Las empresas canarias de catering para bodas sufren un 20% de pérdidas por la inflación

En el sector consideran que están viviendo un momento "convulso", pero se niegan a subirle el precio a los clientes en el último momento porque "no es ético"

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Celebración de una de las bodas / AH
Celebración de una de las bodas / AH

La inflación es un problema económico del que no escapa nadie. Todos los sectores se han visto agraviados por la subida de precios en el último año y las empresas han tenido que tomar decisiones para paliar los inconvenientes. Quien lo ponga en duda solo tiene que preguntarle a las empresas que ofrecen el catering para bodas. Durante el último año han sufrido un 20% de pérdidas en un momento que consideran “convulso”.

El dato lo aporta Juan Polanco, gerente de La Fábrica Food & Services (Gran Canaria). Al otro lado del teléfono, explica a Atlántico Hoy que desde que llegó la escalada de costes en 2023 les ha bajado mucho el margen de beneficios. Subraya que la materia prima subió alrededor de un 30%, lo que para ellos es un tercio de lo que supone el precio de ventas.

Menú cerrado

“El problema”, indica, “es que no puedes subirle el precio a los clientes del menú”. “Si yo cierro contigo una cifra no te la puedo subir a mitad de camino porque no es ético”, agrega. Aunque su análisis va más allá porque, apunta, el combustible ha subido un 10%. Además, a mitad de camino se ha producido un aumento en el salario del personal.

La situación parece complicada y no duda en decir que les preocupa bastante. La solución más cortoplacista pero efectiva es “empezar a hacer movimientos de cintura de un lado a otro” sin perder calidad en el producto final que venden a los novios. Es decir, tantear el terreno para ver hasta dónde se puede llegar.

Celebración de una boda / AH
Celebración de una boda / AH

Subida del 3%

El año pasado su empresa subió un 5% los precios y para lo que queda de 2024 el incremento es del 3%. Isabel González, la gerente de Nuptiale Wedding, ubicada en Tenerife, lamenta que por los altos precios están padeciendo cancelaciones. “Este mismo miércoles tuvimos tres”, afirma. “No solo porque el precio ha afectado a los alimentos, sino a muchísimas cosas más”, incide en consonancia con Polanco. 

A la hora de redactar contratos con los futuros novios “se está poniendo que el precio está ajustado, en espera del IPC de los próximos meses porque salir a pérdidas es imposible”. “Y más en un sector que viene afectado por la cola de la pandemia”, apostilla. El motivo es que durante los peores momentos de la COVID-19 tuvieron que bajar “muchísimo los precios”.

Una pareja de personas en su boda, que ilustran que Canarias es la comunidad con más separaciones. UNSPLASH
Una pareja de personas en su boda, que ilustran que Canarias es la comunidad con más separaciones. UNSPLASH

Menos clientes

Asevera que en cuanto a clientela “está habiendo un frenazo importante”. Señala que el sector recurre con frecuencia a los datos del INE para hacer un análisis de a lo que se enfrentan: “En febrero del año pasado en las plataformas más importantes a nivel nacional tuvimos 1.600 visualizaciones de nuestro trabajo y ahora contamos con 600”. En la misma fecha de 2023 tuvieron 25 contrataciones y doce meses más tarde solo siete. 

González pone sobre la mesa que para un catering la empresa hace facturas con el 7% de IGIC, pero a la hora de aprovisionarse, la alimentación no tiene ese impuesto. “Estamos perdiendo un 4% en cada facturación, si yo tengo que regularizar los precios al bolsillo del canario, estamos saliendo ya con esa pérdida”, protesta. 

Celebración boda brindis
Celebración boda brindis

Precio del catering

“Si encima subes los precios de los alimentos, pero el cliente entiende que eso es mucho dinero, imagínate las cábalas que hay que hacer ahí para poder salir bien”, continúa. Sobre precios concretos de los caterings, si es uno profesional, ronda los 80 euros por invitado y como máximo 140. “Si estamos hablando de cifras en los dos siguientes trimestres, podría suponer subir a 87 euros y es mucho dinero”, vaticina. 

Manifiesta que “si esto no frena un poco” en el caso de su empresa van a salir a pérdidas. Asegura que este viernes se reunirá con personas del sector para pensar en ideas conjuntas que ayuden a paliar el problema como wedding planners o fincas. Otro tema que les preocupa es que los clientes se ven muy afectados por las noticias internacionales relacionadas con la economía. 

Un compromiso

Sostiene que en su empresa están preparando un documento en el que se comprometen a mantener el precio hasta el próximo 31 de diciembre, al menos para las contrataciones que cierren este año. Su intención es que el límite fuera el 1 de marzo, pero como la clientela se ha reducido establecieron un plazo mayor. 

“Concienciar al cliente va a ser muy complicado, entonces buscaremos algún tipo de dossier con otros servicios donde prescindamos de cosas que hasta ahora habíamos podido incluir. Lo valoramos para que sin perder trabajo podamos seguir manteniendo nuestras empresas”, prosigue González.

La novia le coloca el anillo al novio / AH
La novia le coloca el anillo al novio / AH

Los productos

Los catering se han encarecido porque los productos básicos no han parado de subir. La gerente de Nuptiale Wedding cuenta que un litro de aceite para la hostelería hace seis meses costaba un euro y ahora se ha triplicado. Lo mismo ocurre con los huevos, el aceite, azúcar, carne o pescado. Sin olvidar a los temidos gas y luz. “A día de hoy los movimientos están siendo complicados y diferentes”, sentencia. 

Juan Polanco, de La Fábrica, ha notado “una desaceleración” en el número de personas que reclaman un catering para casarse. Hace dos años “se vendía más fácil por la COVID-19”,  pero ahora han visto que les toca “currárselo” un poco más sacando más herramientas comerciales. 

Buscar el equilibrio

El tema no queda ahí porque con el miedo a la inflación han tardado más en abrir la temporada de 2025. Lo hicieron el pasado mes de enero cuando lo normal habría sido en el último trimestre de 2023.

Desde la Finca de Celebraciones Rodasorio, en Santa María de Guía, relatan a este medio que no está entre sus planes nunca subirle los precios a los novios. “Nosotros respetamos la palabra, si te equivocaste hay que asumirlo”, exclaman. “Hay que tener un equilibrio con el cliente porque los sueldos siguen igual, si vemos que el beneficio se viene abajo habría que subir el coste”, culminan. 

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