El Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria han hecho un frente común contra la planta de gas proyectada en el puerto de La Luz, una instalación que ha generado un amplio rechazo social y que ambas instituciones consideran innecesaria y perjudicial.
La moción conjunta, presentada este lunes en el muelle de Santa Catalina, busca alternativas sostenibles y plantea un puerto seguro y respetuoso con el medioambiente y la salud de los vecinos de la capital grancanaria.
Antonio Morales
Antonio Morales, presidente del Cabildo, y Carolina Darias, alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, han expresado en rueda de prensa su rechazo al proyecto de Totisa Holdings, que pretende instalar una planta regasificadora y una central eléctrica de 70 MW en el puerto.
Según Morales, este proyecto “no satisface ninguna necesidad de la isla, no contribuye a la descarbonización y aumenta el riesgo de enfermedades en la población”.
Carolina Darias
Darias, por su parte, aseguró que el objetivo de la moción es garantizar una ciudad y un puerto sostenibles para las generaciones actuales y futuras.
“Este es un proyecto que no encaja con el modelo que queremos para Gran Canaria”, afirmó la alcaldesa, que subrayó que la política debe estar orientada a mejorar la vida de la ciudadanía, no a incrementar las emisiones contaminantes.
Engaño
Morales y Darias también han manifestado su malestar con el promotor del proyecto, señalando que en un principio se les presentó la planta como un simple almacén de gas, no como una central de producción de energía.
Según el presidente insular, el proyecto actual “no cuenta con el respaldo del Cabildo, del Ayuntamiento ni de la mayoría de los vecinos”, y añadió que ambos gobiernos se han sentido engañados por Totisa Holdings.
Gobierno canario
El texto de la moción, que será presentado en los próximos plenos de ambas instituciones, propone instar al Gobierno de Canarias a desestimar la autorización administrativa para esta planta de gas y plantea que se analicen alternativas sostenibles, como el fortalecimiento de la red eléctrica actual del puerto o el fomento de tecnologías menos contaminantes.
Diversos informes del Consejo Insular de la Energía de Gran Canaria (CIEGC) han concluido que la planta de Totisa Holdings no está justificada en términos de eficiencia energética y, además, podría multiplicar por doce las emisiones de CO₂ en la zona.
¿Energía renovable?
Morales recalcó que este tipo de proyectos no contribuye a la integración de energías renovables ni a la estabilidad del sistema eléctrico de la isla, e incluso podría desplazar tecnologías más limpias que actualmente forman parte del mix energético de Gran Canaria.
Además, solo un 6% de la energía generada se destinaría a conectar los buques en el puerto, mientras que el restante 94% se volcaría a la red para su venta, evidenciando que el principal objetivo de la planta sería la comercialización de energía y no la reducción de la huella de carbono, según los informes.
Saludable y sostenible
Darias destacó la ironía de que, mientras se eliminan chimeneas de la central de Jinámar, se planee instalar una planta de gas en el puerto.
"No tenemos un planeta B", concluyó la alcaldesa, reafirmando el compromiso del Cabildo y el Ayuntamiento con una Gran Canaria sostenible y centrada en los intereses de su población. Con esta moción, las instituciones buscan que la política del puerto esté alineada con el bienestar de la comunidad y el respeto al medioambiente.