España tiene un déficit de 986 millones en la balanza agroalimentaria y pesquera con Marruecos, una relación comercial bilateral de alto voltaje y valor político, mientras que el país norteafricano ocupa el puesto 12 entre los principales destinos de exportación y el puesto 8 como proveedor.
Las cifras de comercio de alimentos y bebidas hispanomarroquíes correspondientes a 2023, publicadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, dan un saldo negativo para España; aparte, hay que tener en cuenta el valor diplomático de esta relación y la relación de vecindad entre las empresas de ambos países.
Datos de exportaciones y ventas
Las exportaciones agroalimentarias españolas a Marruecos supusieron el 1,6 % del total a todo el mundo en 2023, mientras que las importaciones procedentes del país magrebí alcanzaron el 3,9 % del total de las importaciones españolas.
Las ventas exteriores españolas de alimentos y bebidas ese país aumentaron un 8,3 % anual en valor en 2023, hasta alcanzar 1.155 millones de euros, mientras que las importaciones de origen marroquí se situaron en 2.141 millones y repuntaron un 1,3 % frente al ejercicio anterior.
Por productos, los más vendidos a Marruecos son: aceite de soja (247,7 millones), animales vivos bovinos (113,9 millones), productos de panadería y pastelería (66,7 millones) y ovino (46,5 millones)
También España comercializa en el mercado marroquí refrescos o productos de la pesca, en este último caso el subsector en el que es más importante el comercio bilateral, pero en este ámbito destacan sobre todo las importaciones.
Comercialización de Marruecos a España
Por su parte, los principales envíos de Marruecos importados por España son: moluscos, por valor 683,6 millones; frutos rojos, por 382,5 millones; legumbres, 142,7 millones; hortalizas, 120,8 millones, tomates; por 83,6 millones y melones y sandías, por 66 millones.
Las importaciones marroquíes hortofrutícolas son un dato sensible, ya que dentro del acuerdo comercial contra el que este viernes se ha pronunciado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) hay contingentes para que ese tipo de productos entren al mercado comunitario con ventajas arancelarias.
Una concesión que tradicionalmente ha suscitado el rechazo del sector agrícola español, por la competencia en el calendario que las frutas y hortalizas marroquíes suponen, sobre todo el tomate, con zonas como Andalucía, Murcia, Canarias o la Comunidad Valenciana.
En cuanto a la pesca, acuerdo comercial afecta a productos transformados, pero las relaciones van más allá, por el otro protocolo pesquero, también anulado este viernes por el Tribunal, actualmente suspendido y que ha sido durante décadas el convenio de más valor político para la flota, sobre todo de Andalucía, Canarias y Galicia.