La inflación subyacente, que no tiene en cuenta los precios de los productos energéticos ni de los alimentos, disminuye en Canarias dos décimas hasta el -0,3 %, lo que evidencia que continúan las consecuencias económicas derivadas de la parálisis de la actividad, en la que el sector servicios, predominante en las islas, ha salido especialmente perjudicado.Así lo dijo el pasado miércoles en un comunicado la CEOE en Tenerife, que ha informado de que la inflación subyacente se mantuvo a nivel nacional en el 0,2 % interanual. “Siguen manteniéndose los índices y las señales de que la afectación de la crisis en Canarias es muchísimo mayor, la falta de recuperación del sector turístico y las restricciones en la hostelería están paralizando cualquier problema que pudiéramos solucionar en materia de creación de empleo”, ha dicho el secretario general de CEOE Tenerife, Pedro Alfonso Martín.
La tasa interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) se mantuvo en junio inalterado tanto en Canarias (1,6 %) como en el Estado (2,7%), lo que mantuvo a Canarias como la comunidad autónoma con menor índice. El grupo con mayor influencia positiva fue “Vivienda” debido al mayor precio de la electricidad, y en cuanto a la repercusión negativa destaca el Grupo de “Ocio y Cultura”, provocado por el menor incremento de precios en los paquetes turísticos respecto al comportamiento de 2020.