La Comisión Europea ha publicado esta semana la nueva estrategia para las regiones ultraperiféricas donde ha analizado que Canarias necesita una transformación en materia de energía para afrontar la recuperación y resiliencia tras la COVID-19. Aprovechar las energías renovables, reducir la pobreza energética y la neutralidad climática son algunas de las recomendaciones que Europa ha realizado al Archipiélago para hacer frente a los retos futuros, con la diversificación de la economía como bandera.
Tal y como acoge el informe, que analiza las oportunidades de inversión para la recuperación de las Islas tras la pandemia de COVID-19, son la “pesca y la acuicultura, la desalinización, el transporte de pasajeros y los puertos, el turismo costero y de cruceros, y las tecnologías y energías azules”, los principales sectores que abren la puerta a la transformación económica del Archipiélago.
De los seis puntos estratégicos analizados por Europa, tres están relacionados con la transformación energética. En especial se requiere al Archipiélago una apuesta en el desarrollo de energías renovables, sobre todo la energía eólica marina y la geotermia, medida que también se traslada a otras RUP insulares. Si bien la primera de estas recomendaciones está más que avanzada en las estrategias por parte del Gobierno canario, la segunda por el momento está en una fase muy preliminar, con Lanzarote, La Palma y Tenerife como principales atractivos.
Apuesta por la economía azul
Es la diversificación de la economía canaria, con la apuesta por la economía azul, la primera recomendación de Europa. Así, analiza que con la pandemia, cuando la principal actividad económica de las Islas, el turismo, se vio paralizado, quedó en evidencia la necesidad de un cambio del tejido económico canario.
Europa fija la biotecnología azul, especialmente en las microalgas, como una de las actividades “para desarrollar sectores específicos de la economía azul con gran potencial en la región”. Las energías renovables marinas, el transporte interinsular de pasajeros y mercancías, las infraestructuras portuarias o la construcción y reparación naval, son otros de los sectores claves en los que deberán guiarse las políticas canarias para la diversificación económica, a fin de evitar que otro ‘cero turístico’ dañe el tejido productivo canario.
Neutralidad climática
Acompañado de la propuesta de implementar las energías renovables, se recomienda al Archipiélago, “promover la neutralidad energética en la región para reducir la dependencia de fuentes externas de energía y aumentar el reconocimiento de la región como destino verde”. Para ello pone de ejemplo la propuesta de Menorca “basándose en una visión integral de las diferentes fuentes de energía, disposiciones y usos de las infraestructuras, con el objetivo de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Reducir la pobreza energética
En relación a los precios de la energía, analiza el texto que el aislamiento de los sistemas eléctricos es un reto importante que abordar, marcándose como desafío disminuir la pobreza energética que se refleja en el alto precio de la energía, la contención o caída de los ingresos en las familias y la poca implantación de la eficiencia en los hogares. En base a ello, analiza el documento que la promoción del autoconsumo es una oportunidad para solventar esta desventaja.
El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha destacado este miércoles que la planificación para las RUP ayudará a "contextualizar para los años futuros la nueva realidad económica y social creada por la pandemia", y ha celebrado que la Comisión Europea analice nuevas estrategias para las Regiones Ultraperiféricas.