La Agrupación de Comisiones Obreras en Canarias en materia de Bomberos forestales y bomberos públicos ha denunciado este jueves que la extinción de incendios forestales en Canarias se ve dificultada por la privatización del servicio y por la dispersión del mismo. La falta de una ley estatal, las diferencias de nomenclaturas, el déficit en la prevención y la falta de coordinación son algunas de deficiencias que han señalado desde el sindicato y que afectan directamente a su trabajo cuando el fuego calcina los bosques.
La transferencia de las competencias del Gobierno de Canarias a los cabildos ha provocado “un modelo disperso” en la manera de actuar frente a los incendios, según ha explicado el coordinador autonómico de Bomberos de Comisiones Obreras, José María Monzón. Desde que se produjo el traspaso del servicio, explica que se han perdido entre el 30% y el 40% de los puestos de trabajo, una labor que posteriormente se ha trasladado a empresas privadas como Gesplan en Tenerife, que ha recibido una inversión de 4 millones de euros para labores de prevención y apoyo durante las campañas de incendios. Desde el sindicato han demandado que ese dinero se invierta directamente en el servicio insular.
Puzzle de nomenclaturas
Con el traspaso, también se están enfrentando a un puzzle de nomenclaturas que en el momento de la extinción retrasa sus labores. “En el Cabildo de Tenerife tenemos una nomenclatura que es Brifor; cuando la emergencia pasa a un alto nivel y se requieren medios de otras islas, vienen de Gran Canaria los equipos Presa y Bravo, del Hierro vienen las EDIF, luego tenemos los retenes de incendio, y la brigada de refuerzo de Gesplan”, enumera el coordinador de Tenerife, Elesván Perera. “Imagínense la cantidad de nombres y nomenclaturas que un director de extinción tiene que asumir”, denuncia.
En el terreno esta situación se traduce en que al no contar con una emisora con la que se sepan comunicar unos con otros, como asegura Monzón, cuando se produzca un accidente la falta de compatibilidad dificultará que el rescate lo realice el dispositivo que esté más cerca. Por ello, demandan, tal y como recoge el propio Estatuto de Autonomía, una regulación regional.
Falta de prevención
Otro de los puntos relevantes que han denunciado desde CCOO es la falta de prevención. “Las brigadas de refuerzo de incendio se despiden ahora cuando termina el verano y no se les vuelve a contratar hasta que empieza el verano”, asegura el coordinador en Gran Canaria, Carmelo Déniz. El problema, según indica, es que “los incendios ya no son los de hace 10 o 15 años” y asegura que ahora se dan tanto en verano como en invierno.
Asimismo, han señalado que con la pérdida del sector primario, “los campos no se mantienen y los ciudadanos tienen las casas en las zonas arboladas. Esto ha promovido que los incendios sean más violentos y que haya una mayor dificultad a la hora de la extinción porque aparte de extinguir tenemos que hacer evacuaciones”.
Una denuncia que se une a la que hace Pereira en Tenerife, donde asegura que hay deficiencias en lo que es la prevención de riesgos laborales. “Nos encontramos con parques obsoletos y con vehículos que ya tienen más de 30 años”, reclama, lo que asegura que afecta al estrés de los bomberos.
Estas demandas llegan en septiembre, cuando el riesgo va disminuyendo, con la intención, por parte de los bomberos, de que el próximo verano no vuelvan a sufrir la descoordinación y la falta de actuaciones previas. Pero ante todo, defienden que se debe revertir el servicio hacia lo público, porque aseguran que esta situación “se traduce en precariedad laboral” y piden a cada uno de los cabildos mantener al personal integrado durante todo el año “con unas condiciones laborales acorde a las funciones y categorías que tienen que desarrollar”.