CCOO asegura que no hay voluntad política de proteger el tomate canario

Francisco Pozo asegura que el sector está sufriendo problemas como la importación desde Marruecos, el intento de renovar el Convenio Colectivo Regional del Campo de Canarias, así como la mejora de las condiciones laborales y de salario.

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Plantación de tomate. / Europa Press
Plantación de tomate. / Europa Press

El sector del tomate y del campo canario se encuentra en uno de sus momentos de mayor crisis. Así lo ha indicado a Atlántico Hoy Francisco Pozo, secretario de acción sindical de Comisiones Obreras (CCOO), que asevera que actualmente no hay voluntad política de proteger un producto insular que se lleva ‘’más de 140 años cultivando’’. Pozo resalta que el sector está sufriendo desde hace tiempo diversos problemas como la importación del producto desde Marruecos, el constante intento de renovar el Convenio Colectivo Regional del Campo de Canarias, así como la mejora de las condiciones laborales y del salario de los trabajadores. 

Desde la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA Canarias ASAJA) mostraban en el mes de diciembre su preocupación por el declive por el que está pasando el sector del tomate en la última década tanto en exportación como mercado interior. A su vez, han señalado que temen la desaparición de una actividad de la cual dependen actualmente más de 3.500 familias. 

Renovación del convenio 

Desde Comisiones Obreras informaron este viernes mediante un comunicado que los sindicatos representativos habían convocado a las organizaciones empresariales afectadas para negociar el Convenio Colectivo Regional del Campo de Canarias, cuya vigencia expiró el pasado 31 de diciembre de 2018, con el objetivo de tener una toma de contacto sobre la situación.  

Pozo señala que esta reunión no se pudo llevar a cabo ya que las organizaciones empresariales anunciaron ‘’en el último momento’’ que no acudían alegando que la existencia de un conflicto colectivo abierto. ''El convenio lleva caducado tres años. Las patronales deben tender su mano al diálogo porque al final los trabajadores van a tener que reivindicar sus derechos por cuenta propia’’, señala Pozo. 

Importaciones desde Marruecos 

El portavoz de Comisiones Obreras comenta que uno de los principales problemas a los que se enfrenta el cultivo del tomate canario son las importaciones del producto desde Marruecos. ‘’Hay una competencia con Marruecos, y eso ha hecho que baje la producción. El problema es que es una competencia desleal, ya que allí tienen unos salarios que no son ni la cuarta parte de lo que se paga en Canarias o en España. Además, no respetan la normativa laboral, el uso de productos químicos no está controlado, y a pesar de ello la Unión Europea tiene acuerdo con ellos’’, denuncia Pozo. 

A su vez destaca que esta situación está dañando a un sector que ‘’no se lo merece’’, ya que incide en que el tomate canario ‘’posee una inmensa calidad que no tiene comparación’’. En relación a esto, Pozo subraya que a las grandes empresas, que son las encargadas de comprar el producto, ‘’solo les interesa que sea barato’’. 

Sector histórico con tendencia a desaparecer 

La crisis del campo canario, y en especial en el cultivo del tomate, está causando, según CCOO, que año tras año se plante menos y que el empleo se reduzca considerablemente. De hecho, Pozo argumenta que si la situación continúa desarrollándose de esa manera podría causar la desaparición del sector.

‘’Si no hay voluntad política de proteger el tomate canario y el campo en general, poco podemos hacer. Aunque el viceconsejero y la consejera de Agricultura hagan declaraciones a los medios sobre la necesaria reconversión del sector, en realidad no han materializado nada. Queremos medidas concretas’’, apunta.  

Por su parte, los trabajadores son fijos discontinuos y trabajan actualmente menos de seis meses al año cobrando el salario mínimo interprofesional. ‘’Los trabajadores no pueden vivir de esta manera. Es una labor muy dura con un envejecimiento más rápido que otros trabajos y con unas condiciones nefastas’’, destaca. 

El coronavirus también ha hecho mella en el sector, y Pozo recrimina que nunca se ha reconocido la labor que realizan a pesar de ser un sector fundamental que no dejó de trabajar durante la pandemia. ‘’En la primera oleada de Covid ellos seguían trabajando porque es una profesión que no se puede llevar a casa, y eso nunca se ha reconocido’’, subraya el portavoz de CCOO.

De igual forma, Pozo afirma que el sector continúan sin recibir ningún tipo de apoyo o solución para que se ponga en valor la producción, los trabajadores tendrán que movilizarse para presionar por mejorar sus condiciones laborales y para que no se pierda el empleo.