Los canarios y canarias tienen que apretarse cada vez más el cinturón. El nuevo contexto de inflación hace que tanto Cáritas Diocesana de Canarias como el Banco de Alimentos estén notando un aumento del número de personas que requieren de los servicios de ambas instituciones. El carácter solidario de los organismos se está viendo resentido por los precios elevados en los costes de alimentos y otros productos de primera necesidad.
Gonzalo Marrero, director de Cáritas Canaria, asegura que hay dos perfiles que en Cáritas ya son dominantes. "Uno es la mujer que vive sola con dos menores a su cargo, no tiene trabajo, no tiene formación, no terminó la Educación Secundaria Obligatoria y no tiene ayuda", explica. "Y por otro lado un nuevo perfil que va en aumento que es el de trabajadores pobres. Que trabajan, tienen un salario, pero con lo que ganan no pueden cubrir los gastos mensuales que tienen", dice.
Aumentan las personas en exclusión
En 2019, Cáritas atendió a un total de 24.785 personas. Durante la pandemia el número subió hasta 45.331. Y al superar lo peor de la crisis sanitariha seguido aumentanndo hasta los 53.186 y desde el año 2008, las familias no han recuperado su nivel económico previo a la crisis financiera.
En tan solo dos años, Cáritas atendió a un 55% más de personas. "La situación de crisis económica motivada por la guerra entre Rusia y Ucrania y el impacto que ha tenido en la inflación y en los productos básicos como es la energía, los alimentos, a nivel del Estado, ha supuesto el incremento del 30% y en Canarias estamos entre un 30 – 35%. Eso afecta a toda la ciudadanía", recuerda Marrero.
Los perfiles emergentes y la nueva Ley de Familias
Las mujeres solteras con dos hijos a su cargo son las que ocupan la mayoría de los servicios en Cáritas Canarias. "Este perfil es el que ahora mismo define más de la mitad de las personas que atendemos", afirma el director de la institución. La Ley de Familias va en consonancia con esta realidad social, y pretende considerar a las familias monoparentales formadas por un padre soltero o una madre soltera a cargo de dos o más hijos como familias numerosas.
La Asociación de Madres Solteras Por Elección (MSPE) aseguró a Atlántico Hoy que "la nueva medida abandona al 70% de las familias monoparentales". Sin embargo, ese 30% constituye el perfil que más necesidad presenta de cara a los datos de Cáritas. Ahora podrán beneficiarse de una serie de ventajas económicas.
Por otra parte, otro de los perfiles emergentes que llaman la atención a las asociaciones y entidades sin ánimo de lucro son aquellas personas que tienen un empleo, pero a los que el salario no les permite llegar a final de mes. Se trata de una realidad de la que advertía Cruz Roja y que corrobora también Cáritas. Isaac Díaz, presidente de la institución humanitaria en la provincia de Las Palmas, se mostró preocupado “por las personas que están trabajando y que por culpa de la inflación no pueden llegar a final de mes”.
El director de Cáritas Diocesana de Canarias ha reflexionado al respecto sobre la importancia de "romper la demagogia de que 1.000 euros son suficientes para vivir". "Para na familia de cuatro personas que paga 500 o 600 euros de alquiler, los mil euros se les convierte cada mes en 600 y ahora con esos 600 hay que pagar el agua, la luz, el internet, la alimentación, la vestimenta, etc.", recuerda.
Menos dinero y menos recursos
Cáritas y el Banco de Alimentos son dos de los organismos que prestan ayuda a los ciudadanos de manera solidaria, pero ahora son ellos los que hacen un llamamiento a la población para que apoye en este contexto de inflación a las instituciones que pretenden velar por las necesidades básicas de las personas vulnerables.
"Nosotros estamos atendiendo entre 17.000 o 20.000 personas actualmente. Va variando porque las circunstancias siempre son distintas", dice Pedro Llorca, presidente del Banco de Alimentos de Las Palmas. Asegura que el número de beneficiarios ha aumentado notoriamente. La subida de los precios en los alimentos es la pesadilla a la que se enfrenta la asociación. "Antes comprábamos la leche a 0,50 euros y ahora no hay leche. Estamos intentando conseguir leche desde los grandes productores en Galicia porque hay muchas empresas lácteas, pero en muchos casos ellos tienen que priorizar a las grandes cadenas porque son sus clientes habituales, y ahí empieza la pelea por el valor del producto. Actualmente la compramos a 0,85 o 0,90 euros".
El incremento del coste en la producción de los alimentos se nota no solo en los propios ganaderos, sino también en el bolsillo del cliente. "Esa diferencia entre 0,50 a 0,90 provoca un detraimiento de la cantidad de leche que podemos repartir, pero tendremos que ajustarnos todos", lamenta Llorca. La leche es solo un ejemplo de los cambios que viven las instituciones solidarias de a pie y las carencias cada vez más latentes.
Recientemente, Cáritas Diocesana de Canarias ha indicado que necesita de la solidaridad de la ciudadanía y de las instituciones para atender en las fechas navideñas el incremento de personas que están en situación de exclusión en las islas. En un comunicado, reconoce que tiene serias dificultades económicas para atender la creciente demanda de personas que se acercan en busca de ayuda.