Cada invierno el sector turístico del Archipiélago se hace su agosto particular. La llegada de turistas –la mitad, británicos– que huyen del frío infernal que azota las ciudades en el norte de Europa hace que los hoteles y las playas se llenen de personas deseosas por disfrutar de un destino con sol, buenas temperaturas o, por qué no, una gastronomía exquisita. Hay otros destinos como la Costa del Sol (Málaga) donde no ocurre lo mismo y les gustaría alcanzar cifras similares. Solo en Gran Canaria estaban previstas más de dos millones de nuevas plazas alojativas para estos meses.
Isabel García Bardón es la presidenta honorífica de Fuerte Group Hotels, una cadena con presencia en Marbella y Baleares con casi 1.800 habitaciones. La experiencia con la que cuenta es muy dilatada, por lo que con todo el aplomo que te da la experiencia atiende a Atlántico Hoy para exponer cómo ha cambiado la industria desde que empezó allá por 1957 o dar su opinión sobre si es importante regular la vivienda vacacional.
Llegar a Canarias
Admite que han intentado poner parte de su negocio en las Islas, pero no lo han conseguido porque ya hay muchos inversores locales y extranjeros. En conclusión, “los suelos están complicados”. Eso sí, tanto Canarias como la costa malagueña son zonas donde los visitantes buscan sol y playa, por lo que ambos pueden compenetrarse para aprender uno del otro.
“Yo pienso que más que poderse aportar, lo que creo es que tenemos que saber cada uno lo que diferencia al otro. Por ejemplo, nosotros estamos mirando muchísimo siempre a Canarias y envidiamos, de manera sana, su temporada de invierno. Las costas del sur de España todavía no han logrado superar estos vacíos”, sentencia.
Cambio de paradigma
“Todavía hay muchos hoteles”, dice, “que por lo menos dos meses de invierno tienen que cerrar porque no es viable que una plantilla esté cruzada de brazos y que no venga la afluencia necesaria para que un alojamiento no pierda”. Asegura que el problema se está empezando a paliar con los campos de golf.
Desde que arrancó su experiencia en el sector turístico lo que más ha cambiado es que al principio venían de nacionalidades que ya en su cultura tenían en su presupuesto anual una cantidad para las vacaciones. “Algo que todavía en España nos costaba trabajo”, apunta para explicar que, hoy en día, la realidad ya no es así.
Sol y playa
Una duda que empieza a aflorar de forma transversal es si es viable o no seguir viviendo como destinos de sol y playa. “Ya no se apoya tanto esa propaganda, sino en vacaciones en las que intentes sorprender al cliente con diferenciación de productos donde tú trates de hacer que se lleve un buen recuerdo por alguna emoción que tú puedas ofrecerle”, reflexiona.
“Por ejemplo, Marbella es un pueblo que tiene su cultura antigua y ofrece el poder visitar la ciudad. Hay zonas para ver el amanecer y el atardecer. Buscas esos espacios con encanto particular”, declara García Bardón.
Sostenibilidad
Ella apuesta por que se regule la vivienda vacacional como se está planteando el Gobierno de Canarias. José Luque, que además de ser su hijo es el presidente de la patronal hotelera de la Costa del Sol, “está trabajando fuertemente en ese tema para que la administración regule los apartamentos turísticos”.
Al hablar del cuidado al medioambiente garantiza que llevan trabajando en la materia desde el principio de sus tiempos. “Somos una empresa familiar y si pensamos en la sostenibilidad para nuestra empresa lo va a ser para el destino también”, afirma.
La vivienda vacacional
Sobre la turismofobia comenta que no sabe si existe en Canarias, pero deja una clave de lo que ocurre en Málaga: “Es un destino que ha subido mucho en los últimos años, entonces los privados han puesto muchas de sus propiedades al servicio del turismo”.
“Y cuando en un edificio con gente que ha vivido allí toda la vida vienen turistas con nocturnidad, ruidos o copas es normal que los residentes reclamen auxilio. Hay que regularlo, es fuerte que les estén amargando la vida a gente local”, culmina.