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Economía

Los canarios no residentes, ‘castigados’ por las aerolíneas una Navidad más

El regreso a casa por Navidad vuelve a complicarse para aquellos canarios que residen fuera de las Islas por el elevado precio de los billetes de avión

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El Aeropuerto de Tenerife Sur./ Europa Press

Un año más, con la Navidad a la vuelta de la esquina, muchos son los canarios y las canarias no residentes en el Archipiélago que han decidido no volver a su tierra a visitar a su familia o a sus amigos. La razón, un año más, el alto precio del billete de avión en las rutas de conexión con las Islas.

Un coste que año a año se eleva aprovechando las compañías aéreas el telón de fondo de la bonificación de residentes del 75%, aumentando los precios de los billetes.

Aumento multiplicado por cuatro

En este contexto, en una práctica que realmente afecta durante todo el año las fechas navideñas son las más señalada por la idiosincrasia adherida de reuniones familiares y de amistad, pero que esta situación bloquea la posibilidad a las familias que deben mirar sus carteras antes de tomar la decisión de regresar a casa.

“Es importante que la gente que tiene el descuento de residente tenga en cuenta que lo que ellos pagan por un billete, a los no residentes les cuesta cuatro veces más. Donde pagas 100 el no residente 400. Donde pagas 300 el no residente 1.200”, explica Miguel Díaz, vicepresidente de la Asociación Canarios Sin Alas.

El aumento porcentual mal explicado

Unos precios que sintetiza como personas individuales, dejando de lados las unidades familiares que viven fuera de Canarias, pero que quieren visitar a su familia en cualquiera de las ocho islas del Archipiélago.

Recientemente, el propio ministerio del Interior reconoció a través de un estudio que las aerolíneas habían aumentado en el último año entre un 18% y un 20% el precio de los billetes aéreos en conexión con Canarias, pero Díaz destaca la clave que agrava sobremanera la injusta situación. “Esas cifras se sacaron utilizando tarifas en fechas y horarios en los que no viaja casi nadie. Una media anual. Si reducimos esa comparación a fechas y horarios habituales en las que una persona normal puede viajar nos encontramos que el incremento llega hasta un 60%. Es un disparate”, expone enfadado.

La única salida

Desde Canarios Sin Alas insisten en la necesidad de declarar todas las conexiones entre Canarias y la Península como Obligación de Servicio Público para que se pueda fijar un precio máximo. “Lo llevamos diciendo seis años”, recuerda su vicepresidente.

 “Eso tendrá muchos beneficios, no solo para los canarios no residentes, sino para todos los canarios, porque el turismo peninsular volverá”, agrega señalando otro de los problemas que conlleva el alto coste de viajar a Canarias si no eres residente: “Tenemos un problema grave porque los peninsulares eran quien nos mantenían la temporada baja. Ya no vienen porque no pueden pagar el billete de avión. Les cuesta muchísimo más que el hotel”.

 

Una opción con riesgo

Además, Díaz resalta que también habría un “beneficio nacional, por decirlo de alguna manera”, que es que actualmente el descuento del 75% cuesta al Gobierno de España unos 700 millones anuales, mientras que si limita el precio “ese presupuesto se verá reducido considerablemente”, porque ahora están pagando un 75% sobre un precio que las compañías deciden, “que además lo hacen de una forma absolutamente opacas”.

Una opción real para el Gobierno de Canarias, la de la declaración como Obligación de Servicio Público de las rutas, que recientemente la reconoció, en voz de Sebastian Franquis, consejero de Transporte, como una de entre varias propuestas posibles, pero con un argumento de que existiría el riesgo de que las aerolíneas retiraran asientos en estas conexiones.

Unos 400.000 canarios no residentes

“¿El Estado tiene miedo de las empresas?… Esto es los pájaros contra las escopetas”, asegura irónico el representante de la asociación. “Canarias es un destino turístico atractivo, porque pertenece a Europa, todos los turistas europeos pueden venir sin cambiar monedas, donde los acogemos con las mayores facilidades, aprendiendo idiomas desde niños para hacerlos sentir como en casa. Es un paraíso climática y naturalmente. ¿De verdad creen que si abaratan los costes la gente no va a venir más?”, expone.

Según los datos de la asociación, el número de canarios que vive en la Península se estima en unos 400.000. “El número de personas con vínculos en Canarias, familiares, personales o económicos, es inmensamente grande. Te das cuenta que venir a Canarias es una necesidad para unos y un placer para otros. Y si abaratamos el precio, pues serán más y tendrán que volar más”, sentencia Miguel Díaz.