La compañía Endesa detectó 1.134 casos de fraude por la sustracción de electricidad en 2020, gracias a herramientas basadas en la inteligencia artificial que utilizan procesos de aprendizaje automático (machine learning) y aprendizaje profundo (deep learning) para analizar la red en busca de pérdidas de energía inesperadas. La sustracción detectada alcanzó casi los 19,4 millones de kilovatios hora (KWh), equivalente al consumo de una isla como La Gomera en un trimestre. Según ha informado la compañía, las herramientas de inteligencia artificial permiten detectar con rapidez los puntos donde se sustrae el fluido eléctrico, una práctica que, además de un robo de energía, "ponen en peligro la seguridad y la salud de las personas cercanas a esas instalaciones". La digitalización de la red, el despliegue de sensores y la implantación de los contadores inteligentes hace que cada vez se obtenga más información del funcionamiento de los equipos de medida y de la red de media y baja tensión.
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Análisis de los datos
El análisis de los datos permite detectar desviaciones y comportamientos anómalos para orientar las inspecciones de manera más eficiente y aumentar el porcentaje de fraude detectado, explica Endesa en un comunicado. La filial de Endesa e-Distribución vuelca la información en una base de datos sobre la que se aplican lenguajes de programación avanzados para crear modelos que permiten detectar el fraude. Así se pueden detectar "todo tipo de fraudes, tanto en suministros con contrato en vigor, como en suministros sin contrato; desde los fraudes más simples hasta los más sofisticados", de acuerdo con Endesa.