir el negocio, sino que en algunos casos, dada la situación, es una cuestión de sobrevivir tras un año de inacción de la actividad o de ideologización del consumo.
La semana pasada, en Atlántico Hoy, publicamos que el Gobierno de Canarias aún tiene 277 millones por ejecutar de fondos europeos REACT. Nos ha pasado ya en varias entrevistas que, desde el sector empresarial, se quejan de esta realidad. Para muchas empresas recibir fondos europeos supondrá un premio por cruzar el río, pero otras muchas se quedarán por el camino porque ese dinero no llega.
Sí, yo creo que eso es una demanda que está encima de la mesa en todos los niveles. Pero no lo dice sólo el sector empresarial, lo dice la propia administración, que admite que tiene una carencia de funcionarios para ejecutar los fondos. Lo cierto es que se ha creado una expectativa con unos fondos para transformar nuestra economía, para hacerla más resiliente, para fluir. Hay que recalcar que al Gobierno de España le han llegado 31.000 millones de euros, de los que se han hecho licitaciones por 22.000 millones y sólo 9.000 son para las empresas. Pero miren, la realidad es que ese dinero no llega porque tampoco hay un mecanismo transparente para saber cómo se inyectan esos fondos a la empresa. Lo peor es el desfase entre la expectativa y la realidad. Se ha dado demasiada publicidad de los fondos y realmente ahora no se entiende el por qué no llegan.
¿Qué cree que ha fallado en la administración?
Tiene que ser más ágil y dotar del personal necesario para mover los fondos. Estos meses hemos oído a los representantes de las administraciones lamentándose de los mecanismos para ejecutar los fondos… Pues entonces cambiemos los mecanismos, porque la realidad es que el dinero no llega a las empresas y Bruselas pregunta sobre su ejecución. Lo que no tiene mucho sentido es disponer de unos fondos para transformar tu economía a partir de la sostenibilidad o la digitalización y luego la administración no esté a la altura.
No sé si la Patronal tiene capacidad para colaborar con la administración para agilizar ese proceso.
Nosotros lo que reivindicamos es hablar y buscar una solución conjunto para los problemas que nos estamos encontrando.
Con los fondos Covid-19, aunque era diferentes, porque eran una ayuda directa y en los Next Generation se apoya a los proyectos, las Cámaras de Comercio jugaron un papel importante en el reparto del dinero.
Son dos procesos diferentes.
Entonces, ¿qué se podría hacer?
Pero no solamente es una cuestión del proyecto. Hay que ejecutar, se necesitan autorizaciones y procedimientos administrativos, hay duplicidades… Vamos a ver, yo creo que lo que habría que hacer es crear algún organismo vivo, caliente, en el que se pueda analizar la problemática, despejar dudas y agilizar procedimientos. Pero realmente nuestra gran demanda es que no sabemos qué está pasando.
El Gobierno canario lamenta no tener funcionarios suficientes para tramitar estos fondos, pero aún hay mucho que teletrabajan cuando la vida ya se ha reactivado otra vez en todos los niveles.
Lo reconoce el propio Gobierno. El otro día me decía un miembro del Gobierno que era más fácil contactar con el presidente o con consejeros que algún funcionario. Una vez aclarado esto, el teletrabajo es una herramienta para facilitar las cosas, para hacer mejor la vida de las personas. Lo que parece que es que se está convirtiendo el teletrabajo en el fin y no en una herramienta. Yo creo que se debe regular, porque es una herramienta que puede ofrecer el servicio en mejores condiciones, pero no se puede convertir en el fin.
Hay una sensación, generalizada, de que la administración se ha quedado atrás, que no es ágil o que no da respuestas adecuadas para los tiempos que corren.
Es evidente que hay muchas cosas que se pueden conseguir para agilizar los procedimientos administrativos. Y es verdad que muchas veces se adoptan procedimientos que lo que hacen es ir en sentido contrario. Si hay algo que tenemos claro desde la Confederación es que de esta se sale fomentando la colaboración público privada y la colaboración público privada exige un modelo de gobernanza con un diálogo constante entre las partes, en la que la administración crea un sistema jurídico seguro que haga que al empresario le sea atractivo, que pueda participar del procedimiento para solucionar problemas de interés público con la eficiencia y la eficacia del sector privado. Y creo que esta es la clave. Sin embargo, estamos viendo que a nivel nacional al empresario se le señala mal, se le acusa. Y si no hay empresarios, no hay empresas. Una empresa tiene la responsabilidad de generar riqueza con la creación de trabajo. Si no hay trabajo, las personas no pueden hacer sus proyectos de vida. Esto es así. Por lo tanto, creo que tiene que existir esa colaboración entre el sector privado y lo público. Esa unión es una herramienta por la cual podamos avanzar en dar forma a esta sociedad. Muchas veces lo decimos en palabras, lo tenemos claro, pero hace falta instalar un modelo en el que trabajando juntos podamos cambiar las cosas.
