Los agricultores europeos están en pie de guerra. Las protestas que comenzaron en Francia han hecho un efecto dominó hasta llegar a España con carreteras cortadas a lo largo de todo el territorio nacional. Aunque en el país galo quienes han salido a la calle con sus tractores decidieron dar un paso más allá: desmantelar los camiones que van cargados de tomates tirando el género al suelo o bloqueando el paso.
El problema está en que han abierto una cruzada con el tomate español y el que se produce en Canarias se está viendo afectado también. Marcelo Rodríguez, director de la Cooperativa Agrícola de San Nicolás de Tolentino (COAGRISAN), cuenta a Atlántico Hoy que cada semana se ven afectados unos 200.000 kilos de tomates —100.000 solo de su entidad— aproximadamente porque llegan tarde a los países que compran el producto a las Islas.
Países importadores
El Archipiélago exporta a Holanda, Noruega, Finlandia, Dinamarca, Reino Unido, centroeuropa y Europa del Este. Lugares a los que llega con un retraso de hasta tres días a su destino con el riesgo de perder clientes. El bloqueo no solo perjudica a los camiones que salen de España a través de la frontera de Irún, sino además a los que vuelven para recargar.
Rodríguez está muy molesto con la actitud de los franceses. Los tacha de “hipócritas” porque tanto los españoles como ellos están jugando en la misma liga al compartir las leyes europeas. “Que carguen contra sus propios compañeros yo lo veo de hipocresía total”, insiste. “Ellos en lo que compiten con nosotros es con la mano de obra”, agrega.
Políticas europeas
“Contra lo que hay que cargar son las políticas de la UE porque parece ser que si protegemos la zona europea el mundo se salva. Cuando después somos permisivos con otros países como los sudamericanos o la India, que tienen productos que en Europa ya están descatalogados para que después nuestros propios consumidores los compren”, manifiesta indignado.
Gustavo Rodríguez, portavoz de la Federación Provincial de Asociaciones de Exportadores de Productos Hortofrutícolas de Las Palmas (Fedex), pone sobre la mesa que Canarias es un mercado líder porque durante 140 años ha provisto al continente europeo de frutas y verduras de calidad durante el invierno.
Daños colaterales
Al igual que su compañero de oficio, se dirige a los productores galos para decirles que el enemigo está en otro lado. Según les han trasladado se trata de una minoría, pero “dañar o perjudicar al resto de productores comunitarios la verdad es que no es tarjeta de presentación que diga mucho de la solidaridad de los productores franceses”.
Tanto Marcelo como Gustavo operan en Gran Canaria, la isla que copa el 100% del cultivo de exportación de tomates en el Archipiélago porque en Tenerife está extinguido. Los agricultores canarios saldrán a la calle la próxima semana en comunión con sus compañeros de oficio en la Península y el resto del continente. Por eso el portavoz de Fedex relata que lo que está ocurriendo lo entiende y lo asume a pesar de “los daños colaterales”.
Vuelta a la normalidad
“Espero”, dice, “que en esta semana vuelva todo a la normalidad”. Hay otra cuestión que no ha gustado en el sector: las palabras de la socialista francesa Ségolène Royal señalando al tomate español como de mala calidad. “No le hemos dado mucho pábulo a esta cuestión, además del oportunismo político, esto trasciende el bulo y el fake news”, reflexiona Gustavo Rodríguez.
Subraya que la asociación francesa de productores de tomates pidió disculpas a los productores españoles. “No producimos material ilegal ni utilizamos materias activas prohibidas ni usamos la esclavitud para producir”, cuenta. Marcelo, más contundente aún, sentencia que “esa mujer no ha comido tomate español nunca”.