Son datos del informe 'Juventud en riesgo: análisis de las consecuencias socioeconómicas de la COVID-19 sobre la población joven en España', elaborado por el Instituto de la Juventud y el Consejo de la Juventud de España.
La destrucción de puestos de trabajo no está siendo homogénea, ya que dos de cada tres jóvenes no tienen empleo y un tercio de quienes sí tienen trabajo corren el riesgo de perderlo.
Sólo el 33,5 % de los chicos de entre 16 y 29 años tiene un trabajo y la tasa de empleo ha caído siete puntos con respecto al segundo trimestre de 2019.
Los estudios como refugio
Entre el primer y el segundo trimestre de 2020, el 19,8 % de los jóvenes ha perdido su empleo y la tasa de actividad se ha reducido al 47,9 %, ya que "gran parte de la población joven, ante la imposibilidad de encontrar un trabajo, abandona la búsqueda activa de empleo y se refugia en los estudios, pasando a integrarse en la población inactiva".El Injuve reconoce que ya antes de la crisis la juventud era uno de los colectivos con mayor precariedad laboral, mayor temporalidad, menores sueldos y mayor parcialidad.El informe "Juventud en riesgo", que pretende calibrar las secuelas que la crisis de la COVID-19 deja en las expectativas y la incorporación laboral de la población joven, destaca que la tasa de ocupación ha caído un 33 % y la de paro ha aumentado hasta el 30 %.Además, se ha registrado una caída interanual de la ocupación estacional del 14,1 % en julio. Y la temporalidad ha caído por debajo del 50 % por primera vez desde 2014, lo que implica que muchos contratos temporales se extinguen o no se renuevan.
La recuperación, más difícil para los jóvenes
El Injuve ha destacado, tras hacer públicos estos datos, que la recuperación económica será más difícil para las personas jóvenes.
En el informe se indica que estas cifras reflejan una pauta característica cíclica del sistema productivo español: las personas jóvenes son despedidas o sus contratos no se renuevan en épocas de crisis."La crisis actual amenaza con impactar con mayor severidad en aquellos sectores no esenciales y de baja productividad tradicionalmente asociados a la empleabilidad joven con lo que, cuando finalicen los ERTE, la dinámica de despidos asociada a los contratos precarios de las personas jóvenes puede poner en peligro la empleabilidad de más de la mitad de la juventud española", sostiene el informe."Las personas jóvenes se encuentran en una situación de emergencia social que exige implementar medidas para no dejar atrás a toda una generación", ha alertado la presidenta del Consejo de la Juventud de España, Elena Ruiz.En el mismo sentido, la directora general del Injuve, María Teresa Pérez, ha hecho hincapié en que el gran reto de España es incorporar a los jóvenes al mercado de trabajo y ha adelantado que el Gobierno presentará en las próximas semanas un plan de trabajo digno para ellos. EFE