Acaba de hablar que a los empresarios se les señala. Hay un caso concreto: Podemos ha criticado a Juan Roig, propietario de Mercadona. ¿Tienen la sensación que, cuando se intenta demonizar al empresario, detrás hay cierta ignorancia por todo lo que cuesta sacar adelante una compañía, contratar a empleados o hacer rentable un negocio?
Lo que no entiendo es que, desde una posición de gobierno y con un cargo de gobierno importante, se digan cosas contra un empresario que tiene tantos puestos de trabajo, que ha creado esos puestos de trabajo. No lo entiendo. Todo esto no lo entiendo. A veces pienso que es falta de educación y a veces que son ganas de crear una crisis permanente para buscar su espacio político. Pero vamos a ver. Esto no puede ser. No todo vale. Esto se construye juntos, no se construye peleándonos. Nadie puede imponerse al otro, simplemente por una cuestión de consenso. Hemos creado un sistema democrático que, de alguna forma, cuando hacemos estas cosas hay que tener respeto. Y más cuando se ocupan puestos de relevancia y de responsabilidad nacional. Yo creo que eso es un error y lo vemos porque al final se llegan a acuerdos en los que no hay diálogo social. Se imponen y punto, sin consenso. Luego dicen que los empresarios no participamos, no colaboramos. Cuando la realidad es que se han hecho propuestas y no se tienen en cuenta. Es una falta de respeto, no solo por el ataque a Roig. Es una falta de respeto porque no escuchan, no responden. Y eso no ayuda a la sociedad.
Entiendo que se refiere a la última subida del salario mínimo interprofesional.
Es que hubo una propuesta clara de la CEOE. Se dice que no la hubo propuesta, pero eso no es cierto. Se planteó una subida de un 4% tratando de encajar eso dentro de las posibilidades actuales, en un escenario con una inflación de costes que hay que tener en cuenta. Porque subimos costes, pero también quieren controlar los precios. ¿Cómo? Mire, por ejemplo, en enero entró en vigor el impuesto al plástico que encarece todos los productos de alimentación que se van a vender. Los italianos acaban de aplazar su entrada en vigor para evitar meterle más coste a los productos.
Creo que fue en el brindis de Navidad, donde usted pedía una bajada de impuestos. El Gobierno de Canarias ha adoptado una rebaja según los diferentes tramos del IRPF. ¿No sé si eso es suficiente, que beneficia a personas físicas, o pedía algo concreto para las empresas?
Subrayar que siempre hablamos de una revisión del sistema impositivo, de tal forma que se garantice el estado de bienestar y las obligaciones que tenemos para el buen funcionamiento de nuestro Estado. Con eso podemos tener, al mismo tiempo, una economía competitiva, que se mueva y que genere riqueza. Creo que ese es el equilibrio que hay que buscar.
Más en un momento, con estos índices de inflación, en el que el Estado ha recaudado más.
No sé si usted se da cuenta de que se ha recaudado un 26% más, aunque también hayan subido los costes. Yo lo que digo es que revisemos, que tengamos rebajas coherentes y convenientes para mantener el sistema y activar la riqueza. Lo que decimos es que no podemos estar quietos, que hay que tomar medidas de acuerdo a los tiempos en los que estamos. Y si en estos tiempos podemos tener una fiscalidad, de acuerdo a los ingresos, que permita mejorar las cosas en un escenario complicado, pues eso habrá que hacer. Eso es revisar y ver en dónde podemos tomar correcciones. Podemos tomar medidas fiscales que permitan mantener el sistema y mantener una economía dinámica. Y cuando ya hablamos de Canarias, podemos fomentar la inversión y la atracción de inversiones. Todo lo que sea encarecer fiscalmente va en contra de la situación que tenemos.
¿Ustedes proponen algo concreto?
Lo que decimos es sentémonos, dialoguemos e intentemos llegar a acuerdos. No se trata de tomar una medida unilateral. Nos ofrecemos a dialogar para buscar el cómo.
Hablamos de energías renovables, porque Canarias tiene todo el potencial para convertirse referente mundial. ¿Cómo cree que se pueda encajar en un momento de precios altos, cuando el Estado ha frenado la subasta de megavatios y, de paso, los campos de aerogeneradores de la eólica marina?
En este asunto hay varios campos.
Sí, pero Canarias, además de poder llegar a ser autosuficiente con energías renovables, puede generar una industria alrededor de esta industria. Por ejemplo, el Puerto de Las Palmas está a punto de sacar a concurso la instalación de un astillero dedicada a la eólica marina.
Sí, pero fíjese. Esa es una parte donde podemos ser pioneros en renovables y hay otra parte, en cuanto a energía producida y ser un destino turístico más sostenible, donde necesitamos mejorar la infraestructura eléctrica para poder asimilar más energía renovable. Porque el problema que tenemos ahora mismo es administrar la energía renovable. Afortunadamente hay un proyecto, como el de China Soria, que ya está en marcha y que será parte de la solución. Habrá que tomar una serie de medidas y mejorar las redes para que haya puntos de conexión y fomentemos el autoconsumo para evitar quemar tanta energía fósil. Y luego está la parte dónde podemos ser grandes, que estamos a la espera de que se publique para que se pueda sacar una zona de eólica marina. Podríamos tener un nivel importante de energía renovable en el sistema. Y sí, el Puerto puede jugar un papel importante, porque tiene la experiencia como astillero de la industria petrolífera y puede serlo de la eólica marina. Canarias tendría que liderar ese avance.
