Rusia cerró, hace siete días, el grifo del gas a Europa de forma indefinida —hasta que se levanten las sanciones económicas impuestas tras la invasión de Ucrania— por el gasoducto del Nord Stream. La inflación, en agosto, alcanzó el 7,9% en Alemania —casi cuatro puntos más que un año antes—. La última semana, un litro de gasolina Euro 95 superó los dos euros en Países Bajos. Y el pasado jueves, Lizz Truss —nueva primera ministra británica— impuso un tope de 2.500 libras al precio máximo anual de las facturas energéticas. En medio de ese revoltijo, que amenaza con mutar en una recesión, Canarias aparece en el horizonte como un refugio invernal para muchos europeos en su afán por sortear la crisis energética.
A las temperaturas suaves, los kilómetros de playas y rutas de senderismo, una amplia oferta de la planta alojativa, el nivel del servicio sanitario, los altos índices de seguridad —en comparación con otros destinos—, la gastronomía o las propuestas culturales, Canarias suma otra ventaja para captar dos tipos de turistas europeos concretos, jubilados y nómadas digitales, durante la campaña otoño-invierno: la posibilidad de pasar en las Islas temporadas de larga duración y olvidarse durante un tiempo de las facturas de la luz o el gas al alza por una simple cuestión natural: la llegada del frío.
"Sí empezamos a notar un bum de reservas de más duración para esta temporada de otoño-invierno". Al otro lado del teléfono se explica Doris Borrego, presidenta de la Asocación Canaria del Alquiler Vacacional (ASCAV), quien recalca que "el cambio de tendencia que empezó con la pandemia provocada por el coronavirus". "Con el COVID-19", añade, "hemos comprobado que los hábitos han variado: la gente opta por irse de vacaciones y disfrutarlas en un hogar con las comodidades que eso supone, pero también hemos constatado las posibilidades que genera el teletrabajo, que llegó con la crisis sanitaria y se ha quedado. Y en eso, Canarias tiene una ventaja enorme para los próximos meses: el buen tiempo, las playas, la calidad de los alojamientos y su conectividad, la seguridad o la comida".
Ayudas a los jubilados alemanes
La presidenta de ASCAV admite que "Canarias es una apuesta segura" porque "vemos que hay mucha gente que repite". En esa tendencia por volver a las Islas, también subraya que "para los próximos meses sí hemos percibido un aumento en las reservas de larga duración y también hemos constatado que aumenta el tiempo de permanencia", señal que vincula a la subida de los precios de la luz, el gas o la gasolina en Europa.
También celebra Doris Borrego que Alemania "ha aprobado un paquete de ayudas de 65.000 millones euros a familias y empresas, que incluye un cheque único de 300 euros a jubilados" para paliar los efectos derivados de la crisis energética. "En Canarias, para ellos, se suprimen los gastos de calefacción y los gastos de vida son inferiores a los de su propio país".
En el cambio de tendencia, la presidenta de ASCAV apunta que "se denota un interés creciente de pasar su estancia en lugares no turísticos, en la que el huésped busca vivir la experiencia de integrarse en ambientes locales. La naturaleza y oferta de ocio también es un plus importante. Y, sobre todo, la posibilidad de cambiar un hogar por otro, con las mismas o incluso mejores condiciones —por ejemplo, si viajas con niños pequeños y de madrugada alguno te pide un colacao, se lo puedes hacer sin depender de nadie—".
Otra figura que se siente muy atraída por hogares de vivienda vacacional este invierno para pasar largas estancias, según destaca Borrego, es la del teletrabajador de nivel medio-alto. "Prefiere", agrega, "casas o fincas independientes con amplios espacio exteriores. Un sector, para el que los propietarios han preparado sus viviendas desde la pandemia, ofreciendo espacios de trabajo y comodidades comparables a cualquier vivienda europea".
Buena previsión respecto a 2019
La seriedad marca cada palabra que pronuncia, al hablar de la campaña turística de otoño-invierno en Canarias, Tom Smulders, presidente de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos de la provincia de Las Palmas (AEAT) y vicepresidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT). "Los primeros indicadores, relativas a las reservas para estos meses, son buenos. Parece que el escenario, después de un mes de agosto no muy bueno, está bien si lo comparamos con 2019".
Smulders no se atreve a relacionar los posibles buenos números de este otoño-invierno con la crisis energética que alborota Europa, aunque admite que "es una circunstancia que puede decidir a muchos turistas, sin embargo es pronto aún para aseverar esa apreciación porque de momento no conocemos las causas de las reservas". "Yo soy de Países Bajos, aunque realmente me considero europeo", explica antes de añadir que "es una buena opción dejar el termostato, en todas las habitaciones, entre 12 y 14 grados para mantener el domicilio a buena temperatura, guardar el coche en un garaje y venir a Canarias para huir del frío y las elevadas facturas".
El presidente de la AEAT considera que sí pueden cambiar los hábitos de los turistas. "En lugar de venir dos semanas en diciembre a una isla y otros 15 días a otra en febrero", relata, "es posible que mucha gente opte por venir durante tres semanas seguidas porque así se ahorran dinero por el estado actual de la economía en cada país y porque después de la pandemia el estado de muchos aeropuertos europeos es tan caótico que viajar en avión se ha convertido en algo incómodo".
En un escenario económico y político como el actual, el vicepresidente de la FEHT recalca que el valor de Canarias. "Somos la joya del Atlántico", afirma para luego describir las bondades del Archipiélago: "Tenemos una planta alojativa de primer nivel, somos un destino seguro, sin amenazas terroristas y con buen servicio sanitario, contamos con playas y naturaleza únicas en el mundo. Y lo podemos gozar a buena temperatura mientras en el resto de Europa hace frío".
Todo incluido por poco más de mil libras
Más allá del tirón que tiene Canarias en reservas de larga estancia en apartamentos extrahoteleros o viviendas vacacionales, la oferta para viajar a las Islas en países tradicionalmente emisores —a través de un turoperador— mantiene precios económicos. Así, por ejemplo, una familia de Birmingham (Reino Unido) compuesta por dos adultos y un niño puede desplazarse y pasar siete noches en Gran Canaria —a través de Jet2Holidays— por 1.478 libras (1.703,17 euros) del 1 al 8 de noviembre. Ese precio incluye vuelos de ida y vuelta, hospedaje en un hotel de cuatro estrellas en Playa del Inglés en régimen de todo incluido y transporte del aeropuerto al alojamiento —y viceversa—.
Esa misma familia, en las mismas fechas, podría gastarse 1.156 libras para desplazarse hasta Tenerife. La oferta, a través del mismo turoperador, incluye vuelos directos de ida y vuelta que unen Birmingham y el aeropuerto del Sur de la Isla, estancia de siste noches en un hotel cuatro estrellas ubicado en Golf del Sur —bajo régimen de todo incluido— y transfers.