Oro parece, plátano es: el kilo cuesta 1,95 euros en Canarias y la banana americana 1,45 en Madrid

Asprocan señala los costes laborales como factor determinante que permite a la competencia tirar los precios | En 2023, los productores canarios registraron un récord: 440 millones de kilos de plátanos vendidos en España

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En la fila superior, lineales con bananas a 1,45 euros el kilo en cuatro supermercados de Madrid. Abajo, precios del plátano de Canarias en cuatro tiendas de Las Palmas de Gran Canaria. / AH
En la fila superior, lineales con bananas a 1,45 euros el kilo en cuatro supermercados de Madrid. Abajo, precios del plátano de Canarias en cuatro tiendas de Las Palmas de Gran Canaria. / AH

Antes de que el cauce del Barranco Guiniguada quede sepultado bajo la GC-5, varias fincas de plataneras recuerdan el pasado agrícola de Las Palmas de Gran Canaria. A 500 metros de allí, justo al lado, en un Mercadona ubicado en la calle Bernardino Correa, este jueves el kilo de plátanos canarios se vendía a 1,59 euros. Ese precio marca una paradoja que, de entrada, es difícil de entender: era 10 céntimos más caro que un kilo de bananas procedentes de Costa Rica que, ese mismo día, se podía comprar en un Ahorramás del barrio madrileño de Hortaleza.

¿Cómo es posible que un kilo de bananas, cortado a más de 8.500 kilómetros de Madrid, sea más barato en la capital de España que un kilo de plátanos que brotó en una plantación situada a unos kilómetros de cualquier supermercado de Canarias? "El transporte sólo representa, aproximadamente, un 9 % del coste en la producción de la banana", explica al otro lado del teléfono Sergio Cáceres, gerente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), quien añade que "hablamos de una industria que, a pesar de producir lejos de Europa, cuenta con su propia infraestructura, buques que llegan al puerto de Róterdam (Países Bajos) y camiones que recorrern el continente, lo que le permite abaratar costes".

Distribución

"La clave que explica esa diferencia", afirma el ejecutivo canario, "son los salarios, que significan alrededor de un 30 % del coste de la producción. La banana proviene de estados donde los sueldos son muy bajos en comparación, afortunadamente, con España, porque eso significa que estamos en un país más desarrollado. Nuestros estándares laborales, de seguridad y medioambientales son más elevados". "De todas formas", aclara Cáceres, "aunque formen parte del mismo sector, la fruta, el plátano de Canarias y la banana son dos productos diferentes, se puede decir que jugamos ligas diferentes. Nuestro plátano es un producto de calidad y eso lo valora el consumidor".

Plátano de Canarias
Plátano de Canarias. / AH

En un momento en el que se acumulan cinco semanas consecutivas en las que el Gobierno de Canarias ha autorizado, a petición de Asprocan, la realización de picas —se han destruido seis millones de kilos de plátanos— con el objetivo de abaratar el precio del producto en el mercado mayorista y contenerlo en el minorista, el valor de la fruta producida en el Archipiélago supera el coste de la banana americana en los lineales de diferentes supermercados de Madrid. Así lo corrobora una comparación realizada este jueves por este periódico en varias superficies comerciales de Las Palmas de Gran Canaria y la capital de España.

Comparación

El precio de la banana procedente de Centroamérica y Costa de Marfil (África) no varió en cuatro tiendas de Madrid: el kilo, hace 48 horas, se pagaba a 1,45 euros en un Mercadona de Carabanchel, un Ahorramás de Hortaleza, un Aldi de Tetuán y un Dia de Legazpi. Ese coste para un consumidor de la capital de España —con salarios más altos, de promedio, que los de un ciudadano medio de las Islas— es más competitivo que los del plátano de Canarias en cuatro supermercados situados en el centro de Las Palmas de Gran Canaria: en el Mercadona de Bernardino Correa alcanzaba los 1,59 euros; en el Spar de Primero de Mayo se iba hasta los 2,29 euros; y en dos SuperDino —General Bravo y Senador Castillo Olivares— el coste oscilaba entre los 1,97 y los 2,44 euros —respectivamente—.

Domingo Martín Ortega, presidente de Asprocan./ ARCHIVO
Domingo Martín Ortega, presidente de Asprocan./ ARCHIVO

"Hay que tener en cuenta que nosotros somos productores, los precios los deciden los distribuidores", recalcan desde Asprocan, donde admiten que "a pesar de que este año los cambios de precio en origen se notan más rápido en el bolsillo del consumidor, seguimos insistiendo para que esa variación se haga con más celeridad". Esa reflexión va ligada con los resultados del último Índice de Precios Origen-Destino (IPOD), el de agosto, en el que el plátano registró el aumento de precio más alto: un 666 % —desde los 29 céntimos que se pagaban al agricultor hasta los 2,22 euros de media que la fruta costaba en los lineales de los establecimientos comerciales de España. "Pedimos mayor agilidad en esos ajustes", reconoce Cáceres, "porque eso nos ayudaría dar salida a fruta que se acumula y permitiría agilizar la cadena de distribución".

Récord

En 2023, los productores canarios registraron un récord: 440 millones de kilos de plátanos vendidos en España. Su valor en el mercado rondó los 930 millones de euros, cifra que corresponde a un 60 % de la cuota del negocio —la banana ingresó algo más de 400 millones—. En origen, a los productores canarios se les compró el producto a un precio medio de 0,83 euros el kilo, coste mayorista similar al de la banana (81 céntimos). Fue el consumidor quien pudo apreciar la diferencia: el plátano canario se vendió a una media de 2,11 por kilo en destino final y la banana a 1,41 euros.

Un año después, la escalada de los costes de producción y la competencia de la banana importada —que actúa como marca de destribición, lo que le permite mantener los precios bajos— dejan al plátano de Canarias, un producto que recibe subvenciones al transporte, el agua por el POSEI, en una situación crítica para su viabilidad.