Ante la nueva consulta pública del Ministerio de Sanidad para modificar la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT) ha alertado de que la prohibición de fumar en terrazas puede restar competitividad turística a Canarias y tendrá un impacto negativo en el sector. Su presidente, José María Mañaricua, apela directamente al Ministerio de Sanidad, instándole “a reconsiderar estas medidas, teniendo en cuenta la evidencia científica y su validez para reducir el consumo de tabaco”.
La FEHT, sus asociaciones adheridas y la industria turística coinciden sobre la necesidad de regular los productos del tabaco y el establecimiento de medidas restrictivas a su consumo, especialmente de aquellas que pretenden alejar de él a los menores de edad, jóvenes y personas no fumadoras, pero considera que el nuevo proceso regulatorio debe apoyarse en una memoria de impacto económico que evalúe las consecuencias para su industria y cadena de valor, y que la consulta pública lanzada carece de la transparencia y concreción necesarias para garantizar tanto la participación de los sectores afectados, como un debate riguroso basado en la evidencia científica.
Confusión
Mañaricua destaca además que “la industria turística en Canarias representa más del 35% del PIB autonómico, emplea en torno al 40% de la población, y las Islas Canarias son el tercer destino preferido por los turistas extranjeros que viajan a España. Y obviamente estas prohibiciones van a afectar a nuestra actividad, así como a la industria tabaquera canaria”. La FEHT ha analizado, junto con las empresas de hostelería y turismo de la provincia de Las Palmas, la incidencia que tendrá la aplicación de la prohibición de fumar o vapear en terrazas y otros espacios abiertos vinculados a su negocio –piscinas, zonas de ocio, etcétera–, determinando que perjudicará a la hostelería.
La adopción de esta medida sin consenso restará competitividad turística a España frente a países competidores como Portugal, Italia o Grecia, destinos europeos que no cuentan con esta prohibición, y generará confusión entre los turistas –ya que es una medida que no existe en ningún otro país del continente, a excepción de Luxemburgo y Suecia–, y principalmente entre aquellos viajeros procedentes de Reino Unido o Suecia, dos de principales mercados emisores. Esto reducirá el atractivo de la oferta turística de las Islas, pues además los espacios de ocio al aire libre en Canarias se disfrutan durante todo el año.
¿Equiparación?
Aunque se desconoce si las nuevas medidas se aplicarán por igual a todos los productos del tabaco, la tendencia a la equiparación puede situar al mismo nivel a productos con y sin combustión, aun cuando la evidencia científica avala la menor toxicidad e impacto en la calidad del aire de los segundos. La equiparación es, de igual modo, una pérdida de competitividad turística. Como señala Mañaricua, “los espacios al aire libre, como terrazas o las piscinas de complejos hoteleros, ya garantizan la convivencia y respeto de las personas no fumadoras. Estas medidas nos obligarán a recalcular cómo vamos a facilitar el derecho de nuestros clientes fumadores a consumir sus productos de tabaco cuando se alojen en nuestros hoteles. Nos preocupa que opten por elegir otro destino”.
En este sentido, la FEHT no entiende que la responsabilidad sobre el cumplimiento de la legislación recaiga en los empleados de la hostelería e insiste en que la prohibición desplazará el consumo a otros espacios menos convenientes, implicando que las personas se concentren en otros lugares originando un ocio desordenado, que incluso podría molestar a transeúntes, además de generar acumulación de colillas, lo que podría trasladar una mala imagen del destino y producir, en ese sentido, un efecto contradictorio y contraproducente.
Falta de concreción
En cuanto a la consulta pública previa, no viene acompañada de un texto normativo, sino que se trata de un documento de carácter general que únicamente enuncia las tres áreas en las que la futura regulación se centrará, sin citar medidas particulares. Esta falta de concreción limita las opciones para exponer una opinión rigurosa a la hora de participar en ella. Por ello, señala Mañaricua, “solicitamos al Ministerio que aclare y detalle cuáles son las diversas medidas que pretende sacar adelante en la nueva regulación que ha lanzado a consulta pública previa para poder participar en ella de una forma efectiva”.
De hecho, concluye José María Mañaricua, “lanzar la consulta en verano socava el diálogo de los actores afectados. Sorprende que sea esta la fecha elegida por el Ministerio de Sanidad para recabar la opinión de ciudadanos, organizaciones y asociaciones antes de la elaboración de un proyecto normativo”.