Una temporada de invierno muy dura
Aunque es difícil predecir lo que pasará a partir de noviembre, Gándara prevé una temporada de otoño e invierno "muy dura", con una oferta equivalente a un 40 % de la de 2019 y entre un 30 % y un 35 % de los pasajeros de hace un año, lo que supone entre un 70 % y un 65 % menos.Al respecto, ha añadido que las compañías todavía no han adaptado las programaciones para este invierno a los niveles de la demanda previstos, a la espera de la reciente decisión de la Comisión Europea de relajar la norma de los slot (permisos de aterrizajes y despegues).En julio y agosto, solo voló en España un 24 % y un 30 % de los pasajeros que lo hicieron en 2019, respectivamente, y se registraron un 40 % y un 55 % de operaciones respecto a las del año anterior, cada mes.La demanda se ha contraído a partir de las restricciones que se han sucedido en distintos países desde que, a finales de julio, Reino Unido recomendase no viajar a España e impusiera una cuarentena, ha agregado.La incertidumbre que ha generado esta situación entre los consumidores ha provocado un desplome de la demanda, impidiendo levantar el vuelo a las compañías en agosto, un mes en el que se confiaba en una mayor actividad aérea, y ensombreciendo la incierta campaña de invierno.Este escenario también se ha producido a nivel europeo, donde se observa en verano una mayor caída en el número de pasajeros, del 81 %, que en el de vuelos, del 64 %.Las compañías aéreas se encuentran en una situación de supervivencia, con unas perspectivas para la temporada de invierno y de cierre de año que "alejan el horizonte de la recuperación", ha lamentado.La incertidumbre que ha generado esta situación entre los consumidores ha provocado un desplome de la demanda, impidiendo levantar el vuelo a las compañías en agosto, un mes en el que se confiaba en una mayor actividad aérea, y ensombreciendo la incierta campaña de inviernoSegún cálculos de la IATA, en España habrá un 48,4 % de pasajeros menos en 2020, 133 millones menos, lo que provocaría una pérdida de ingresos de 15.105 millones de euros, ha recordado Gándara, por lo que ha urgido al Gobierno adoptar un plan de ayudas para la supervivencia y recuperación del sector.Ante estos hechos, ALA pide un plan ambicioso de incentivos para animar la demanda de pasajeros con la bonificación de las tarifas aeroportuarias, principalmente de la tasa de pasajero y la de aterrizaje, ésta última más amplia que la propuesta de Aena y sin umbral mínimo para su aplicación. El importe que deje de percibir Aena por esta rebaja tarifaria deberá cubrirse con cargo al Estado.Asimismo, el Estado debe hacerse cargo de la totalidad de los costes e inversiones en los que incurra Aena por la adopción de las medidas de seguridad e higiene que implemente en el entorno aeroportuario frente al coronavirus.Ante el Brexit, la patronal pide que se legisle para que los tráficos del Reino Unido no experimenten un incremento de tarifas aeroportuarias (de hasta 6 euros por pasajero), una vez finalice el período de transición el próximo 31 de diciembre.Las aerolíneas también solicitan que se suprima temporalmente la tasa de estacionamiento, facilite la liquidez necesaria para la supervivencia del sector y prolongue los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor, en los que se encuentra aún más del 80 % de la plantilla de las aerolíneas, hasta la Semana Santa de 2021.
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— Turismo, Industria y Comercio GobCan (@TurismoGobCan) September 11, 2020