Tus alimentos frescos están al resguardo en la nevera, el agua caliente del termo se recarga poco a poco sin darte cuenta y el aire acondicionado te refresca en días de soberano calor. Decir que la electricidad se ha vuelto fundamental para el actual modelo de vida humana no es nada nuevo. Está ahí con solo un encender del interruptor. Pero no aparece de la nada, hay toda una industria que mueve la vida y que pasa desapercibida de tan cotidiana que es.
Sin embargo, saber de dónde procede esta electricidad que inunda nuestras vidas, quien la genera o a través de qué fuente es un ejercicio de autoconocimiento que revela curiosos datos.
El gran monopolio fósil
Primero hay que conocer quién genera la electricidad en Canarias. La Consejería de Transición Ecológica tiene contabilizadas en su web 37 empresas dedicadas a la generación eléctrica. Pero hay un desequilibrio crucial en la forma de producción. La generación fósil es la que acapara más del 80% del balance del sistema eléctrico canario y Unión Eléctrica de Canarias Generación (Unelco), es decir Endesa, es la única ficha en este este monopolio.
La energía fósil en Canarias se traduce en motores diésel, turbina de gas, turbinas de vapor y ciclo combinado. Los datos de Red Eléctrica calculan que en los primeros seis meses de 2023 esta última tecnología ha acaparado el 42,2% de la generación, seguida de los motores diésel con el 21,7%, la turbina de vapor el 14,4% y la turbina de gas ha supuesto solo el 3%.
Allí donde nace la luz
Esto se traduce en altas dosis de combustible consumido. En 2021 -a falta del Anuario Energético de Canarias de 2022-, las centrales térmicas necesitaron 1.444.812 toneladas de combustibles para producir electricidad; principalmente gasóleo (793.014 toneladas), aunque también fuel (630.391 toneladas) y diésel-oil (21.407 toneladas).
Pero, ¿dónde se genera la energía fósil de Endesa? Cada isla cuenta con su propia central térmica. De oeste a este: en El Hierro, la central de Llanos Blancos; en La Palma, la central Los Guinchos; en La Gomera, la central El Palmar; en Tenerife están las centrales de Granadilla y Las Caletillas, más los grupos de generación de Arona y Guía de Isora.
Los extracostes de los fósiles
En la provincia de Las Palmas, por su parte, en Gran Canaria generan electricidad las centrales de Jinámar y San Bartolomé de Tirajana, mientras que en Fuerteventura es la central de Las Salinas y en Lanzarote la instalación se llama Punta Grande.
Esta distribución de la generación eléctrica en un sistema insular tiene unos costes que, si bien, los asumiría Endesa, el Estado es quien paga los extracostes por la ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Los últimos datos que se tienen son los relativos a los costes de 2017. En 2022, la dirección nacional de Energía aprobó una resolución que eleva a 384 millones de euros la cuantía que debía abonar el Estado por los extracostes.
El pequeño mercado renovable
Estos extracostes podrían ser menores si la dependencia de los fósiles fuera menor, es decir, que el porcentaje de producción eléctrica de las renovables tuviera una mayor repercusión en el balance del sistema eléctrico. Hay que recordar que el combustible que usan las principales renovables es gratuito: sol y viento.
En los primeros seis meses de 2023 las renovables solo han protagonizado el 18,8% de la estructura de generación en Canarias: el 14,5% la eólica, el 4% la solar fotovoltaica y el restante lo acaparan otras tecnologías.
Es en la energía renovable donde el monopolio de la generación eléctrica se difumina y surgen numerosas empresas, a las que en un futuro anuario se sumarán también las comunidades energéticas. Actualmente el Gobierno de Canarias contabiliza 36 empresas de energías renovables que generan electricidad en las Islas.
Dónde están las renovables
Ni el anuario ni la web del Gobierno de Canarias hace un análisis de la cuota de mercado que cada una de estas empresas tiene sobre el total de la generación eléctrica. Se puede saber cuáles son los municipios donde más se genera, eso sí.
Si la eólica es la gran renovable en Canarias, los municipios de Arico y Granadilla de Abona (Tenerife) son el centro neurálgico. Aunque en los últimos años el crecimiento de instalaciones en los municipios del sureste de Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana, Agüimes y Santa Lucía de Tirajana, también ha sido exponencial. Sucede prácticamente lo mismo con los datos de las instalaciones de la fotovoltaica.
El nombre en la factura
Pero cuando hablamos de la energía que consumimos las comercializadoras también ejercen un papel más que crucial. Son las empresas que venden al consumir la energía de la red, es decir, con quien tenemos el contrato de la luz. En total, son 115 las empresas comercializadoras que ejercen en las Islas.
Al igual que con la generación eléctrica no renovable, en Canarias Endesa es la gran beneficiaria. En 2021, el anuario energético indica que la cuota comercializadora de la filial de la italiana Enel fue del 45,55%. Pero no acaba ahí la cosa porque la comercializadora que tiene Endesa para el mercado regulado, Energia XXI, tiene el 14,95% del mercado, es decir, el 60,50% entre ambas marcas. Por su parte Iberdrola tiene el 8,71% y el 5% con dos sociedades diferentes.