Si se consultan a la vez las páginas de Idealista y de Airbnb puede llegar a explotar la cabeza ante la diferencia tan grande que hay entre las viviendas ofertadas. Y es que, como ya se imaginará, los alquileres vacacionales son mucho más numerosos que los residenciales. Hasta el punto de que por cada casa que aparece en Idealista, hay siete viviendas vacacionales disponibles en Airbnb en las capitales canarias.
Aunque el desequilibrio entre la oferta de alquileres vacacionales y residenciales es un fenómeno que vive en general el mercado inmobiliario en España, en Canarias sus dimensiones son mayores. Solo hace falta mirar el contraste de ambos arrendamientos en las ciudades más pobladas de las Islas. Según los datos disponibles, en estas dos ciudades hay 4.686 viviendas anunciadas en Airbnb como alquileres vacacionales, frente a solo 636 alquileres residenciales en Idealista.
Pocos alquileres residenciales
Si se busca un alquiler de larga estancia en una de las dos capitales de provincia, el portal de Idealista ofrece los siguientes resultados - a fecha de realización de este texto -: 488 en Las Palmas de Gran Canaria y 148 en Santa Cruz de Tenerife.
Esto refleja que ya existe una diferencia en sí entre las dos ciudades, dado que la grancanaria triplica los alquileres residenciales de la santacrucera. No obstante, los datos son todavía más llamativos si lo que se busca es un alquiler vacacional para pasar unos días. En ese caso, pasamos a números de cuatro cifras.
Más de 4.000 viviendas turísticas
Según Airbtics, empresa dedicada al análisis de alquileres a corto plazo, los datos aumentan con creces si se habla de viviendas vacacionales. En los listados realizados a partir de Airbnb, se llegan a contabilizar hasta 4.686 entre las dos capitales canarias.
Las Palmas de Gran Canaria destaca con 3.412 viviendas registradas en Airbnb, lo que representa casi tres cuartas partes del total disponible en ambas capitales canarias. Por su parte, Santa Cruz de Tenerife ofrece 1.274 alojamientos en esta plataforma.
Este panorama subraya que el alquiler vacacional en Canarias domina ampliamente sobre el residencial, un desequilibrio que impacta en la accesibilidad a la vivienda para los residentes locales y en el aumento de los precios del alquiler tradicional. Se ha convertido así en una de las luchas de la ciudadanía canaria, resaltada en manifestaciones como las del 20-A y el posterior 20-O contra el modelo turístico.
Igual en otras ciudades españolas
Aunque las capitales canarias no alcanzan las cifras absolutas de Madrid y Barcelona y el patrón de desproporción es más elevado en el Archipiélago, las grandes ciudades también son víctimas de este fenómeno, lo que ha llevado a tomar decisiones para frenarlo, como la imposibilidad de registrar más viviendas vacacionales.
En la capital española, hay 17.490 viviendas disponibles en la plataforma de Airbnb, según datos de InsideAirbnb, lo que supone más del doble que las 7.943 que se ofrecen en Idealista como alquiler a largo plazo. Barcelona, por su parte, presenta un escenario comparable, con 11.589 viviendas vacacionales y 4.582 residenciales.
Fuera de estas dos grandes urbes, la brecha se amplía todavía más. Valencia registra un número de alquileres vacacionales que triplica al de residenciales, mientras que en Sevilla la proporción se eleva a seis veces más.
Y es el archipiélago mediterráneo el que se lleva la palma en esta situación, ya que en la isla de Menorca se alcanzan hasta 3.815 alquileres vacacionales que comparten espacio con tan solo 137 de largo plazo. En otras palabras, hay 27 veces más casas turísticas que residenciales.
Control de los alquileres
La preferencia por destinar inmuebles al alquiler vacacional, especialmente en zonas turísticas y comunidades enfocadas al sector como Canarias, está afectando directamente al mercado residencial. El portal Idealista señala que este traspaso masivo de propiedades del mercado de largo plazo al de corta estancia ha contribuido a la escalada de los precios de los alquileres para uso habitual.
Los propietarios defienden que la principal causa que lleva a elegir el piso turístico se centra en la seguridad de poder disponer de la vivienda cuando se desea, teniendo la certeza de que los inquilinos se marcharán a los pocos días, a diferencia de un alquiler residencial, categoría en la que se sienten desprotegidos debido a la Ley de Vivienda estatal.
Por ahora, el foco se ha puesto sobre la vivienda vacacional. De ahí que el Gobierno autonómico haya ideado una ley para regularla, que se espera se esté debatiendo en diciembre en el Parlamento autonómico.
Capitales españolas como Málaga, Madrid, Barcelona y Valencia, así como las Baleares, también han buscado cómo controlar este tipo de alojamiento turístico, con la suspensión de licencias y la prohibición en edificios plurifamiliares. Pero la lucha sigue ante unos números que no paran de crecer.