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Economía

Cobrar el salario bruto: para los empresarios canarios, positivo; para los sindicatos, "una idiotez"

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, planteó este martes que los empleados empiecen a recibir el sueldo sin las retenciones aplicada

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Imagen de un trabajador de la construcción / EFE

A mí me gustaría que los trabajadores de este país recibieran el sueldo bruto y luego que el Estado les recupere”. Así se pronunció este martes el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi. Su planteamiento es sencillo de entender: propone que los empleados ingresen en su cuenta bancaria su salario completo, sin retenciones de ningún tipo, para que después sean ellos mismos quienes se encarguen de arreglar cuentas tanto con la Seguridad Social como Hacienda —una labor que siempre ha pertenecido a las compañías—. El debate ha surgido en otras ocasiones, pero es de esos temas que, cuando alguien los menciona, dan de qué hablar. A unos les genera alegría mientras otros se indignan. 

Atlántico Hoy ha querido conocer cómo lo ven la patronal y los sindicatos en Canarias, por lo que se ha puesto en contacto con representantes de ambas partes para saber cuál es su punto de vista. Las discrepancias son palpables porque los empresarios piensan que sería una buena idea, pero los trabajadores no entienden la necesidad de tratar ahora mismo el asunto. “Es una idiotez”, apunta Héctor Fajardo, responsable de organización de UGT en el Archipiélago. “Ha sido una ocurrencia”, opina Inocencio González, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) en las Islas.

La patronal canaria

Cada cual tiene un arsenal de argumentos para defender sus postulados. José Cristóbal García es el vicepresidente ejecutivo de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) y atiende a este periódico al otro lado del teléfono para dejar clara su postura: “Estaría muy bien, así todos sabríamos de verdad lo que se nos está pagando”. “Cuando te pagan una parte como salario neto y otra parte va a la Seguridad Social más las retenciones, crees que cuestas 1.200 euros y estás costando 2.000”, agrega. 

Considera que es muy positivo que la gente de verdad sepa “el sobrecoste importante” que tienen las empresas para pagar, “no al trabajador por lo que él hace, sino a la propia Seguridad Social, que es casi un 40% aproximadamente”. “Las personas deberían saber lo que cuestan las cosas, yo creo que nuestra percepción de lo que tenemos cambiaría bastante”, incide. Además, lo compara con la situación de los autónomos, dado que “ellos ingresan lo hacen todo”. “No es nada raro, esto ocurre hoy. El 50% de las compañías que hay en las Islas no tiene ningún empleado”, reflexiona.

Un camarero trabajando en un restaurante / AH

¿Como los autónomos?

“Ellos mismos”, dice García, “gestionan sus recursos y saben los costes que supone”. “Si tiene pagos trimestrales, tendrá que ahorrar de su sueldo una cantidad para hacer esos pagos”, apostilla. “Es importante fomentar empresas. Si no existen compañías, gente por la mañana pensando en cómo crear un empleo y no cómo buscarlo, la verdad es que lo pasaremos muy mal. Porque a ver cómo generamos actividad económica, cómo se pagan impuestos, cómo se crea riqueza. Hay que apoyar a la empresa y conseguir que se consolide porque últimamente lo único que se recibe son ataques. Y muy interesados de determinadas partes del Gobierno central”, comenta el vicepresidente ejecutivo de la CCE. 

García compara que los trabajadores tomen consciencia de los costes cobrando el salario bruto con recibir una factura —aunque no sea para pagarla— cuando alguien se someta a un tratamiento médico en la sanidad pública. Pero Fajardo (UGT), comparte el símil, pero añade que serviría, además, para que la sociedad sepa “lo necesario que son los impuestos para mantener un servicio público de calidad”. “Ellos, los empresarios, son los que defienden una bajada de impuestos generalizada”, subraya. 

Imagen de un trabajador / EFE

Función de los empresarios

Sobre recibir en la cuenta corriente el sueldo bruto, el representante sindical pone sobre la mesa que “es una idiotez” porque “si los trabajadores y trabajadoras son los que generan la riqueza dentro de las empresas con la fuerza del trabajo, ¿qué papel o qué función va a tener el empresario?”. “Lo que pretende Garamendi (CEOE) es que los empresarios no tengan funciones”, asevera. “Todo esto es un debate artificial que no tiene ningún sentido, ninguna empresa se lo plantea como algo real”, exclama. 

“Todo se tiene que centralizar a través de la empresa, es mucho más sencillo para la administración, es mucho más sencillo para la organización de una sociedad moderna como la que vivimos. Que cada trabajador gestione este tipo de cosas no solamente no es práctico, sino que ni siquiera es viable”, insiste. 

"Estoy harto"

Tampoco comparte que eso sirva para crear conciencia. “Yo estoy un poco harto”, dice, “de que la patronal canaria subestime a los trabajadores como si fuéramos niños de guardería”. “No sé si es que piensan que los trabajadores y trabajadoras de esta tierra no saben leer una nómina”, destaca. 7

Por su parte, Inocencio González (CCOO), tacha las palabras de la patronal de “ocurrencia”. “Esto de pagar al trabajador el salario bruto es para, de alguna forma, camuflar los bajos salarios que hay especialmente aquí en Canarias. Eso es un engorro ya no solamente para los trabajadores y trabajadoras en su conjunto, sino también administrativo”, opina. 

Datos en Canarias

“Aquí en Canarias, por ejemplo, pasaríamos [en caso de que se hiciera realidad la medida comentada por Garamendi] de 66.000 empresas que abonan la parte correspondiente a las retenciones en materia de Seguridad Social a 770.000 trabajadores que tendrían que hacerlo por su cuenta. Esto no tiene ningún recorrido, es poner cortinas de humo ante las movilizaciones por la reducción de la jornada laboral que empiezan este jueves”, expone. 

“Si esto lo conectamos con los datos publicados por el INE sobre las horas extraordinarias pagadas, que son 1,6 millones de horas semanales sobre la jornada laboral pactada en los contratos, en el conjunto nacional, pues ya tenemos la ecuación clara”, culmina.