Canarias como centro estratégico para la producción de cannabis farmacéutico

Representantes del sector a nivel nacional acuden a Tenerife para posicionar en la isla una industria en crecimiento

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Antonio Inurria, director de Consulting Cannabis Canarias, en un momento de su intervención./
Antonio Inurria, director de Consulting Cannabis Canarias, en un momento de su intervención./

Este martes se produjo un seminario en el Hotel Escuela de Santa Cruz de Tenerife en el que representantes del sector del cannabis farmacéutico español explicaron a los asistentes las enormes posibilidades de una industria que en la actualidad se encuentra en pleno crecimiento en el país.

Una cita impulsada por Consulting Cannabis Canarias, dirigida por Antonio Inurria, quien en la presentación del encuentro destacó los dos elementos principales que hacen del Archipiélago el lugar ideal para la producción de la planta: el clima y las ventajas fiscales que ofrecen figuras como la Zona Especial Canaria (ZEC) y la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC).

Los asistentes, entre los que se encontraban agricultores, emprendedores y hasta un alto mando de la Guardia Civil, pudieron escuchar a relevantes figuras del sector como los abogados Andrea Barreto y Alejandro Navarro, quienes destacaron la falta de regulación para la producción de CBD, el sustancia extraída del cannabis que esta aceptada como medicamento por la Unión Europea.

Por ello Navarro aconsejó a los asistentes un “buen asesoramiento para no tener consecuencias legales o perder las cosechas”, debido a la fina capa que divide el cannabis medicinal no estupefaciente (que debe tener menos de un 0,2% de THC, el psicoactivo que lo convierte legalmente en una droga) del que sí lo es.

Sector en ciernes

El proceso requiere de unos parámetros muy concretos, si bien el más importante, según argumentaron los diferentes ponentes, es tener un comprador, puesto que es requisito indispensable para que la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) conceda la licencia, de las que solo hay 12 en el conjunto del territorio nacional y entre ellas son solo un par de ellas las que están produciendo ahora mismo.

Afirma Jose María Alonso, strategical business manager de Izasa Scientific, que lo que han hecho estas empresas es “posicionarse para el momento” en el que estalle el sector. Para Alonso el problema no son los posibles compradores, puesto que “hay muchísimos”, y puso como ejemplo a la todopoderosa farmacéutica alemana Bayer, que a principios de este año acudió a nuestro país con la intención de adquirir 14 toneladas de cannabis farmacéutico y solo pude hacerse con 200 kilos porque “era toda la producción que había” de calidad. “No hay calidad suficiente”.

Por su parte, Ruben García, de Cannapro, resaltó que el retorno de la inversión en este tipo de producciones es de menos de 30 meses (dos años y medio), tiempos que se podrían acortar con una calidad productiva certificada, algo de lo que adolece por el momento nuestro país.

En cualquier caso, la inversión necesaria para levantar este tipo de negocios, según Antonio Inurria, es de unos 3 millones de euros, necesarios para la obtención de la maquinaria, el acondicionamiento de espacios como salas blancas (una puntera puede llegar a costar varias decenas de millones de euros) y la bunkerización del recinto, vital para un conjunto de alto valor económico.

Problemas de legislación

Países como Italia, Marruecos y, sobre todo, Portugal están adaptando sus legislaciones para dar cabida a este sector con inmensas posibilidades de crecimiento. En este sentido, el abogado Juan Antonio Inurria, del Bufete Inurria Abogados, afirmó que en Canarias hay un proceso legislativo avanzado para que el Archipiélago pueda situarse a la vanguardia en este ámbito.

El alto mando de la Guardia Civil, que se encontraba en el seminario a título personal, lamentó ese vacío legal y abogó por la colaboración entre administraciones para crear un marco jurídico claro con unos protocolos determinados que permitan el desarrollo de esta industria.

Para finalizar, varios empresarios de la Isla expresaron su temor por esta legislación “poco clara” y las trabas que se ponen desde la administración para impulsar los proyectos, como afirmó Anna, una de las emprendedoras que está impulsando uno centro de producción en Tenerife. Para impedir esas trabas, Antonio Inurria defiende el asesoramiento como la mejor forma de evitarlas, puesto que “si está todo bien producido y explicado” y las empresas receptoras cumplen con todos los requisitos legales no hay ningún problema para convertir Canarias en el centro estratégico de la producción de cannabis farmacéutico en España y Europa.