En un contexto donde la preocupación por la sostenibilidad y el medioambiente crece cada vez más, las empresas tienen el reto de implantar la economía circular para que sus productos no pierdan valor. Canarias tiene un ecosistema empresarial en el que predominan las pymes, por lo que también deben unirse al mismo objetivo para reducir impactos sin perder beneficios. Carmen Jaca, doctora en Ingeniería Industrial e investigadora en la Universidad de Navarra, lo define como “un modelo reparador y regenerativo”.
Jaca ha trabajado en varias empresas como responsable de calidad y medioambiente. Además, es coautora de libros como ‘Guía práctica para implementar la economía circular en las pymes’. Sobre cómo puede empezar una pequeña y mediana empresa a dar los primeros pasos para llevar a cabo este modelo, ella ve fundamental “pensar qué valor tienen los productos actuales y cómo hacer que ese valor se mantenga el máximo tiempo posible”.
El primer paso
La investigadora participó este jueves en el Foro nueva economía nueva empresa, organizado en el Hotel Cristina por Fundación La Caixa y CajaCanarias Fundación. El objetivo es tratar el 12º Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) con la ponencia ‘Cómo implantar la economía circular en las pymes’.
¿Cuál debe ser el primer paso? “Saber cómo es tu pyme y tu cliente. Saber qué pasa alrededor de la empresa, un análisis estratégico con el punto de vista en la sostenibilidad. Qué tendencia hay, por dónde van las leyes… Eso ya me va a dar muchas pistas”, comenta. “Y en cada fase ver qué puedo mejorar en cuanto a la sostenibilidad, cómo puedo reducir los impactos”, agrega.
Trato más humano
En el Archipiélago predomina el sector servicios, una actividad económica que no trabaja con productos materiales para vender a sus clientes, sino que consiste en un trato más humano. Jaca es clara y asegura que “la economía circular se pude aplicar a cualquier tipo de empresas”. “A veces no es tan fácil porque el reintroducir el producto no tiene sentido porque no lo hay. Pero un servicio también usa energía, materiales, agua…”, apostilla.
Una de las claves para la doctora en Ingeniería Industrial es que la pyme apueste por un turismo de mayor calidad. “Si se acerca hacia un cliente concienciado con el medioambiente, siempre va a valorar el tema de la sostenibilidad”. La razón es que el sector servicios trabaja directamente con el cliente final.
Kilómetro cero
Jaca cree que ese turismo de más calidad “va a huir del low cost, que es lo que vale poco y tiene menos valor añadido”. A la hora de cuidar al visitante es importante, dice, cuidar la sostenibilidad de los productos que pones en la mesa. “Que sean típicos de la zona, de kilómetro cero”, manifiesta. “Igual es más caro, pero tiene más nutrientes y mejor sabor”, matiza.
La pyme debe saber transmitir los esfuerzos que está haciendo para implantar la economía circular. “Es importante que se diga lo que se hace tanto dentro como fuera”, exclama. Además, Jaca declara que es fundamental invertir en no gastar más agua de la necesaria o la ventilación natural. “Eso te va a dar un mayor rendimiento en la factura de la luz”, sentencia.
Reutilizar el producto
Jaca cuenta que decidieron venir a Canarias por dos razones. La primera es que “hay que extender el mensaje”. Y en segundo lugar porque “Canarias tiene una economía local y de proximidad”. Resalta que es un tipo de economía “más sostenible y resiliente”. Añade que en las Islas “hay interés y potencial”. “Pero todavía nos queda mucho por hacer en general”, agrega.
Para las pymes es importante poner el foco en el cliente, ver “qué necesidades tiene y cómo la puede satisfacer de la manera más eficiente y sostenible posible”. “No fabricar para que el cliente la use una vez y se tire o para que el cliente tenga que venir otra vez a comprarme dentro de dos meses. Que el cliente esté feliz con lo que nosotros estamos dando, que nos compre por fidelidad y no por necesidad”, incide.
Consumidores concienciados
La investigadora en la Universidad de Navarra declara que, aunque para eso es importante, que los consumidores estén concienciados en su mayoría, bromea con que “eso es la piedra filosofal, es muy difícil”. “Estamos acostumbrados a comprar y tirar, a que la compra sea un acto social”, añade.
“Uno de los ejemplos que se suele poner es que si en vez de solo vender el producto tú ofreces un servicio de mantenimiento, estás rentabilizando ese producto. En automoción se está haciendo, hay coches que llevan piezas de segunda mano y nosotros no lo sabemos, pensamos que son nuevas”, aclara.