Los sindicatos Comisiones Obreras y UGT han pospuesto la huelga que tenían prevista para los días 5, 7 y 12 de enero, ante la rectificación por parte del presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, de retirar el plan de desmantelamiento de 2.000 unidades de distribución en España, que afectaba a casi 30.000 trabajadores.
Pese a que los empleados no saldrán estos días a la calle, los sindicatos avisan de que esta no es una desconvocatoria, sino un aplazamiento del parón. “Nosotros iniciamos unas movilizaciones que vamos a seguir llevando a cabo al menos hasta el mes de junio”, explica Ángel Cabanillas, secretario de Comisiones Obreras de Correos en Las Palmas de Gran Canaria. De hecho, según ha publicado el sindicato, la huelga general se mantiene activa para dar cobertura “a futuros paros ante un nuevo intento de imponer el desmantelamiento que en esta ocasión ha fracasado”.
Una reunión de escasa representación
Tal y como denuncia Cabanillas, la empresa se reunió hace unos meses con los sindicatos minoritarios CSIF, SL y CIG, que representan a poco más del 20 % de los trabajadores, dejando fuera a los mayoritarios CCOO y UGT, (que alcanzan el 70 % de representación). Una reunión cuyo único fin, tal y como instan desde CCOO y UGT era el “desactivar la huelga y quitarse de encima la presión de los centros de trabajo y de los medios de comunicación, ganar tiempo y seguidamente volver a aplicar el modelo de cartería cuando el colectivo esté desprevenido”.
“Todo lo que intentamos hacer nosotros, Correos lo intenta tirar por tierra”, resume el sindicalista y añade que es imposible llegar a un acuerdo de negociación porque “por parte de Correos no hay ningún tipo de negociación. La dirección de Juan Manuel Serrano, al frente de esta dirección, lo que hace es imposición”.
Desmantelamiento de la empresa
Los sindicatos ven en la actual Correos un modelo empresarial que aboga por el desmantelamiento de la empresa. Este plan se desarrollaría en base a tres ejes: el trasvase de la actividad a las filiales, el trasvase y recorte de los centros de correos y un plan estratégico que es “claramente un perjuicio económico y de imagen de la empresa”, tal y como explica el sindicalista.
Desde hace meses, los sindicatos llevan denunciando ese desmantelamiento en Canarias. Un ejemplo es el trasvase de la actividad de la compañía hacia la filial de la propia empresa Correos Express. El pasado marzo los propios trabajadores avisaban de la acumulación de miles de envíos de Correos en Tenerife frente a la prioridad que se está realizando de la filial.
Frente a todas críticas, Correos lanzó un comunicado negando el desmantelamiento y asegurando que mantenían “un servicio de calidad, con empleo estable y de calidad, sin ningún plan de privatización y sin procesos de despidos”. Una cuestión que Cabanillas rebate simplemente explicando que solo en Gran Canaria han cerrado recientemente las oficinas de Monte Lentiscal, Aeropuerto, Mesa y López y la sucursal 5 de Las Palmas de Gran Canaria que da cobertura a toda la zona que rodea Miller Bajo.
De hecho, a comienzos de diciembre, los trabajadores de Correos se manifestaron en Gran Canaria ante el cierre de las oficinas. Y el pasado noviembre hacían un escrache al director de Productos y Servicios de Correos, Manuel Zapatero, demandando el cese del desmantelamiento.
Y es que en base a ese desmantelamiento, destaca Cabanillas, que ya hay datos que avalan que “han aumentado las quejas y reclamaciones un 33 % y los tiempos de espera han pasado de cinco a diez minutos, por lo tanto ha empeorado la calidad del servicio que tenemos la obligación de prestar a los ciudadanos”.
Mayor oferta pública de empleo
Pese a esta situación, recientemente Correos ha confirmado la publicación de la mayor oferta de empleo de las últimas décadas de la entidad. Hasta 5.377 nuevos puestos se abrirán para ingresar como personal laboral indefinido. Una noticia que Cabanillas ve como “vender humo”.
“Hay que recordar que esas 5.000 plazas son del acuerdo de 2018 cuando salimos a la calle, de los Presupuestos del 2019, y del 2020”, informa y añade que Correos “intenta sacar publicidad de dónde no la hay. Nosotros seguiremos manteniendo latente las movilizaciones y las diferentes acciones que vamos a hacer”.
Por último, Cabanillas lamenta el trato que el presidente de la institución está ofreciendo a la empresa pública. “Es de manual. ¿Cómo te cargas a una empresa pública? Cierras el grifo de la financiación, aumentan las quejas y reclamaciones y no tengas un plan de viabilidad. Creo que podemos remontarnos a lo largo de la historia de nuestro país para saber cómo han privatizado varias empresas públicas”, sentencia.