La quiebra del turoperador alemán FTI Group está removiendo al sector turístico de Canarias, pues la compañía en 2023, por ejemplo, tuvo un impacto económico en las Islas de 800 millones de euros, con hoteles repartidos en Fuerteventura, Gran Canaria, Lanzarote y Tenerife. A pesar de ello, el presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales, se muestra tranquilo.
Morales, durante la visita al futuro Museo de Bellas Artes insular, señaló que no se encuentran “excesivamente preocupados” ante esta situación y que el impacto que tendrá la desaparición de esta compañía en la isla no será “considerable”,
"Era algo previsible"
La preocupación por parte del Cabildo se debe a que FTI es “un operador que en estos momentos portaba menos de un 12% del conjunto del turismo alemán a Gran Canaria”, indicó Morales, quien apunta que “es verdad que afectará de manera directa a algunos empresarios de la zona”, pero desde la institución “ya veíamos venir esta situación”.
El presidente atestigua que “era algo previsible” e incluso que “una parte importante de otros operadores de empresas medianas y pequeñas, que operan también con el sector y con Alemania, ya venían asumiendo los déficits” de este grupo. Es por ello que expone que “el impacto en Gran Canaria no es importante”.
FTI Group es el tercer turoperador más importante de Europa y cuenta con inversiones en una treintena de hoteles del Archipiélago. El año pasado movió unos 500.000 turistas hacia las Islas. Ahora, la compañía ha pedido la apertura de un procedimiento de insolvencia en un juzgado de Primera Instancia de la ciudad alemana de Múnich. Su quiebra podría afectar a unos 1.500 trabajadores de las islas o, al menos, es el dato que se aproxima desde el sindicato de Comisiones Obreras.