Alrededor del debate sobre el modelo turístico en Canarias hay una variable, la del acceso a la vivienda, que sobresale por encima del resto a la hora de criticar un sector que, guste más o menos, representa cerca del 35% del PIB regional y aporta el 40% del empleo directo en las islas.
La manifestación Canarias tiene un límite que se producirá en la mayor parte del Archipiélago este sábado a buen seguro lucirá consignas en contra de la compra incontrolada de viviendas por parte de extranjeros, a quienes se ha señalado como parte del problema del acceso a una casa a los canarios.
A favor
La evolución creciente del precio de la vivienda desde la salida de la crisis pandémica fue paralela al destacado aumento de adquisiciones por parte de compradores foráneos. Unas cifras que pueden reforzar esa teoría, si bien depende de dónde se consulte se reforzará más o menos.
Si se consulta el portal web inmobiliario Idealista la diferencia de precio entre el segundo semestre de 2020 -momento de impacto del COVID- y la actualidad es de unos 700 euros. Entonces unos 1.800 euros el m2, ahora alrededor de los 2.500. Según la tasadora Tinsa, al finalizar junio de aquel 2020 el precio del metro cuadrado estaba en 1.379 euros, siendo al finalizar el pasado año casi doscientos euros superior (1.566 €/m2).
Ni tanto ni tan corto, el Instituto Canario de Estadística (ISTAC) en sus últimos datos disponibles de 2023 muestran un precio de 1.842 euros el metro cuadrado por los 1.610 del segundo semestre de 2020, con un diferencial de más de doscientos.
Paralelamente, la transacciones inmobiliarias con compradores extranjeros no dejaron de crecer desde entonces hasta el pasado año, tras un 2022 en el que los extranjeros generaron el 52% de las compraventas en la isla de Tenerife y se registraron casi doce mil transacciones en todo el Archipiélago que supusieron más de un tercio del total de las islas.
Bajada
En 2023, sin embargo, bajadas del 12,6% y el 21% en cada semestre, tres mil viviendas menos compradas que en el año anterior. Pese a ello, la compra extranjera supuso el 28,5% de las operaciones y se vendieron 60.000 viviendas menos.
Pocos meses antes se había enardecido un debate que llevaba más o menos silente más de un lustro, aunque empezó mucho antes. El de la depredación del territorio, al calor de la paralización de las obras del proyecto Cuna del Alma, que rápidamente enraizó con otras problemáticas trasversales como la dificultad en el acceso a una vivienda.
Las manifestaciones comenzaron a sucederse, con turistas teniendo que irse de playas escuchando gritos e insultos. Imágenes retransmitidas en directo que, cómo no, llegaron hasta diversos medios extranjeros, como así ha ido sucediendo con las pocas pero suficientes manifestaciones de turismofobia que se han dado en los últimos tiempos y que afean inequívocamente la marca Canarias.
Cautela
Fuentes consultadas achacan la bajada del año pasado a la cautela del inversor extranjero, poco amigo de realizar “operaciones arriesgadas”, como confiesa Javier, comercial de una de las empresas líderes del sector inmobiliario en Canarias.
La inflación y la subida de tipos de los bancos centrales para intentar frenarla también influyen sobremanera en el comprador. “El contexto de 2023 no era el ideal para el inversor y aun así hubo muchas compras porque el mercado de Canarias sigue teniendo unos precios muy buenos”.
Por ejemplo, Natalia Martín, de la inmobiliaria grancanaria La Boutique, asegura no haber visto mermada su actividad en el sector de las viviendas de lujo, donde el perfil de comprador que lo hace para invertir supone hasta el 50% de las transacciones.
En Tenerife, donde la presencia extranjera en el mercado de la vivienda es más relevante, sí cree el agente inmobiliario que ha habido “una pequeña bajada” pero que “los extranjeros van a seguir comprando si la economía está controlada”.
Caso aparte el británico, cuya presencia antes preponderante en la compraventa de viviendas se ha visto mermada al pasar a ser extracomunitarios y ha caído casi a la mitad en una década. Se mantienen los segundos en compraventas (10%) entre los extranjeros residentes, por detrás de los italianos (25%), nuevos protagonistas del sector inmobiliario en el Archipiélago. Pero las transacciones de los no residentes las lideran los alemanes (21%) y los italianos (16%).
Un riesgo
Sí considera que todo lo que está sucediendo alrededor de la manifestación del 20A y las protestas contra el turismo “que muchas veces afectan a los turistas” dan mala imagen y pueden afectar al sector si se perpetúan en el tiempo.
“Cuando alguien va a hacer una inversión examina todos los riesgos, y este es uno que puede amargarte la vida si tienes mala suerte. No vas a donde no te quieren”, razona.
Por ello aboga por la necesidad de llegar a un acuerdo para conciliar un desarrollo turístico sostenible y que haya vivienda para todo el mundo a un precio razonable. “Pero todos tienen que poner de su parte”.
Soluciones
De su parte el Gobierno de Canarias ha ofrecido regular el alquiler vacacional a través de una ley que busca, de alguna manera, estabilizar la escalada del precio de la vivienda. A la espera de las alegaciones que se realicen antes de su aprobación en el Parlamento, los propietarios de esas viviendas consideran el texto “una herida de muerte” a su actividad.
Otra solución: la declaración de zona tensionada, anunciada por tres municipios, Santa Cruz de Tenerife, La Orotava y Adeje. La intención: “ayudar a limitar los precios de los alquileres y generar ayudas para las personas que ponen sus viviendas en el mercado”, según el ayuntamiento sureño.
Entre otras posibilidades, en el armario están también las viviendas de la Sareb que prometió Pedro Sánchez en precampaña electoral y de las que aun no se sabe nada. Una milésima parte de las que están vacías y son propiedad de bancos o grandes fondos de inversión a los que esta polémica canaria le afecta más bien nada.