Ashotel urge al Ejecutivo a pedir un corredor sanitario para evitar el desplome del sector turístico

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El presidente de Ashotel, Jorge Marichal./
El presidente de Ashotel, Jorge Marichal./

El disparo de contagios de COVID-19 en la población general en Canarias, que cerró solo ayer con más de 1.200 casos y anteayer con más de 1.600, ha generado este lunes la reacción inmediata de Ashotel, que urge al presidente canario, Ángel Víctor Torres, a solicitar al Gobierno estatal el próximo 22 de diciembre, durante la convocada Cumbre de Presidentes, que instaure en las Islas un corredor sanitario turístico para tratar de evitar el desplome de un sector, motor de la economía canaria, que genera el 35% de su PIB y más del 40% del empleo. El objetivo no es otro que salvar la temporada de invierno y, con ella, el futuro inmediato de la economía canaria, que no puede permitirse otra temporada sin despegar definitivamente.

El motivo de esta petición urgente se basa en que apenas 62 casos se detectaron la semana pasada (13-19 diciembre) entre la población de turistas en las Islas, según el informe de seguimiento de gestores turísticos COVID que elabora semanalmente la Consejería de Turismo del Gobierno canario. Este dato representa apenas el 0,7% del total de los 8.532 casos detectados en el Archipiélago a lo largo de la semana pasada.

Al contrario de la incidencia general de los contagios, que se ha disparado en los últimos días, los datos del citado informe arrojan un comportamiento inverso en los casos asociados a turistas, que han bajado de los 121 de la semana 47 a los 62 de la semana pasada (semana 50). Esto demuestra, una vez más, que el auge de contagios no tiene que ver con las instalaciones turísticas y hoteleras, en las que se cumplen estrictas medidas de seguridad, basadas en unos protocolos elaborados por el sector turístico del país, que se han revelado muy útiles y que han sido norma ISO en toda Europa. A lo largo de toda la crisis pandémica, los establecimientos alojativos se han mostrado como lugares seguros y donde las medidas aplicables protegen a clientes y trabajadores.

Además, de los casos de turistas positivos por COVID-19 que necesitaron asistencia sanitaria la semana pasada (un total de 44), solo 7 usaron recursos públicos del Servicio Canario de Salud, según este mismo informe, lo que representa un 16%. La mayoría tiene la cobertura de seguros privados (23%) o hacen uso del seguro de AXA, suscrito por el Gobierno de Canarias para los gastos de prolongación de estancia, principalmente en los propios hoteles donde se alojan, por lo que la atención a los turistas, salvo aquellos casos graves que sí requieren de ingreso y atención hospitalaria, no necesitan los recursos públicos sanitarios.

Ashotel aboga por facilitar a través de ese corredor sanitario la llegada de los turistas que tenían planificadas sus vacaciones estas Navidades en Canarias y que no tienen restricciones de salida en sus países de origen, siempre previos controles en la entrada a las Islas a través del certificado COVID digital de la UE o, en el caso de los menores británicos de 12 a 17 años, que hasta hace poco no tenían pautada la segunda dosis de la vacuna, puedan también mostrar un PCR o prueba diagnóstica negativa oficial. Se trata, por tanto, de hacer posible la actividad turística en la Islas esta temporada de invierno, sin renunciar al control y prevención de la enfermedad. De lo contrario, el panorama que se nos avecina no es nada alentador, en términos de nuevos ERTE y cierre de empresas.

Hoja de ruta

Asimismo, ante la próxima Cumbre de Presidentes, convocada para este miércoles por la tarde por el presidente Pedro Sánchez, los hoteleros de la provincia tinerfeña piden que se establezca una hoja de ruta clara para el sector turístico en las Islas, que ya había iniciado la recuperación tras la pandemia, con más del 90% del personal en ERTE reincorporado y que se ve ahora en riesgo ante la tendencia de cancelación de reservas, que supera ya el 40% solo en Tenerife y con tendencia al alza en estos días.

La patronal hotelera ha apoyado desde el primer momento la solicitud de certificado COVID, una herramienta que actualmente es voluntaria en Canarias, pero que permite a los establecimientos que lo pidan aplicar las medidas de aforos y horarios de un nivel inferior al que se encuentra cada isla en cada momento. Los establecimientos hoteleros, de hecho, fueron pioneros en el Archipiélago en solicitar ese control a sus huéspedes en la entrada a sus instalaciones y que les ha permitido estar libres de brotes de contagios.

Sobre la obligatoriedad del certificado COVID, cuya autorización ya ha solicitado el Gobierno de Canarias a los tribunales, supone una garantía y un refuerzo de los controles en interiores, avalada por asesores en materia de Salud Pública del Ejecutivo canario, como el doctor Antonio Sierra. Este ha manifestado recientemente en medios de comunicación que esa obligatoriedad responde a dos claros motivos: por la seguridad que ofrece el hecho de estar vacunado frente a no estarlo para no desarrollar episodios graves de la enfermedad y por el propio incentivo que supone para vacunarse.

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