Pese a la reducción registrada este viernes del Índice de Precios de Consumo (IPC) la CEOE de Tenerife sostiene que en julio se prevé un impacto alcista en los precios por el aumento de los salarios y el coste de los carburantes. Ve probable, por tanto, que no se alcancen los objetivos en materia de inflación. Así lo expresó el presidente de la patronal tinerfeña, Pedro Alfonso.
La media nacional ha aumentado desde el 1,9% en junio al 2,3%, mientras que la cifra para Canarias ha pasado del 3,9% al 3,6%. Asimismo, la tasa de inflación subyacente, que excluye los precios de los productos energéticos y de los alimentos no elaborados, también ha aumentado a nivel nacional, de 5,9% a 6,2%; mientras que en Canarias se ha mantenido al 6,2%.
Energía y materias primas
Para la CEOE de Tenerife la reducción del IPC en Canarias se debe, entre otros motivos, a la caída de los precios energéticos y de las materias primas, así como "al alivio de los cuellos de botella generados en la industria" el año pasado. Añade que la tasa de inflación general tocó máximos el verano pasado y desde entonces encadena bajadas consecutivas, con algún repunte, que llevaron a situarse en el 1,9% en junio. La tasa de inflación subyacente, por su parte, no comenzó a descender hasta el segundo trimestre de este año, "no tanto porque los precios de los bienes y servicios que la componen hayan descendido, sino porque sus crecimientos se han moderado en comparación con el ritmo al que crecían en 2022", precisa la patronal, que aclara que aún hoy ésta se mantiene por encima del 6%.
Añade Alfonso que la volatilidad de los precios de los productos energéticos en 2022 ha provocado una volatilidad muy acusada sobre la tasa general "que impide ver con claridad la tendencia real de la inflación; por lo que es mejor centrar la atención en la tasa subyacente, que, de todas formas, es hacia donde convergerá la primera".
Efecto escalón
Advierte también la CEOE de que la tasa general de inflación no va a mantener niveles tan reducidos como los de junio, como demuestra el último repunte, lo que a su juicio es la consecuencia de lo que se conoce como “efecto escalón” de los precios.
Este efecto aparece cuando tras un periodo de crecimiento intenso de los precios estos comienzan a bajar en comparación con los niveles máximos alcanzados, en este caso el verano pasado.