La crisis hídrica ha protagonizado el 2023 para el sector de la agricultura en la isla de Tenerife. Y es que a pesar de que no ha sido el año más lluvioso, si ha sido el más cálido sobre todo en meses poco habituales.
Como ya detallaba la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las altas temperaturas han hecho acto de presencia durante el año en las Islas, y han marcado récords siendo el otoño más cálido desde hace más de 60 años. Esto ha generado grandes daños en los cultivos, como por ejemplo la crisis de la papa en cosechas del norte de Tenerife o Lanzarote con una reducción entre el 50 y el 60 por ciento, al igual que el corto tiempo de la maduración en planta del plátano. A pesar de ello hay una parte positiva: no ha habido tormentas de viento.
El sector ha pedido a lo largo del 2023 una mejora de las instalaciones hídricas. Desde asociaciones como Asaga Canarias, a través de un vídeo explicativo donde señalan el comportamiento de las precipitaciones durante 2023, señalan la importancia de la inversión y actuación hídrica de las administraciones públicas, así como la necesidad de agua de calidad en zonas de medianías de la Isla.
¿Cómo ha sido el comportamiento las lluvias?
En el vídeo resumen del comportamiento de las precipitaciones en la isla, el secretario general de Asaga, Theo Hernando, puntualiza que --basándose en siete estaciones de Agrocabildo--, el mes más lluvioso en 2023 ha variado según la estación. Por ejemplo, en las estaciones de Alcalá, Buenavista y Santa Cruz tuvieron el mes más lluvioso en febrero, mientras que Güímar en diciembre, Valle de Guerra en enero o La Orotava en octubre.
En este sentido señala que aunque 2023 sí ha sido más seco de lo normal, no se ha alejado tanto de la media. "La media de la isla al año son 248 litros por metro cuadrado, y este año se han registrado 201, pero hay otros años como 2017 que tuvieron 122 litros por metro cuadrado. En definitiva ha sido un año más seco de lo normal, pero no nos hemos alejado tanto de la media".
De todas las lluvias del año, el 44,43% cayeron entre enero y marzo. Mientras, el 37,62% de ellas fueron de octubre a diciembre, cuando lo normal es que sea el periodo más lluvioso.
Año caluroso, pero no menos lluvioso
Entre las conclusiones que sacan desde la asociación está que no hemos tenido un cambio pluviométrico como tal, pero si que ha habido un cambio térmico. Como ya recogía Atlántico Hoy, según los datos de la Aemet, las temperaturas registradas están fuera de las habituales alcanzando récords en otoño en todas las estaciones desde que se tienen registros.
Al calor se le une la alta densidad de la población y el turismo, ya que no hay infraestructuras adecuadas a la demanda de agua en épocas fuera de lo normal. "Las fuentes de las que obtenemos el agua no cubren la demanda. Esto hace que no se pueda derivar excedentes de agua hacia las balsas y que no haya un almacenamiento adecuado", puntualizaba Hernando.
Medidas en marcha
En este sentido el sector agrícola ha pedido durante el año a la administración pública la realización de acciones como la gestión de los recursos y la mejora de la calidad del agua.
El Gobierno de España y la empresa pública de infraestructuras agrarias Seiasa firmaron un acuerdo en el que se incluyen las obras de infraestructuras hidráulicas para riego de la comarca oeste de Tenerife, que cuentan con una inversión de casi 20 millones de euros.
El convenio se enmarca en el Plan para la Mejora de la Eficiencia y la Sostenibilidad en Regadíos 2021-2026, que impulsa el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y conllevará actuaciones en los municipios de Adeje, Guía de Isora y Santiago del Teide.
Por otro lado, el Cabildo de Tenerife suscribía un convenio con la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA) por valor de 18 millones de euros con el fin de impulsar proyectos que permitan el uso de agua de riego regenerada en la comarca oeste de Tenerife.
Las iniciativas pretenden poner la red de riego en el oeste de Tenerife y la balsa de Las Charquetas, en el municipio de Guía de Isora. El Cabildo tinerfeño también ha iniciado la senda para que los agricultores del valle de Güímar puedan regar con agua regenerada y evitar así el elevado consumo en una zona hídrica tensionada.