La falta de papas en Canarias sigue dando de qué hablar. El problema que nadie vio venir provocado por unas larvas de escarabajo detectadas en un campo de cultivo inglés ha dejado múltiples consecuencias. Escasez del producto, los precios disparados en los mercados y mucha incertidumbre. Un desasosiego que hace pensar en el futuro para evitar que vuelva a ocurrir algo parecido. Todo apunta a que la clave está en mimar las papas de semilla.
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, transmitió este martes su preocupación en torno a la papa de semilla porque el Archipiélago “importa más del 90% desde Reino Unido y las primeras plantaciones, de octubre a marzo, dependen de las mismas''.
Sin problemas en Escocia
Juan Luis Pulido, presidente de la Asociación de Importadores de Papas de Gran Canaria (ADIPA), llama a la calma y expresa que el 85% de este producto que se planta en las Islas viene de Escocia, un país en el que todavía no se ha detectado ni un solo caso del escarabajo que puso en jaque las importancias desde Inglaterra.
“No hay ninguna enfermedad ahora mismo en Escocia”, insiste. Resalta que, al margen de que no debería pasar nada, la incógnita que hay ahora mismo en el aire tiene que preocupar a todos los canarios. “Porque si no vienen papas de semilla, ¿qué plantamos?”, se pregunta indignado.
Cómo tratarla
El consejero señaló que si desde Madrid se permite la entrada del producto semilla será con mayores medidas de control como el lavado del producto o el embolsado en sacos nuevos de cooperativa. “Si hay que traerla lavada, Escocia cierra las puertas y no manda papas de semilla”, manifiesta Pulido.
“Como mucho se podría cepillar un poco por si apareciese algún bicho, pero nunca lavarla. Así lo aconsejan los técnicos. Al someterla a un lavado provocas que por cualquier arañazo o cualquier cosa que ocurra al lavarla se pudra la papa luego. Al introducir agua dentro termina pudriéndose”, sentencia.
"No debería peligrar"
Su experiencia en el sector le permiten analizar el contexto con una perspectiva alentadora. “Por lo que yo sé y entiendo no debería peligrar”, afirma. Aunque siempre deja abierta la posibilidad a la duda “porque esto no está en nuestras manos”. “Yo creo que a esto se le va a dar una solución por las conversaciones que está habiendo, pero puede pasar cualquier cosa”, apostilla.
La esperanza es lo último que se pierde y el presidente de ADIPA aún la mantiene en torno a las reuniones entre el Estado y el Reino Unido para buscar una solución. “Esperamos que esto termine bien”, exclama.
Sobre el desabastecimiento de papas que se padece desde hace varias semanas, Pulido explica que están en el aire. “En países de los que podrían venir como Chipre, Israel, Egipto y Marruecos no hay cosecha”, declara. “Las que entren será porque llevan un tiempo en cámaras como podría ser la inglesa. Estamos muy preocupados porque los canarios no saben comer sin papas”, subraya.