La Mano del Mono se creó para darle un giro de 180 grados al negocio turístico en México. El proyecto colabora con más de 650 empresas de comunidades rurales e indígenas para que puedan complementar sus medios de vida de autoconsumo con el dinero que genera la llegada de visitantes. El enfoque de la iniciativa es, en todo momento, evitar la masificación y respetar el medioambiente.
Mauricio Miramontes, su cofundador y coordinador de Alianza, concede una entrevista a Atlántico Hoy tras llegar a Gran Canaria para recoger el galardón al compromiso social en la gala de los Premios Tourinews que tuvo lugar este jueves en el Hotel Santa Catalina. Su trabajo ha impactado positivamente en más de 9.100 familias en México, Honduras y Guatemala.
Dificultades
Pone sobre la mesa que más del 30% de los visitantes está buscando contacto con la naturaleza y contacto con la cultura “y ahí está el gran potencial”. “México recibe 40 millones de turistas al año internacionales. La oportunidad es enorme y claro que hay otros espacios de dificultades, que es justo en lo que trabajamos”, apostilla.
Llevan más de 15 años, según su página web, “creando impactos globales a través del turismo”. Además, aseguran que sus servicios “están diseñados para impactar en problemas estructurales y crear cambios duraderos”. “Nuestro equipo está formado por un equipo interdisciplinario de amplia experiencia y expertos en facilitación; con presencia en Latinoamérica”, añaden.
[Pregunta] Iniciativas como la de ustedes ponen el foco en el turismo y las comunidades indígenas, permiten recordar que el turismo no es solo estar en un resort o en la playa. Hay vida más allá para conocer. ¿En qué consiste La Mano del Mono?
[Respuesta] Sí, claro. México es, en Latinoamérica, el quinto país con más diversidad de naturaleza y con más diversidad cultural. El lujo, más allá de la infraestructura, es conectar con esa riqueza cultural. En La Mano de Mono somos un equipo que facilitamos que las empresas de comunidades rurales indígenas puedan complementar sus medios de vida, como la agricultura o la pesca, con el turismo.
¿Cuál es el objetivo del proyecto?
Que el turista que llega a un sitio megarico y megadiverso también pueda disfrutar de esta cultura y esta naturaleza. En La Mano del Mono lo que hacemos es unir manos locales y crear impactos globales a través del turismo. Con esto facilitamos que se disminuya el deterioro de la naturaleza, se fortalezca la cultura y que la experiencia del visitante sea más rica.
¿De la mano de quién trabajan?
Nosotros trabajamos con más de 650 empresas de base comunitaria. Son de grupos rurales o indígenas que viven dentro o al lado de áreas naturales. Con nuestros procesos los ayudamos a conectar con socios comerciales que están trayendo visitas y eso significa ingresos, empleo, disminución de migración y economías que no requieren destruir bosques o selvas.
¿Cuál es la relación que mantienen con las grandes empresas turísticas del país? En situaciones así pueden surgir conflictos de intereses.
Como en todo, hay áreas de mucha alineación y de mucha colaboración y por supuesto que también hay áreas de conflicto, pero el mercado está cambiando.
¿Usted cree?
Sí, a la gente le gusta tomarse una Coronita [una popular marca de cervezas mexicana] y una margarita en la playa, pero también está buscando otra cosa. ¿Y dónde puede encontrarla? En las comunidades con cultura y con naturaleza. Hay una complementariedad muy fuerte con el turismo convencional de hotelería y agencias de viaje con esta otra oferta que está emergiendo.
Hábleme de cifras.
Más del 30% de los visitantes está buscando contacto con la naturaleza y contacto con la cultura y ahí está el gran potencial. México recibe 40 millones de turistas al año internacionales. La oportunidad es enorme y claro que hay otros espacios de dificultades, que es justo en lo que trabajamos. Uno de ellos es el market readiness como lo llamamos nosotros. Es un concepto sobre cómo de preparados están para acceder al mercado.
¿Lo están?
