Lo que debe aprender Canarias de Navarra y Euskadi para equiparar el REF a sus fueros

Cómo estos han actuado históricamente como la piedra angular de la forma de entroncar País Vasco y Navarra en España, la clave de su arraigo social hoy en día

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Monumento a los Fueros de Navarra, en Pamplona./ ARCHIVO
Monumento a los Fueros de Navarra, en Pamplona./ ARCHIVO

REF son las siglas de Régimen Económico y Fiscal de Canarias. RIC, una de sus herramientas, corresponde a Reserva de Inversiones Canaria. ZEC es la Zona Especial Canaria, y como estos hay un puñado de ejemplos de siglas y términos que componen el entramado fiscal y normativo que le otorga a Canarias una singularidad económica reconocida constitucionalmente como un derecho para tratar de paliar las diferencias sociales y económicas que tiene el Archipiélago con respecto al territorio peninsular.

A nadie se le escapa que a la inmensa mayoría de los canarios, esta nomenclatura le es completamente ajena. De entre las más de dos millones de personas que habitan en las Islas, porcentualemente pocas saben qué es el REF, menos aún saben explicar con criterio para qué sirve y cuáles son sus resortes.

Enseñar el REF

El Gobierno de Canarias -este y los anteriores- no es ajeno a esta realidad. "Nuestros habitantes no saben qué es el REF, y lo que no se conoce, no se defiende", es la máxima que se viene repitiendo en los últimos años.

Este curso parlamentario, se ha iniciado una ronda de comparecencias de expertos en la materia en el Parlamento de Canarias para explicar a sus señorías los problemas y posibles soluciones del actual REF, de cara a una posible reforma. Todos coinciden en una cosa: el Régimen Económico y Fiscal tiene que llegar a todos los ciudadanos. Deben conocerlo para saber cómo les beneficia y defenderlo. Porque no es un privilegio, es un derecho y hay que hacerlo valer.

Fuero y derecho histórico

De un tiempo a esta parte, se viene utilizando como sinónimo la nomenclatura "Fuero canario". El término causó revuelo cuando se acuñó, pero quizás hubiese sido mejor haberlo llamado así desde un principio, para referenciarlo en el ideario colectivo como un derecho histórico. Un derecho que tiene sus raíces entre finales del siglo XV y comienzos del XVI, cuando Isabel la Católica implementó los primeros incentivos económicos para que las islas se colonizasen con población proveniente de Castilla, teniendo en cuenta las dificultades que suponía la insularidad y lejanía.

Esta es una de las principales conclusiones que se pueden extraer de la serie de ponencias que han tenido lugar este viernes en la sede de la sociedad Círculo de la Amistad (Santa Cruz de Tenerife), organizadas por la revista económica La Gaveta, en las que han participado el historiador vasco José María Portillo y el profesor navarro de historia del derecho Mikel Lizarraga para confrontar ese difuso "Fuero canario" con los consolidados -en términos de aceptación social- fueros navarro y vasco.

El historiador vasco José María Portillo, presente en las ponencias sobre el REF en el Círculo de la Amistad./ ARCHIVO GMG
El historiador vasco José María Portillo, presente en las ponencias sobre el REF en el Círculo de la Amistad./ ARCHIVO GMG

Arraigo de la idea, no de la norma

La perspectiva histórica del fuero en sí es, probablemente, la clave. El reconocimiento de los fueros navarro y vasco como un "derecho histórico" -la Constitución Española aparece mencionado así, con estos términos, algo que no se suele usar en el Derecho- aporta la legitimidad a los mismos, pese a que la norma que rija en Euskadi o Navarra hoy en día no tenga que ver con, por ejemplo, el fuero de Vizcaya de 1452.

Esto significa que el arraigo que tiene la idea de que las provincias vascas tienen derecho, por legitimidad histórica, a un fuero propio, permite siglos más tarde que el concepto sea transversal a toda la sociedad, que se asuma y se defienda como identitario.

Que su remodelación a lo largo de la historia resultase en el actual concierto vasco, ya responde a la adecuación del concepto histórico a los planteamientos y necesidades políticas actuales, defiende el historiador José María Portillo, que piensa que ampliar la foralidad en lo fiscal respondió a un intento por acabar con el terrorismo de ETA dando a la Comunidad Autónoma Vasca y a Navarra un estadio de autonomía muchísimo mayor, al abarcar la parte impositiva, que al resto de regiones.

