Ir con amigos a una cafetería para compartir anécdotas, en España, es casi como una religión. De hecho, si lo fuera, sería la creencia con más devotos y defensores en el país con mayor número de bares y restaurantes del mundo. La hostelería es un sector que se beneficia de manera transversal del turismo y la gran afluencia de visitantes por ofrecer una experiencia única a través de la comida y el servicio. Pero Houston, tenemos un problema: faltan camareros.
José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, viajó la semana pasada hasta Gran Canaria para participar en el XI Foro Internacional de Turismo que se celebró en Maspalomas. Allí atendió a Atlántico Hoy para dialogar sobre la escasez de empleados y la importancia del sector al que representa en los lugares que eligen los viajeros para pasar sus vacaciones.
El papel de Canarias
“Si algo nos define como destino turístico es la hostelería y la gastronomía. Seguimos en el top 10 absoluto. Yo siempre digo que buenos hoteles y buenas playas hay en todo el mundo, pero lo que no se replica son nuestras cañas, tapas y raciones. Nuestro producto es cada vez más demandado”, reflexiona.
No tiene ninguna duda de que Canarias está haciendo mucho esfuerzos para poner en valor lo que tiene en su mano para ofrecer destacando todo lo que sea de kilómetro cero y de cercanía. “La línea de futuro también va por ahí. Por ese hecho diferencial de la gastronomía, que la gente venga aquí a conocer la Isla y este maravilloso clima”, afirma.
Prestigiar la profesión
Pero para que todos esos objetivos se alcancen las plantillas de los establecimientos hosteleros deben estar bien cubiertas. Yzuel asegura que a pesar de la subida de los costes, que están “absolutamente disparatados”, el mayor problema al que se enfrentan en el sector es que les cuesta incorporar gente.
Hace autocrítica y subraya que la hostelería tiene deberes para convertirse en un sector más atractivo para atraer a más trabajadores. Cree que “hay que trabajar para prestigiar la profesión” y, si se puede, incluso subir los sueldos. Resalta además que ya están manos a la obra para intentar acabar con los turnos partidos.
"Que se cambie de garito"
Considera que la responsabilidad para mejorar la situación la tiene el propio sector porque “si la mejora la puedes hacer tú no debes pasar la pelota a nadie”. Eso sí, resalta que “quien trabaja en la hostelería es consciente de dónde se ha metido”. Añade que hace 20 años el panorama era peor porque se trabajaba 2.100 horas anuales y ahora el dato ha disminuido hasta las 1.700. “Todo está cambiando y mejorando”, asevera.
“Yo también tengo que dar un mensaje: el camarero al que no se le respeten sus derechos que se lo haga mirar. Primero, porque hay herramientas para que se le respeten como las inspecciones de trabajo. Pero luego es que hay una demanda tremenda de trabajadores, que se cambie de garito. Que en el garito de enfrente están deseando que venga gente preparada y formada y le van a respetar sus derechos”, continúa Yzuel.
"Hay un retintín"
Comenta que él es hostelero y durante toda su trayectoria ha respetado los derechos de sus empleados al 100% porque no ve otra forma de ejercer. “Y el que no lo haga que esté atento a las consecuencias”, exclama. “Hay plantillas que llevan 25 años trabajando y no se les ha ido nadie. Eso es señal de que tienen un cierto confort”, indica.
El presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España opina que hoy en día hacia su sector “hay un retintín”. “Nos señalan frente a otros sectores que pagan menos que nosotros como el comercio, la limpieza, la agricultura o el mantenimiento pero siempre nos llaman malpagadores e incumplidores. Yo creo que es injusto”, expresa.
Un problema demográfico
Sobre lo difícil que resulta encontrar mano de obra dice que es un problema endémico porque ha pasado siempre, pero ahora el problema es mayor. "Necesitamos muchos nacimientos para que haya mucha gente joven que quiera trabajar y no los hay. A medio plazo vamos a tener un problema demográfico serio, eso es una evidencia”, expresa.
“Y en nuestro sector tenemos que hacer tenemos que ser más atractivos, cuidar las plantillas y que tengamos mayor reconocimiento social. Así como ser cocinero tiene un cierto reconocimiento social, la sala nunca se ha prestigiado. Las empresas tendrán que cuidar, si cabe, con más mimo a sus plantillas. Deberán protegerlas y hay que conciliar. Hay que intentar que la gente cobre unos sueldos razonables”, prosigue.
Los salarios
Yzuel sostiene que son un sector “hipercompetitivo” y los salarios que se pagan son los que tienen que ver con los convenios colectivos y la negociación. Apunta que los hoteles han subido los precios porque tienen esa capacidad, “pero la hostelería está por debajo de todos los crecimientos de costes que ha habido”. “En España el precio de la caña no lo decides tú, sino la calle donde estás”, asevera.
“Nosotros tiramos del carro, incorporamos 40-50 mil empleos más todos los años. En 20 años hemos duplicado el empleo, de 900.000 a 1.800.000. En junio la cifra fue de 1.913.000 y en agosto de 1.910.000. Una cosa rara porque nuestro pico suele ser en agosto”, detalla.
Otros sectores
Pone sobre la mesa que los datos son inequívocos, pero necesitan 100.000 empleos más que no se consiguen. “Tampoco los consiguen la construcción, ni el comercio, ni los conductores. Podemos seguir mirando para un lado, pero estamos en un país con tres millones de parados”, afirma.
“Que Cádiz con más del 20% de paro”, sostiene, “tenga que importar 32.000 marroquíes para coger las fresas pues tiene miga”. Manifiesta que “igual habría que analizar lo que está pasando”. “A ver por qué la gente está en el desempleo y no quiere trabajar. Porque es una evidencia. Algo pasa”, continúa.
"Necesitamos gente formada"
“Probablemente no sean los mejores tiempos para arreglar las cosas como entendemos que hay que arreglarlas. Es mejor tener a gente subvencionada y no menearlo. Algún día habrá que ponerle solución, eso sin ninguna duda”, defiende.
Tiene claro que seguirán incorporando a gente porque la hostelería es intensiva en mano de obra. “Nuestro trabajo y nuestro futuro pasa por hacer las cosas bien. Por dar experiencias, por trabajar y diferenciarte. Necesitamos gente formada y ese es el gran problema. Ahora nos conformamos con gente que viene a trabajar”, culmina Yzuel.