Crecer a través del 'crowdfunding': el proyecto Boxlab busca emprendedores en Canarias

La aceleradora Boxlab busca iniciativas novedosas de productos tangibles que se estén desarrollando en Canarias para impulsarlas, recurriendo al crowdfunding para potenciar las ideas

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La técnica de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, María Victoria Cairós, encargada del programa Boxlab. / Atlántico Hoy
La técnica de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, María Victoria Cairós, encargada del programa Boxlab. / Atlántico Hoy

Comenzar un proyecto empresarial está claro que no es un camino fácil y que el asesoramiento es crucial para fomentar la introducción de nuevas iniciativas empresariales. Esa es la misión de la aceleradora Boxlab de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, que busca iniciativas novedosas de productos tangibles que se estén desarrollando en Canarias para impulsarlas, recurriendo al crowdfunding para potenciar las ideas.

No es una sorpresa que la economía canaria se mueve gracias a las pequeñas y medianas empresas, mayoría en el tejido productivo, pero para los emprendedores conseguir financiación para desarrollar su idea de negocio casi no es una opción. Según el documento Emprendimiento en Canarias y Covid-19, tan solo un 8% de las empresas en fase de creación manifiesta estar recibiendo ayudas públicas. Un hecho que convierte al crowdfunding (recaudación de fondos) como la mejor opción para impulsar un nuevo negocio. 

Aquí es donde entra en juego la aceleradora Boxlab, de la Cámara de Comercio, la única de España de productos tangibles que utiliza el crowdfunding para la metodología de validación. Así lo destaca con orgullo María Victoria Cairós, técnica de la Cámara y responsable del proyecto, quien tras tres ediciones de esta iniciativa ha ayudado a desarrollar hasta 45 nuevos productos y ya anima a quienes tienen una idea de negocio en mente a participar en el Boxlab, cuyo periodo de participación cerrará el próximo día 20. 

Qué preocupa a los emprendedores

“Una de las principales preocupaciones de todos los emprendedores es la financiación. Unos porque necesitan incorporar maquinaria para fabricar, otros necesitan tecnología y otros porque tienen que hacer campañas de marketing que son muy costosas y no las saben hacer”, destaca la técnica. Así desde la Cámara el acompañamiento a los emprendedores se traduce en diferentes ámbitos, según las necesidades de los emprendedores. 

Crowdfunding 

El crowdfunding es la principal insignia de esta iniciativa y lo que la hace tan valiosa para los nuevos emprendedores de Canarias. Recurren a esta herramienta porque cubre los gastos iniciales a la vez que crea una comunidad que te permite validar tu producto. “Las iniciativas de producto tangible son las que requieren mayor riesgo por la financiación que tienes que hacer para fabricar algo a ver si después lo vendes. Te permite anticiparte”, informa. 

Así, el proceso de recaudación se divide en dos fases: “una de precampaña donde el emprendedor tiene que utilizar las metodologías para crear una comunidad” y después una estrategia de comunicación basada en esas comunidades afines. “Eso es lo que llamamos conectar el producto en la primera fase con tu público objetivo”, explica. 

Todo ello se traduce en que los emprendedores se marcan un objetivo de fondos que conseguir para cubrir ese primer lote de producción. Cosa que la mayoría sobrepasa. Por ejemplo, las iniciativas Judotazos, Liva Cosmética natural, Yo abro, Lapoeta, One Week o Hypatia, cumplieron más que de sobra sus expectativas de crowdfunding, llegando incluso hasta el 140%. 

Una vez termina este proceso de recaudación, las iniciativas ya cuentan con un plan comercial organizado y una comunidad que respalda la idea, según defiende Cairós. “Sigues vendiendo con ese empuje que te da haber conseguido la campaña de crowdfunding y toda la visibilidad de clientes que ya va generando. Al final es tener todo organizado para darle continuidad y salir al siguiente paso”, explica.  

Lanzar iniciativas

Pero antes de todo ello hay un trabajo de estudio del mercado crucial para toda empresa. Cuando una iniciativa entra en Boxlab puede empezar con una idea o con un producto en fase temprana. A partir de ahí “lo que hacemos es un trabajo de rediseño para mejorar el concepto del producto”, explica Cairós. Y es que cuando los emprendedores acceden con su nuevo proyecto “falta ese elemento de vinculación que engancha con tu público objetivo. Para ello se trabajan las metodologías de Design Thinking”, declara. De esta manera desarrollan junto a los emprendedores sus propuestas para acercarlas a las necesidades del mercado.

A partir de ahí llega el plan de producción, asesorando en todas las obligaciones legales pero también a optimizar la producción. “Los emprendedores tienen que ser capaces de vender el producto de una forma sostenible”, analiza. “Vendo una cantidad que me permite recuperar mi inversión inicial. Por lo tanto, si haces un lote óptimo de inversión para tu capacidad de venta eres capaz de vender ese primer lote y conseguir financiación para la continuidad de tu negocio”, añade. 

Una vez se acompaña a los emprendedores con el desarrollo de la idea y el plan de producción toca trabajar en el modelo de negocio. Así desarrollan aspectos como la estrategia de distribución, la fiscalidad o la política de propiedad intelectual. También conducen a los emprendedores en el uso de tecnología para el desarrollo de sus ideas, a través de programas como SolidWork o PrestaShop.

A su vez, destaca la técnica que quienes entren este año en el Boxlab podrán beneficiarse del programa de crowdfunding, del programa de subvenciones abierto este año y por las herramientas que ofrece la Cámara para desarrollar las iniciativas.