La Consejería de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias ha otorgado 2,1 millones de euros al Cabildo de Fuerteventura y 1,5 millones de euros al Cabildo de Lanzarote y La Graciosa, con el fin de mejorar la gestión de residuos en ambas islas y avanzar hacia su conversión en islas limpias. Estos fondos provienen del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea, como parte del programa Next Generation.
La consejera de Turismo y Empleo, Jéssica de León, destacó la importancia de la sostenibilidad en la gestión de los destinos turísticos, no solo desde el ámbito medioambiental, sino también desde el social y económico. "La economía circular no solo impulsa la competitividad, sino que también aumenta el impacto positivo del turismo en el desarrollo sostenible, beneficiando a la población local", subrayó de León.
Proyectos en Fuerteventura
El Cabildo de Fuerteventura utilizará los fondos para la construcción de una planta de compostaje destinada al reciclaje de biorresiduos, evitando así que estos terminen en el vertedero del Complejo Ambiental de Zurita, donde el espacio es limitado. Además, la iniciativa busca fomentar el uso del compost generado a partir de estos residuos orgánicos.
La corporación insular también tiene previsto distribuir contenedores especiales a los ayuntamientos y establecimientos de hostelería, facilitando una gestión más sostenible de los residuos generados en la isla, y promoviendo una "segunda vida" para los desechos.
Lanzarote impulsa el compostaje doméstico
En Lanzarote, el Cabildo enfocará su inversión en la ampliación e implantación de nuevos puntos de compostaje doméstico, con especial atención a los residuos alimentarios biodegradables. Además, se trabajará en colaboración con los siete ayuntamientos de la isla, proporcionando los recursos necesarios para una gestión eficiente de los residuos y desarrollando campañas de concienciación para promover la separación de las fracciones orgánicas.
Con estas inversiones, ambas islas refuerzan su compromiso con la sostenibilidad, apostando por la economía circular y mejorando la calidad de vida de sus habitantes, mientras se avanza en la transición hacia destinos turísticos más responsables y respetuosos con el medio ambiente.