El Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) desarrolla un proyecto para analizar el potencial que tienen los cultivos de cacao y café en el Archipiélago a partir de su situación actual, una iniciativa de "investigación participativa" que trabaja directamente con productores locales para acelerar su integración en el sector primario. Así lo han anunciado este viernes tanto el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, como la presidenta del ICIA, Janira Gutiérrez, quienes visitaron una de las parcelas habilitadas para este estudio en Valle de Guerra (Tenerife) junto a varios investigadores.
La historia del cultivo del café y el cacao en las islas se remonta a los siglos XVIII y XIX respectivamente, con una gran vinculación con América, y no es hasta hace un par de décadas que se han puesto en valor, especialmente el café con una característica básicamente de autoconsumo. Sin embargo, para “una agricultura poco diversificada como la de las islas”, ha explicado Quintero, “resulta interesante incorporar cultivos que constituyan alternativas para los pequeños productores y diversifiquen los sistemas agrarios; además, puede ser un aliciente para parte del sector agrícola la adaptación de manejos que potencien los procesos ecológicos y las sinergias entre el sector primario y el turístico”.
Diversificar el sector
Para ello, se hace necesario una “caracterización e identificación de las variedades que se encuentran actualmente en el Archipiélago”, ha continuado la directora del ICIA, mediante análisis genéticos, el estudio de su comportamiento agronómico, su interrelación con otros cultivos y la evaluación de la calidad de las distintas producciones con el fin de poder determinar si puede ser un cultivo rentable. “En la mayoría de los países tropicales donde se cultivan café y cacao, estos suelen estar asociados y se encuentran en la misma zona, además es un cultivo que está tradicionalmente vinculado a la platanera y otras especies que les sirven de sombra. A lo que se suma que en otras zonas productoras como África y Latinoamérica existen enfermedades y plagas que no se encuentran en Canarias”, ha concluido Gutiérrez.
En total, en la finca situada en Valle de Guerra se encuentran 81 plantas en terreno, a las que se suman 70 en viveros y 130 más que están a punto de salir a cultivo, lo que suman cerca de unas 150 repartidas entre el Hierro, Tenerife y Gran Canaria. El proyecto se encuentra en una “fase muy preliminar”, ha detallado el investigador e ingeniero agrónomo Alfonso Morena Teruel, pero también “muy prometedora”, ya que el cacao, por ejemplo, “solo se da a un máximo de 20 grados al norte y sur del ecuador” y Canarias se encuentra a 28, lo que requiere una adaptación que ya se ha demostrado posible gracias al éxito de dos árboles que crecieron en el Hierro y de los que nace la idea de esta iniciativa. “Llevamos cuatro meses trabajando, pero estamos haciendo una investigación participativa, llevándola directamente a los productores, porque estos árboles tardan tres años en dar frutos y diez años en alcanzar su máximo rendimiento, un tiempo que no podemos esperar, sino que pensamos que se debe ir ya avanzando”, ha concluido Morena.