Pinchazo en la convocatoria y turistas increpados marcan la manifestación en Maspalomas

Según datos de la Delegación del Gobierno, 1.500 personas salieron a la calle este domingo en Maspalomas en la manifestación para pedir un cambio de modelo turístico

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Un grupo de manifestantes increpa a los turistas alojados en un hotel / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO
Un grupo de manifestantes increpa a los turistas alojados en un hotel / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO

Hace justo seis meses la expectación era máxima. Por primera vez en la historia de Canarias, los colectivos unían fuerzas para levantar la voz con el objetivo de pedir otro modelo turístico en el Archipiélago. Creen que es posible y así lo defienden. Salieron a las calles el 20 de abril en todas las islas a la misma hora con una capacidad de convocatoria importante. En Gran Canaria, según la Delegación del Gobierno, aquel día hubo 4.500 personas en el paseo de Las Canteras. Este domingo, la misma manifestación celebrada en Maspalomas, no pasó de los 1.500 asistentes —la organización lo cifra en 5.000, pero hace medio año contaron hasta 50.000—. Los números, a simple vista, evidencian un pinchazo. Puede haber muchas hipótesis, aunque la más comentada entre los presentes fue la lejanía del sur respecto a la capital. 

El palacio de congresos Expomeloneras fue el punto de encuentro para después partir hacia el faro de Maspalomas. Allí la gente sacaba a relucir sus banderas, exponía con orgullo sus pancartas y otros ultimaban los detalles. Es el caso de Alberto González, un joven que, rotulador en mano, no duda en comentar a Atlántico Hoy que su generación ha visto cómo la isla ha ido destruyéndose cada vez más. “Ya no podemos acceder a las playas que iban nuestros padres, nos parece inasumible vivir en alquiler, es insostenible la situación”, dice. El ambiente iba en sintonía con sus palabras porque el hartazgo protagonizó la velada. 

La manifestación saliendo de Expomeloneras / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO
La manifestación saliendo de Expomeloneras / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO

"Que se valore mi tierra"

El cansancio por la saturación se percibió casi de principio a fin a pesar de que el número de asistentes no fuera tan alto como el de abril. Los organizadores están satisfechos con el resultado de la manifestación porque, en palabras de Eugenio Reyes, portavoz de Ben Magec y del 20-O en Gran Canaria, “el objetivo era empezar a identificar los puntos conflictivos de la hoja de ruta”. “Tenemos que comenzar a visualizar sitios concretos, va a haber un otoño de movilizaciones, queremos un turismo sostenible”, aseguró en declaraciones a los medios de comunicación.

Una de las máximas que resaltan quienes apoyan las marchas es que no van en contra de los turistas, sino en busca de un modelo que no perjudique ni a los canarios ni al territorio. “Solo quiero que se valore mi tierra”, se podía leer en una de las pancartas. Eso sí, haber organizado el evento en un entorno repleto de visitantes y hoteles como Maspalomas hacía temer algún incidente o palabras dirigidas directamente a los extranjeros que están pasando unos días en la Isla. Nada más entrar al paseo del faro, se cumplieron los presagios. El ambiente, que hasta el momento había sido hasta festivo, se volvió durante unos minutos algo más tenso. 

Manifestantes se dirigen a un grupo de turistas almorzando / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO
Manifestantes se dirigen a un grupo de turistas almorzando / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO

Enfrentamiento con turistas

“Tourists, go home” [turistas, váyanse a casa]; “‘motherfucker!’” [¡gilipollas!]; “el agua para las papas, no para las piscinas”; fueron algunas de las frases que un grupo de manifestantes dirigió, acompañadas de cortes de manga, contra un tumulto de visitantes que miraban incrédulos desde el balcón de un hotel —quienes, como respuesta, se limitaron a saludar o lanzar algún beso —. Unos metros más adelante, el trabajador de un restaurante se encaró con otro que portaba una pancarta por, al parecer, estar sacando fotos al interior del local. Pasados unos minutos, las aguas regresaron a su cauce. En la organización le restan relevancia, dado que, bajo su punto de vista, fueron hechos aislados. 