Hace unos días, Lanzarote se declaraba isla turísticamente saturada. Es evidente que el turismo es clave para nuestra economía, pero igual es el momento de empezar a apostar por la llegada de menos turistas pero que gasten más durante su estancia.
Tiene que ser un sector turístico sostenible, tiene que ser atractivo y tiene que ser sostenible económicamente, medioambientalmente y socialmente. Tiene que tener estos tres elementos. Por lo tanto, hay que trabajar para provocar el menor daño posible. Para lo cual hace falta consumir los menos recursos posibles y lo que se genere, aprovecharlo de la mejor forma posible. Esto va con infraestructuras, con instalaciones que se adapten para ser más eficientes energéticamente. Esa es la apuesta que tiene que hacer Canarias. No se trata de pensar que quiero menos turistas o un mayor gasto turístico, que está muy bien, por supuesto, pero la clave es provocar el menor impacto en el territorio. Lo que se quiere es tener un turismo sostenible en un territorio sostenible en el que además todos trabajemos para que esto dure mucho tiempo y generar riqueza.
El turismo, a través del alquiler vacacional, está ligado al problema del acceso de la vivienda los jóvenes canarios.
Todo lo que se haga deberá hacerse de manera regulada y respetando las condiciones de libre competencia. No se pueden hacer las cosas a lo loco. Si hay irregularidades, hay que corregirlas. Pero reitero: desde el consenso. Todos, insisto que todos, queremos que nuestra tierra sea sostenible, pero de manera regulada. No en base a decisiones perpetradas para posicionarse en un espacio político.
La falta de vivienda afecta también a la industria hotelera, que no encuentra trabajadores que se puedan permitir vivir en zonas turísticas por el precio del alquiler.
Es obvio que hay que buscar soluciones ante los problemas. Lo fácil es señalar y criticar. Pero lo cierto es que gran parte del territorio canario está protegido y muy poco está ocupado por el sector turístico. Nosotros estamos siempre dispuestos a dialogar para dar con una solución, pero no creo esto sea un problema provocado por el turismo. Yo, estos meses, me he sorprendido al ver que se critican a los nómadas digitales. Yo vivo en Teror. Y hace unos días, a primera hora, me tropecé con unos chicos jóvenes británicos. Al verlos tan pronto me sorprendió y les pregunté qué hacían allí. Me explicaron que estaban trabajando en el pueblo, como nómadas digitales. Estaban haciendo vida allí. Se han apuntado al gimnasio, consumen en el comercio local, hacen amistades… Eso es también generar riqueza.
¿Cómo se puede rebajar esta tensión?
Hay que convocar una mesa donde encontrarse, donde hablar, hablar de los temas donde se puedan poner los puntos de vista. Nos enfrentamos al problema y de manera conjunta buscamos las solucione.
Lo hablaba recientemente con un inversor: Canarias ofrece buen clima y rebajas fiscales, pero tiene un problema: la formación de la mano de obra. Muchos señalan la FP Dual como una posible vía para atajar este problema.
Sí, la FP Dual igual tendría que haber empezado mucho antes. Hay que reconocerlo. No hemos hecho los deberes. Nos estamos encontrando con ese problema en todos los sectores, sin excepción. Desde las nuevas tecnologías hasta el transporte pasando por mecánicos. Siento que hay una carencia de mano de obra cualificada y a muchas empresas les está costando encontrar personal. Pero también lo dicen en agricultura. O sea, que tenemos un problema porque no tenemos gente preparada para los trabajos que necesitamos. Entonces habrá que dignificar la formación profesional, habrá que adaptarla para que responda a las necesidades de la empresa. Y mire, vuelvo a lo mismo. La FP Dual es un modelo de colaboración público privada, que incorpore probablemente elementos que tienen en otros lugares como el País Vasco o Alemania. Es cierto que a lo mejor el modelo vasco a nosotros no nos vale por nuestro modelo de economía, pero seguro que tienen cosas que sí que nos valen.
Ángel Víctor Torres ha confirmado que visitará Marruecos los días 15 y 16 de marzo. ¿Qué expectativas tienen de ese viaje?
Tenemos que aspirar a que Marruecos sea un socio comercial importante, de referencia para Canarias y todo lo que sea estrechar lazos con quién es tu vecino es buena señal. Yo creo que eso es obligatorio y hay que trabajarlo para buscar puntos de encuentro e intentar poco a poco limar aquellos donde hay desencuentros. Hay que avanzar pensando que, en el futuro, vamos a seguir estando uno al lado del otro y que durante mucho tiempo vivimos de espaldas a esa realidad. Toca avanzar mucho en las relaciones y conseguir que haya un flujo económico adecuado.