El Cabildo, propietario del Club Baloncesto Gran Canaria Claret SAD, no se plantea ejecutar ninguna de las cláusulas que le permiten liberarse del contrato de patrocinio —sin la obligación, además, de abonar una penalización— que vincula a Dreamland Studios Canarias SL con el propio Granca . No, por ahora. Lo deslizó este miércoles el consejero de Deportes de la corporación insular, Aridany Romero (PSOE), al ser cuestionado por las dos querellas presentadas por Alquimia Venture Capital SL y Volcano International Productions —socios iniciales del proyecto de Dreamland en Fuerteventura— contra José Antonio Newport —administrador único de la compañía audiovisual— y que abren la posibilidad de resolver el convenio si se considera que ambos pleitos penales dañan la imagen del equipo amarillo.
"La relación entre las dos partes", explicó Romero en la Casa Palacio durante la recepción al Econy tras ganar la medalla de bronce de la Eurocup en baloncesto en silla de ruedas, "es buena, es satisfactoria. Nosotros, el Cabildo y el Instituto Insular de Deportes, nos mantenemos al margen de las disputas entre socios de cualquier empresa, incluida Dremland Studios Canarias, aunque en cualquier caso, en función de cómo transcurra todo, ya veremos qué decisiones toma el consejo de administración del Club Baloncesto Gran Canaria". "De momento", reiteró el consejero, "sin mediar una sentencia o un posicionamiento en firme, nos vamos a mantener cautos y pendientes a lo que pueda suceder".
¿Qué dice la cláusula?
El convenio de patrocinicio entre Dreamland Studios Canarias SL y el CB Gran Canaria, entre las diferentes disposiciones que establece como causa de resolución anticipada del contrato, fija que "la empresa" que ejerce como mecenas "o sus componentes del órgano de administración se vean involucrados en cualquier tipo de procedimiento judicial, extrajudicial o prejudicial de cualquier índole (...) que cause o pueda causar un daño o perjuicio al buen nombre del club, su imagen o reputación o de cualquier modo, cree mala fama al club, sus jugadores o a la propiedad del club".
En el caso de Newport, las querellas de Alquimia y Volcano imputan al empresario majorero tres presuntos delitos, entre los que figura la "imposición de acuerdos lesivos". Ese supuesto quebranto, además, señala de manera directa al convenio que liga a Dreamland Studios Canarias SL con el equipo claretiano hasta el 30 de junio de 2029 a cambio del pago de un total de 3,3 millones de euros durante cinco temporadas. Sin embargo, ese trato dispone de varias cláusulas entre las que destaca la posibilidad de que el Granca —propiedad del Cabildo— resuelva el compromiso si los pleitos judiciales de Newport dañan su imagen.
Al día en los pagos
Romero, pese a esa posibilidad, recalcó que Dreamland "ha cumplido, hasta día de hoy, con el contrato de patrocinio, paga mensualmente lo que estipula ese acuerdo". "Y el Club Baloncesto Gran Canaria", añadió, "cumple la parte que le toca, que es portar tanto el naming como en todos sus soportes publicitarios la marca que forma parte de la relación contractual". "Son decenas las demandas entre miembros societarios de cualquier empresa y el Cabildo, en este y otros casos, se mantiene al margen porque entiende que es un asunto particular", reiteró el consejero de Deportes.