La reciente escalada bélica internacional en Oriente Próximo ha hecho levantar las orejas de alerta a los países del mundo ante futuros e hipotéticos eventos. Entre ellos, situaciones económicas con afecciones directas e indirectas en el comercio, como ya ocurriera con la guerra entre Rusia y Ucrania.
Sin embargo, en Canarias se mantiene la calma, aunque siempre con un ojo puesto en la dirección del conflicto asiático. En este sentido, el director general de Comercio, David Mille, ha señala, en declaraciones a Atlántico Hoy, que “de momento” no hay ninguna situación o sospecha de alerta sobre que pueda afectar a la economía regional con un bloqueo.
Sin detección de bloqueo comercial
“Los bloqueos cuando hay un conflicto internacional de estas características tienen que ver más, sobre todo, con la escalada en la subida de precios, que es lo que ha sucedido en el caso de Ucrania”, contextualiza. “Hay determinados productos que se encarecen y que afecta directamente a nuestro balance en Canarias”, añade.
De esta manera, y comparándolo con el conflicto en el que entró Irán este martes, no teme por una situación similar. “De momento, por la guerra de Oriente Próximo no se ha detectado ninguna situación de bloqueo”.
No obstante, el director general de Comercio reconoció que el Gobierno de Canarias estará “al tanto de posibles incidencias que puedan suponer costes indirectos o aumento de costes” en el Archipiélago.
Las consecuencias de la guerra de Ucrania
Con el estallido del intento de invasión rusa de Ucrania, las repercusiones económicas fueron dramáticas para Canarias, y para toda Europa. Así, la inflación se disparó y, entre muchos elementos, el precio de la gasolina fue un de los tristes protagonistas en 2022, con un aumento que, en algunos lugares de Canarias, pasó de 1,16 a casi los 2 euros. Hoy, según el tipo de combustible, se ha estabilizado en torno al 1.4 el litro.
Además, hay que recordar que se limitó la compra en los supermercados del aceite de girasol a 5 litros por persona, así como el aumento desmesurado en el precio de la luz ante la amenaza de Rusia de cerrar los gaseoductos y limitar la energía en el resto del continente. También se multiplicó el coste en los cereales, generando una crisis sin precedentes en el sector ganadero en las Islas, ahogando al sector, que recibió cerca de 10 millones en ayuda por parte del gobierno de Canarias.