La COVID-19 llegó hace casi cinco años para cambiarlo todo. Las consecuencias sanitarias fueron devastadoras al acabar con millones de vidas o saturar el sistema de salud como nunca antes había ocurrido. Nada que usted, querido lector, no sepa después de un lustro en el que ha habido confinamientos, toques de queda, vacunaciones masivas y mucho miedo a lo desconocido. Pero la pandemia también puso en jaque la actividad económica de todo el planeta, una realidad a la que Canarias no es ajena porque casi 14.000 empresas han visto lastrada su actividad.
La cifra exacta de compañías que se han visto afectadas en las Islas por la crisis que empezó a fraguarse en 2020 asciende a 13.511. Enrique Hernández, presidente de la Plataforma de Empresarios del Archipiélago, asegura en una entrevista concedida a Atlántico Hoy que esperaban salir reforzados una vez pasara el tiempo y recibieran las ayudas. Creían que iban a tocar fondo para salir adelante con más fuerza, pero “la crisis ha sido mucho más profunda de lo que se esperaba”. En definitiva, se han visto superados por un contexto que no se lo ha puesto fácil a nadie.
Cifras
La Consejería de Economía del Gobierno regional, encabezada por Manuel Domínguez, aportó el pasado mes de octubre datos sobre entidades activas entre el año que empezó la pandemia, cuando el número era de 152.756; y el 2023, momento en el que habían caído a 139.245. El documento, que ha podido consultar este periódico, se elaboró en respuesta a una pregunta formulada por la diputada de la Agrupación Socialista Gomera (ASG) Melodie Mendoza.
En el mismo informe, el Ejecutivo autonómico detalla, en consonancia con lo expuesto por Hernández, que “en los últimos cuatro años, la coyuntura económica tanto en el Archipiélago como a nivel global ha sido afectada por la pandemia”. El presidente de la Plataforma de Empresarios de Canarias explica que las pymes y las micropymes —todas aquellas compañías que están por debajo de los 249 trabajadores— venían “muy tocadas” al ser estructuras pequeñas que durante la COVID-19 se vieron muy afectadas.
¿Quién genera el progreso?
Merece la pena resaltar que en España, país donde hay unos tres millones de compañías, más del 95% son pymes o micropymes. Si se extrapola a las Islas, el mismo porcentaje cuenta con menos de 10 empleados. La economía ha ido mejorando a medida que la pandemia quedaba atrás, pero podría ser importante reflexionar sobre cómo se está produciendo ese progreso.
“¿Son las pequeñas empresas las protagonistas o ese crecimiento económico del que nos están hablando las grandes Confederaciones está producido por entidades grandes?”, se pregunta Hernández.
¿Activas o extintas?
“Una cosa es que salgamos adelante y otra que lo hagamos los mismos que estábamos antes”, señala el empresario. Bajo su punto de vista, la caída de empresas activas en cuatro años es brutal porque son entidades “que no han facturado nada, que no han generado contabilidad y que no presentan las cuentas del registro”.
“Es un dato importante”, añade. Además, matiza que no se deben mezclar los conceptos de empresas activas y extintas porque las segundas solo hacen referencia a las que se han borrado del registro mercantil. El gran porcentaje de las que han perdido su actividad se dedica al sector servicios porque supone la mayoría de compañías en el Archipiélago. “El número de industriales y del sector agrario va a ser meramente anecdótico”, expone.
Mantener las empresas
Hernández pone sobre la mesa que Canarias cerró el primer semestre de 2024 en el ranquin de las regiones que más empresas crearon, pero para él se debe poner el foco en otra perspectiva: la clave no está en fundar nuevas compañías, sino en mantenerlas una vez nacen.
“El problema es pagar los impuestos una vez que ya llevas un tiempo y las ayudas o cuando la capitalización ya no te da para pagar nada. Aunque tú empresa tenga futuro y proyección, el entorno ahora mismo no te acompaña”, subraya.
"Muriendo poco a poco"
Volviendo a las empresas lastradas por la pandemia, señala que, aunque la administración pública ayudó inyectando dinero, ahora esas partidas hay que ir devolviéndolas. “Te salvaron de morir, pero ahora estás muriendo poco a poco”, lamenta.
De cara a la ciudadanía, asevera que no es nada positivo porque “acceder a un puesto de trabajo en un tejido empresarial boyante es interesante para el empleo, pero cuando nos topamos con una situación así en la que las empresas no tienen capacidad económica para contratar, ni siquiera para mantener al personal, es negativo”.