El próximo 26 de septiembre supondrá un hito en la industria de la desalación de agua y será gracias a un estudio de sello canario. Ese día, el proyecto Sea4Value presentará los resultados de una investigación sobre minería de salmuera que ha tenido lugar durante los últimos cuatro años en el centro Water and Added Value European Entrepreneurship (WAVE), ubicado junto a la desaladora de La Caleta (Adeje, Tenerife).
El estudio, pionero en su campo y en el límite de lo posible (la tecnología necesaria para la minería de salmuera es aún muy limitada), ha investigado durante casi un lustro la posibilidad de extraer metales y minerales de este residuo resultante de la desalación de agua. La salmuera resultante de separar agua y sal en las plantas desaladoras, hasta ahora, se ha tenido que tratar cuidadosamente para que no regrese al mar, dada su alta salinidad que podría suponer un problema medioambiental de retornar al medio marino.
Minerales y metales "críticos para la UE"
Pero este producto contiene, además de sal, otros minerales y metales que son "críticos para la Unión Europea", según describe el proyecto Sea4Value. En primer lugar, porque el agua resultante de la desalación es tan pura que necesita que se le añadan minerales que hasta ahora se han extraido de la minería tradicional y que en muchos casos se tienen que importar de fuera, como la calcita.
Pero, además, el agua marina contiene diluidos elementos de gran importancia para las industrias europeas "como el magnesio, boro, escandio, galio, vanadio, indio y litio (así como otros elementos no críticos pero estratégicos como el rubidio, molibdeno y calcio)", apuntan desde el proyecto.
Beneficios
Los beneficios de realizar minería de salmuera son múltiples. Sea4Value apunta que, "en comparación con las minas convencionales, las plantas de desalinización de agua de mar son multiminerales y representan una enorme fuente potencial de minerales y metales, ya que hay instaladas 20.000 plantas aproximadamente en todo el mundo".
Las nuevas tecnologías desarrolladas para esta técnica "tienen un impacto ambiental mínimo", añaden, ya que tienen un "bajo consumo de reactivos así como reactivos respetuosos con el medio ambiente". Por otra parte, parte de los residuos producidos se regeneran y se reutilizan en el propio proceso, reduciendo al mínimo el consumo de reactivos y la liberación de corrientes de aguas residuales.
Esta nueva técnica permitiría, además, una mayor eficiencia de desalinización, logrando la recuperación del 80% del agua dulce para el consumo frente al 50% o menos que se consigue actualmente con las técnicas de desalación existentes, según detalla Sea4Value.
Sea4Value es un proyecto financiado por la Unión Europea que reúne a 16 socios de España, Alemania, Italia, Bélgica, Ucrania, Países Bajos, Finlandia y Suiza para "desarrollar y ampliar tecnologías para la extracción sostenible de materias primas de salmueras".
La desalinización en Canarias
No es casualidad que el estudio, que podría revolucionar esta industria, se haya desarrollado precisamente en Canarias. Fue en Lanzarote en 1964 cuando se instaló la primera desaladora de España, que entonces producía 2.500 metros cúbicos al día de agua potable, según señala la fundación Aquae. Actualmente, Canarias cuenta con 281 plantas desaladoras en la provincia de Las Palmas y 46 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Canarias suma 327 de las 765 plantas desaladoras que hay en España, lo que hace el 43,2% del total. Esto sucede porque el Archipiélago sufre un estrés hídrico crónico, especialmente en sus islas orientales. En Fuerteventura y Lanzarote más del 80% del agua de consumo proviene del mar.
La presentación de los resultados del estudio que ha desarrollado Sea4Value tendrá lugar el próximo día 26 en el Hotel Meliá Jardines del Teide, urbanización Mirador del Duque, en Adeje, entre las 9:00 y las 13:30.