La "piedra angular" de cómo entronca Navarra en España

En Navarra ocurre algo muy similar. Tal y como explica el profesor Lizarraga, el propio mito fundacional del Reino de Navarra ya contiene la figura de un fuero propio para el pueblo basado en la costumbre. Según este mito, antes incluso de existir el reino, los pueblos navarros que se refugiaron de la conquista musulmana en los Pirineos seguían una serie de usos, costumbres y libertades que se conocían por transmisión oral. A la muerte del rey Sancho VII sin sucesión, se eligió a su sobrino Teobaldo I de Champaña como rey -un monarca extranjero- y, para asegurarse de que protegería y aceptaría estos derechos, se redactaron por escrito y se le hizo firmarlos.

Habían nacido los fueros en una versión muy primitiva que, por supuesto, no tenían nada que ver con el actual concierto navarro. Pero el concepto del fuero, del derecho histórico, quedó en el ADN del pueblo navarro hasta el punto de que, a lo largo de los siglos, siempre se ha respetado por parte del Estado, siguiendo la tradición pactista, como ocurría en el mito, de que la figura del monarca o el ente estatal que gobierne sobre los navarros debe aceptar sus normas y costumbres.

El fuero navarro actual no es otra cosa que el régimen jurídico, económico y de autogobierno de Navarra, pero que tiene un vínculo de continuidad histórica con aquel reino medieval y conforma "la piedra angular de la forma de estar de Navarra en España", defiende el profesor Mikel Lizarraga.

Mikel Lizarraga, profesor de Historia del Derecho en la Universidad Pública de Navarra./ ARCHIVO
Mikel Lizarraga, profesor de Historia del Derecho en la Universidad Pública de Navarra./ ARCHIVO

Canarias cuenta con legitimidad histórica

Canarias tiene razones históricas para aferrarse a una reclamación foral similar. Los primeros reconocimientos de un trato diferenciado por Isabel de Castilla se desarrollaron en las islas hasta que la primera constitución española, La Pepa, los cortó de raíz en 1812, lo que resultó en un desastre económico para el Archipiélago. Posteriormente, la Ley de Puertos Francos de Canarias, promulgada por el ministro Juan Bravo Murillo en 1852, impulsó de nuevo su economía suponiendo un enorme alivio fiscal a las importaciones y las exportaciones.

El actual REF, que bien podría haberse llamado Fuero de Canarias para conseguir esa continuidad histórica que fortalece al Derecho vasco y navarro, comenzó a desarrollarse en 1972, se perfiló entre 1991 y 1994 en lo fiscal, económico y social, para terminar de tomar la forma que tiene hoy en día en 2018 con un blindaje de sus disposiciones de cara a la Administración General del Estado.

Desconocido en la Universidad

Está, como quien dice, en pañales. Es un entramado normativo que apenas supera el medio siglo y que ahora tiene que hacer un esfuerzo titánico por referenciarse entre los ciudadanos. La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, presente también en las ponencias de este viernes en el Círculo de la Amistad, lamenta que el REF ni siquiera se estudia en titulaciones de posgrado en la Universidad de La Laguna (ULL). No hay ni un máster ni un doctorado sobre esta materia en la Universidad.

El comisionado del REF, José Ramón Barrera, que dio también una charla este viernes y ha sido ponente en el ciclo de comparecencias en el Parlamento de Canarias, explica que, a pesar de haberse graduado de Economía en la ULL, él no estudió en profundidad el Régimen Económico y Fiscal hasta que hizo estudios de posgrado en universidades fuera de las Islas.

En el buen camino

Pero no hay nada irremediable. "Canarias está en el proceso correcto" para identificar el REF como un fuero en términos de derecho histórico, asegura el historiador vasco José María Portillo. Ahora bien, opina que hay que simplificar toda esa amalgama de siglas enrevesadas para que tenga calado en la sociedad.

Además, aporta otro dato: en Euskadi, cada año se encuesta a los jóvenes para saber qué saben sobre el concierto económico vasco. Esta consulta anual, asegura, permite "socializar el concepto", crear conciencia. "Hace falta usar el derecho histórico para una Canarias del siglo XXI", asegura. Eso sí, la historia "no se improvisa", requiere de estudio y, para eso, hace falta que las universidades canarias hagan su parte, puntualiza.

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