De repente el día señalado en el calendario llegó, ese esperado 20 de abril, fecha que no ha parado de repetirse en boca de colectivos, partidos políticos, patronales y población. Este sábado en todas las islas que conforman el Archipiélago, la población se ha unido en contra del modelo turístico que rige Canarias.
En Gran Canaria, las calles de la capital han sido el escenario de la protesta ciudadana con una avenida de Las Canteras muy distinta a lo habitual, ya no tan llena de turistas ni con ese aire sosegado de pasear y darse un bañito. Hoy tocó tomar la calle para gritar que “Canarias no se vende, se ama y se defiende”.
“Esto es algo histórico”
A los pies del Auditorio Alfredo Kraus, incluso mucho antes de las 12:00 horas - hora de convocatoria de la manifestación- las personas fueron llegando, al sonido de los buzios resonando entre el bullicio, cargadas de banderas tricolor y la amazig, y pancartas con mensajes tales como “¿Vivimos del turismo o sobrevivimos a él?” y “¿A dónde va el dinero del turismo?”que en pocas palabras y sobre un cartón reclaman ese cambio de modelo en busca de un futuro distinto para las Islas, alejado de la llegada masiva de turistas.
Muchos carteles también gritan el mensaje que da nombre a la manifestación “Canarias tiene un límite” y “Canarias se agota”. Se alzan sobre las cabezas de las personas asistentes que parecen tener jiribilla ante un evento como el que se está viviendo este sábado. Se escucha como alguien plantea que “esto es algo histórico”, quienes esperan que “esto no quede en nada y sea escuchado”, y quienes con el corazón emocionado se llenan de orgullo, “nunca me sentí tan canaria”.
También las personas presentes se mensajean con otras, esperando a que lleguen. Las carreteras de la zona de Mesa y López y alrededores de Guanarteme están colapsadas, y las guaguas repletas de gente. En un grupo de amistades alguien bromea diciendo que es la primera vez que no le molesta haber tardado tanto en encontrar aparcamiento por la zona.
Un pueblo que quiere ser escuchado
En la marea de protesta ciudadana en defensa del Archipiélago no se hace en esta ocasión distinción de colores ni franjas de edad. Los y las habitantes de Gran Canaria se unen “en una sola voz”, al unísono de las demás islas, para apuntar al mismo problema que queda expuesto en las consignas que se escuchan entre palmadas y bucios, primero de una persona y luego repetidas por la multitud.
Entre estos gritos de protesta se nombran a las kellys y su situación laboral - “turista lo que caga, lo limpia una explotada” -, se critican a los políticos “vendidos a los empresarios”, se denuncia la construcción en las Islas pidiendo “menos cemento y más fundamento”, se apunta al Gobierno de Canarias que “es una inmobiliaria” y también se nombra al actual presidente del Archipiélago, “Clavijo, escucha, el pueblo está en la lucha”.
Un pueblo que “se levanta” en reclamo de su tierra “de norte a sur, de este a oeste” porque “Canarias no se vende, se ama y se defiende”. Son todas las personas que desean ese cambio, que se criaron aquí y no se van a ir, “soy de aquí y aquí quiero morir”. Desde la gente joven, que lleva pancartas con lemas del artista canario Cruz Cafuné - que en su concierto en Tenerife hizo un llamamiento a ir a las manifestaciones - hasta quienes se están perdiendo el partido de la UD Las Palmas por defender el Archipiélago, “arriba d’ellos”, llevando la camiseta del equipo.
Exigencias contra el modelo turístico
En una Plaza del Pilar arrebatada, los asistentes se aglomeran a la escucha del manifiesto. “Nos dicen que vivimos del turismo, pero hace décadas que el turismo vive de nosotras”, vocifera la portavoz de uno de los colectivos organizadores por el micrófono, todo ello acompañado de los datos de pobreza en Canarias, de ejemplos de los macroproyectos que se desarrollan en cada isla y “la administración ha facilitado que se hagan”, la emergencia hídrica frente “a las piscinas de los hoteles llenas”, la dificultad del acceso a la vivienda a raíz del alquiler vacacional entre otras razones…Reclama así “el derecho a vivir aquí y ahora”.
Las denuncias son seguidas de exigencias y peticiones. La principal, el cambio del modelo turístico masivo de sol y playa por uno sostenible; la aplicación de la ecotasa para cubrir el impacto social y económico; una transición energética y justa “al servicio de la gente y no de las multinacionales”; el fomento de la agricultura, la ganadería y la pesca para “garantizar la soberanía alimentaria”; la moratoria turística y vacacional, así como la “urgente” regulación de la compra de vivienda de personas no residentes. “Basta ya de excusas, Canarias tiene un límite”, concluye el manifiesto.
El comienzo de todo
Con Guanarteme repleto de gente, se cumple la esperada manifestación a la que según la organización han acudido 50.000 personas, la Delegación del Gobierno estima que 4.500 y la Policía Nacional calcula 15.000 asistentes. Una diferencia grande entre números, pero que en las imágenes y vídeos queda presente la movilización porque como dice una de las personas presentes en la Plaza del Pilar, Nisa, “los canarios por nuestra tierra nos unimos”, orgullosa de “defender lo nuestro”. “No es turismofobia, es contra este modelo de negocio”, manifiesta la asistente.
Así finaliza la que Víctor Suárez, miembro de uno de los colectivos convocantes, considera “una jornada histórica” con “un éxito en todas las islas” siendo “la representación de ejercicio de fuerza y unión social de todo el pueblo”. Para él “ya ganamos las calles y el discurso” y “esto no acaba aquí”. Este sábado “es el primer ejercicio de demostrar las problemáticas”, será a partir del 21A - 21 de abril, día después a la manifestación - “cuando empieza todo”.