El sector del tomate en Canarias ha experimentado una pérdida del cultivo reduciéndose de las 350.000 toneladas que había en el año 1977 a 22.000 en 2022, siendo “una realidad que nadie puede obviar” según apuntaba este martes en el Parlamento de Canarias el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, Narvay Quintero.
En una cuestión formulada en Comisión Parlamentaria por el diputado del Grupo Nacionalista, Francisco Linares, en relación a las ayudas del POSEI al tomate de invierno, el consejero puntualizó que actualmente juegan un papel muy importante la competencia desleal con países terceros, las plagas o los sobrecostes.
Linares detalló que se trata de un sector que “preocupa y ocupa mucho”, por lo que preguntó si además de ayudas había previsto un plan de acción. Para Quintero, el sector del tomate tal y como se entendía en 1977 no es factible hoy en día en Canarias, pero cree que hay una parte importante en la exportación que "tenemos que seguir manteniendo y luego dedicarnos al mercado interior, que es lo fundamental".
Recapacitar para evitar la desaparición
Durante su intervención, Linares dijo que tanto en el siglo XIX como en el XX el tomate destacó por ser un sector productivo importante “que mató en Tenerife mucha hambre” con una situación actual que, pese a la ayuda de los 5 millones de euros y aproximadamente 24.000 euros por hectárea, “está en una situación agónica” según le han comentado algunos productores.
Señaló que a lo largo de los últimos años “se ha dejado de cultivar un 75% de la superficie" así como que "un 50% de las empresas especializadas han desaparecido”, por lo que consideró que es una foto que nos debe hacer recapacitar. “Ya no se trata de qué ayudas pueda haber, sino que es un sector que ha dejado de ser competitivo. La producción no da para que las empresas cubran gastos, y además no hay gente joven. La mayoría del tomate nuestro se exporta a Alemania, Francia, Rusia o China, y el que queda aquí y consumimos es prácticamente importado. Estamos en el momento de recapacitar y de reconvertir, porque finamente desaparecerá, y ahora solo nos queda un 25%", reflexionó.
El diputado añadió que el desarrollo turístico del sur en Tenerife "arrasó con el tomate casi al 100%" ya que lo que hoy conocemos como El Duque, Las Vistas y Fañabé "era tomate hasta la costa". Subrayó así que hay edificios enteros construidos en los 80 para la producción que actualmente están cerrados. "Los principales hándicaps son la burocracia excesiva, la competencia con países cercanos, los insumos multiplicados por 10 y el desinterés de los jóvenes. Todo tiene que venir acompañado por una reconversión de otros sectores".
Pérdida causada por tres factores clave
Por su parte, Quintero apuntó que hace unos 10 u 11 años arrancó un plan de recuperación del tomate “con el que se comenzó a subir las hectáreas de 5000 a 7000 para posteriormente llegar a 15.000 y luego a 24.000, acompañado de una ayuda a la comercialización el tomate en el exterior”. El consejero detalló que, una vez bajó la producción, Europa “advirtió a Canarias a través del POSEI de que no se podía subir más la hectárea” y de hecho “le puso temporalidad a la ayuda de 24.000 euros la hectárea condicionada a una reconversión, que es lo que estamos haciendo ahora”.
Insistió que dichos 24.000 euros se mantienen “para esos cultivos, que principalmente se están yendo a pepino y papaya” así como una ayuda a la comercialización “que ante era solo del tomate de exportación y que en estos últimos años se ha reconvertido para el tomate de mercado interior porque antiguamente no tenia ayuda ninguna”.
Puso a la empresa COAGRISAN de Gran Canaria como ejemplo de “saber reconvertirse en la actualidad" ya que "siguen apostando por el mercado de exportación, se han modernizado, vuelven a recuperar mercado exterior y en el último contrato que hicieron con Alemania le han pedido el doble de producción de la que tienen”. En cuanto al mercado interior mencionó la modificación del POSEI para ampliar la ayuda al tomate tipo cherry “porque las grandes cadenas empiezan a querer un tomate que es mucho más fresco y sano”. El consejero afirmó que “tiene un tope de producción” al que hay que llegar para luego ayudar a la reconversión. Por otro lado el consejero informó de que junto a Ministerio y la Dirección General de Empleo buscan dar una salida a través de una jubilación, principalmente a mujeres mayores de 55 años, que estaban trabajando en el sector tomatero y que la reconversión no las asume.