Lo cierto es que el 85% de esas empresas no están listas. Es mucho a pesar de que hay un gran número de oportunidades. Nosotros hemos impulsado la plataforma de Market Ready Tourism, que es una guía para facilitar que empresas y destinos de turismo emergente estén listos y conectados con sus mercados.
Canarias, como destino turístico de sol y playa, no es ajena a los retos de sostenibilidad. De hecho, ya se han empezado a plantear medidas para evitar la masificación de vehículos en espacios naturales como el Roque Nublo (Gran Canaria) o Masca (Tenerife). ¿Qué puede aprender el Archipiélago de un proyecto como La Mano del Mono?
Compartimos esas realidades. México principalmente lo que vende a los turistas internacionales es sol y playa. Una de las cosas que lanzamos justo este año se llama Reserva Natura y es una plataforma para el manejo sostenible de visitantes en destinos de naturaleza. ¿Para qué sirve? Imagina que como visitante, por un lado, puedes encontrar las distintas opciones de áreas naturales. Recibir toda la información, hacer pagos sencillos y seguros y sabes que vas a llegar a un destino que no va a estar masificado porque se va a respetar el límite de visitantes que puede recibir esa área natural.
Aunque la cosa no queda ahí.
Y por el lado de los canarios, los gestores de estas áreas naturales tienen las herramientas para respetar capacidades de carga. Se facilita que este visitante contribuya económicamente porque está disfrutando el área a esos costos que hoy en Canarias y en México están externalizados. Me refiero al manejo de residuos sólidos o de aguas residuales. Hay incendios por el turismo, las dunas se degradan, etc. Un montón de costos que terminan absorbiéndolos la comunidad hoy. Entonces, de esta forma, el visitante también aporta económicamente para cubrirlos.
¿En qué punto están?
Eso estamos arrancándolo en México con observación de ballenas: ¿cuántas embarcaciones son sostenibles para estar observando y disfrutando de verlas? Y también con la mariposa monarca, que es una mariposa que migra desde Canadá hasta México: ¿cuántos turistas es sostenible que puedan ver millones de ellas en el bosque? Eso es totalmente replicable al contexto de Canarias.
Un tema que ha generado debate en las Islas es si se debería aplicar una ecotasa para los visitantes. El Gobierno de Canarias no está por la labor porque sería inconstitucional no cobrársela a los residentes que visiten otros puntos del Archipiélago. ¿Hay que hacerlo de todas formas?
En México la solución es que el local no paga. Quien quien tenga una identificación del estado, es su área, el patio de su casa y lo disfruta. El que paga es el turista que viene de fuera de vacaciones y viene a disfrutar. Es un costo directamente asociado a mi visita. Yo tomo mi desayuno, uso el guía, uso el transporte, dejo residuos y aguas residuales.
Entiendo que entonces para usted la ecotasa, en un territorio como Canarias, es fundamental.
Es fundamental. ¿Si no con qué presupuesto manejamos el costo que hoy está externalizado del turismo? La respuesta es un sí absoluto. Más allá de ese flujo económico que se genera para el manejo del destino. Es gobernanza. Cómo entre sector privado, sector público y social elegimos reinvertir ese dinero. ¿Qué significa en México? Restauración de arrecifes. El 70% de los arrecifes está muerto, es muchísimo. No podemos conseguir ese ritmo. Restaurar arrecifes no es gratis, cuesta. ¿De dónde salimos? Y el turismo contribuye a la degradación de arrecifes, desafortunadamente.
De lo contrario, se llegaría al límite.
Hay una serie de factores que degrada nuestra naturaleza, que es la esencia por lo cual viene el turista y si no la logramos regenerar se acaba todo.
¿El sector turístico está preparado para hacer frente a los retos de sostenibilidad y cambio climático?
No, yo creo que todavía estamos aprendiendo. Estamos construyendo las soluciones conforme estamos viviendo los retos a un ritmo muy acelerado. La masificación turística de ciertos destinos de naturaleza lleva años ocurriendo y estamos respondiendo hoy.
¿Llegamos tarde?
Yo creo que llegamos a tiempo, lo que pasa es que respondemos a lo que sentimos.