Antes de emprender la marcha, cuando nada de eso había pasado aún, Andrea Benítez comenta mientras se resguarda del sol abrazador que la población está siendo testigo de una sobreexplotación de los recursos “para personas que no están aportando nada”. “Que se haga de una manera controlada y consciente. No venderlo al mejor postor como si fuera comida basura”, asevera. “Queremos poder seguir viviendo aquí, el turismo y la masificación lo está destrozando todo”, afirma, por su parte, Adrián Santana, otro de los manifestantes.

Un grupo de manifestantes posa con sus pancartas / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO
Un grupo de manifestantes posa con sus pancartas / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO

"No hay futuro"

Por el camino, a pesar de lo ocurrido al entrar al paseo, reinó el buen rollo y el ambiente familiar. Canciones a favor de la causa a ritmo del folclore canario, padres con sus hijos pequeños en carritos y la certeza de que estaban siendo comprendidos por todos ocuparon la mayor parte del recorrido. Todo en medio de varios cánticos en contra de la patronal turística en un tono más tajante. “Madre mía”, se escuchó decir a un taxista apoyado en su coche. Mientras, trabajadores de tiendas turísticas, se limitaban a mirar y, el más atrevido, grababa con el móvil. “No nos mires, únete”, se les espetó. 

Fátima y Juan Carlos son un matrimonio, jubilados los dos, que no dudaron en dedicar su domingo a estar en Maspalomas. “No hay futuro para nuestra gente, no hay trabajo. Nosotros estamos aquí haciendo fuerza, queremos un mañana para nuestros hijos y nuestros nietos”, exclamaron a este periódico. Manifestaciones de este tipo, desde luego, trascienden generaciones. Enrique Reina, un joven decidido a luchar por las injusticias, es claro: “No es que queramos un cambio, sino que es necesario un cambio. Antes nos explotaban en las tomateras y ahora con las bandejas en los hoteles. No queremos más miseria, sino vivir dignamente aquí”. 

Manifestantes llegando al faro / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO
Manifestantes llegando al faro / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO

Contra el Gobierno

No faltaron tampoco mensajes para el Ejecutivo regional. Al presidente le dedicaron consignas como Clavijo, escucha, Canarias está en la lucha. También se oyeron otras como gobierno, atiende, aquí ya vive gente o el gobierno de Canarias es una inmobiliaria. Uno de los problemas transversales existe es la vivienda. Los pisos turísticos, los altos precios del alquiler o la escasez de oferta están haciendo evidente que, como reza el lema de los organizadores, Canarias tiene un límite. 

“En estos seis meses las autoridades no han hecho nada. No están tomando ninguna medida para que los canarios tengamos acceso a la vivienda desde un punto de vista más sostenible. Hay que decirle al Gobierno que se ponga las pilas. Es insostenible que con 18 millones de turistas,  750.000 personas estén dentro de las franjas de pobreza”, opina Mario Marrero, vicepresidente de La Vinca Ecologistas en Acción.

Turistas observan la manifestación desde un hotel / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO
Turistas observan la manifestación desde un hotel / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO

"Rumbo hacia el futuro"

Noelia Sánchez, del colectivo Ben Magec, fue la encargada de leer el manifiesto a los pies del faro. “Nos reunimos para alzar nuestras voces en defensa de nuestro hogar, que nos sirva de brújula para poner rumbo hacia el futuro”, subrayó. 

“Es una lucha por nuestro patrimonio cultural y por una vida digna para las personas que aquí habitamos. Por el bienestar de la comunidad e integridad de nuestros barrios, reivindicamos más presencia de los colectivos sociales. Es hora de que nuestras voces sean escuchadas y nuestras necesidades atendidas. Tomaremos las calles todas las veces que sea necesario”, sentenció.

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