El 24 de septiembre se ha convertido en un día histórico. El teleférico del Teide ha activado el primer sistema autónomo para teleféricos en el mundo impulsado por energía solar, un paso que marca un hito histórico desde que se inaugurara hace 53 años.
Todo comienza en la sala central de gestión energética, que alberga en su primera planta el cerebro red que distribuye la energía de forma inteligente en función de las necesidades de las cabinas y del resto de servicios. En el piso superior, una instancia con más de una veintena de baterías que almacenan la energía captada del sol las 525 placas fotovoltaicas, junto con la energía que producen las cabinas en su sentido descendente.
Esto va a permitir ahorrar 618 toneladas métricas de llamado científicamente CO2 equivalente al año. Dicha energía será consumida por los cuatro edificios principales y el teleférico, aunque por seguridad se seguirá manteniendo un generador. En su desarrollo han participado un consorcio tanto internacional como canario.
“Los promotores del teleférico supieron leer las potencialidades del turismo”
El acto estuvo presidido por diferentes representantes políticos y del empresariado canario, entre ellos la presidenta del Cabildo Insular de Tenerife, Rosa Dávila; el director gerente de Teleférico del Teide, Ignacio Sabaté; el director técnico de Teleférico del Teide, Luis Pintor, y Ángel Montañés, director general de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias.
Durante la presentación, Ignacio Sabaté, que hizo un viaje en el tiempo pasando por la Tenerife de los años 60 hasta un guiño al futuro, aseguró que “soñando” se pueden lograr “que las cosas sucedan mejor”. En este sentido hizo referencia a que hace 60 años el Archipiélago no lograba el progreso social y económico hasta que comenzó el fenómeno del turismo y el transporte aéreo a reacción que conectó a las Islas con Europa. Un potencial que los promotores del teleférico, insistió Sabaté, supieron leer y enlazarlo al ocio ambiental. “La obra del teleférico fue titánica, y se impulsó gracias a miles de participantes del ahorro popular”.
Con los años, prosiguió el director general, en el siglo XXI se necesita orientar y cambiar el enfoque hacia una economía más sostenible. Por ello repasó una serie de hitos logrados como el acceso al parque con transporte colectivo, el compromiso con la comunidad local, que un 92% de los ingresos queden en Canarias, ofrecer productos locales en la cafetería o colaborar con instituciones científicas de las Islas en cuanto al clima y la diversidad. De esta manera mandó un mensaje “optimista” e insistió en que el cambio climático es “inaplazable”.
El aislamiento, el principal hándicap
En cuanto a los problemas a los que se enfrentaron durante los trabajos, el director técnico de teleférico del Teide, Luis Pintor, aseguró que el aislamiento fue el reto principal. “El Parque Nacional está aislado y la red eléctrica de la isla no llega hasta el teleférico. Teníamos que usar generadores propios”.
Otro reto, puntualizó, fue adaptarse a la alta montaña con condiciones extremas en invierno. “Adelantamos al año pasado la instalación de las placas solares porque, aunque no estuvieran conectadas, se quería comprobar cómo pasaban el invierno, aunque este ha sido el mejor invierno en décadas”, explicó. Asimismo otro hándicap fue la integración visual, un trabajo que ha supuesto poner las placas en la misma orientación que las cubiertas a pesar de que su eficiencia es menor.
En lo que se refiere al funcionamiento detalló que en cada viaje de cabina se producen picos de potencia en el arranque y por el paso de las torres. “Las baterías convencionales tendrían una durabilidad de uno o dos años, pero para ese problema se ha desarrollado en 2020 un sistema por el que la energía que dota al teleférico pasa por baterías de alto uso con cargas y descargas rápidas”, señaló.
Un paso más para la transformación de espacios naturales
Ángel Montañés, director general de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, celebró este “nuevo hito” que sigue “la senda” del proceso descarbonización de la economía. “Es un proyecto difícil que se ha conseguido de la mano del empresariado canario. Contamos con un apoyo externo pero la logística ha sido 100% canaria”, valoró.
La clausura corrió a cargo de la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, quien insistió en que no solo es un día “muy importante” para la isla, sino para Canarias y el mundo. “Es un paso decisivo para la transformación de una infraestructura de primer nivel que trata de proteger nuestro entorno natural”, subrayó. Para la presidenta supone así una transformación de “cómo gestionamos los espacios naturales” y recalcó que Tenerife “debe ser un ejemplo de compromiso y un espejo donde los demás puedan mirarse” en cuanto al patrimonio natural.
Con el esperado momento del apagado del sistema antiguo y la puesta en marcha del sistema 100% solar, el teleférico del Teide comenzó este martes una nueva era.