Al comienzo de la legislatura, en 2019, la inflación no suponía el problema que es hoy. A pocos días de las elecciones los precios mantienen su incremento, con la alimentación a la cabeza en Canarias, comunidad que ha sufrido especialmente este alza. Sin embargo, hace cuatro años el índice en las Islas era solo del 97,538 y los sectores que lideraban la inflación eran la comunicación y el ocio y la cultura, a diferencia de la situación actual donde los precios han subido especialmente en sectores fundamentales para la vida. Actualmente el índice alcanza el 112,065, según los datos del Índice de Precios al Consumo.
Desde que los precios han experimentado el incremento potenciado por la pandemia y por la invasión en Ucrania, las Islas Canarias se han mantenido como una de las comunidades que más han sufrido este aumento. A estos factores se suman la insularidad como factor territorial favorecedor del aumento.
De la comunicación a los alimentos
Justo esta legislatura es la que ha experimentado el aumento de los precios, con el mes de julio de 2021 como punto de inflexión en la evolución. Si antes de esta fecha los precios estaban en paulatino crecimiento, después de ella el incremento fue mucho más notable, especialmente en indicadores fundamentales como la alimentación, que ha alcanzado su máximo el pasado abril.
Pero en mayo de 2019 la situación era considerablemente diferente. Entonces, el indicador con el índice más alto era el de vestido y calzado, aunque los precios de este ámbito son cíclicos con subidas y bajadas por las temporadas. Le seguían las comunicaciones, el ocio y la cultura, los muebles y artículos del hogar y la enseñanza.
Entonces los gastos en vivienda y energía, transporte, alimentos y restaurantes y hoteles mantenían los índices más bajos, a diferencia de la situación actual, que están en lo más alto, aunque a diferentes escalas. Esta cuestión que mantiene en lo alto a los indicadores de los productos de primera necesidad es la que ha despertado especialmente la preocupación de las patronales y sindicatos, que se han mostrado preocupados por cómo afecta a los hogares y al consumo.
Vivienda y transporte
En materia de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles la evolución de los precios comenzaron el aumento en enero de 2021, pero el incremento más acusado se dio en marzo de 2022 cuando el índice alcanzó su máximo histórico, llegando al 120,326. Un año después este índice ha disminuido en 19 puntos y ha registrado 101,248 puntos. Con la bajada del último año este indicador se acerca más a la cifra que tenía al comienzo de la legislatura, cuando era del 93,178.
Los precios del transporte también han han aumentado a lo largo de la legislatura, acompasado por el auge de los combustibles. Mientras que en mayor de 2019 era del 95,792 los últimos datos del INE, indican que ahora es del 113,145. Pero llegó a estar a más de 115 cuando en marzo de 2022.
Estos datos reflejan que desde el comienzo de la legislatura los precios que tiraban de la inflación han dado un vuelco. Si hace cuatro años eran los precios de la ropa los que tenían los índices más altos, ahora y especialmente tras la pandemia, la crisis de desabastecimiento de semiconductores y la invasión en Ucrania, quienes tienen los mayores índices son sectores de necesidad como la alimentación o el transporte.